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Diferencias profundas y enfrentamientos fratricidas para hacerse con las riendas del PSOE hay muchas y muy variadas en distintas comunidades autónomas. Hay tensión en Murcia, en Madrid, en Aragón, en Andalucía... Son públicas y notorias, pero en todos estos territorios los aspirantes fueron capaces de ... ponerse de acuerdo –o guardas las espadas por unos meses– para acudir unidos al Congreso Federal, que se celebra este fin de semana en Sevilla y en el que Pedro Sánchez será reelegido como secretario general del partido. La única delegación de las más de 60 –la elección de los delegados se ha hecho por provincias o cabildos, en el caso de las islas– que acude a la cita en la capital andaluza con dos listas es Cantabria, donde también se da otra situación anómala: que el líder de la formación, Pablo Zuloaga, no encabeza la expedición después de perder la votación interna ante la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, al frente en esta ocasión de la corriente crítica al oficialismo.
«Ya no hay que disimular, la división en el PSOE es evidente», decía Zuloaga el 21 de octubre, un día después de que su rival venciera por un ajustado margen de 30 votos. El 51% frente al 49%. Diez delegados de Herrán frente a nueve de Zuloaga. Y eso que lo decía antes de que la división escalara aún más por el recurso del oficialismo, que intentó impugnar el resultado por la presencia en una mesa electoral de la agrupación de Cartes de una persona que no figuraba como afiliada. Zuloaga no salió especialmente bien parado de esta disputa en los despachos después de que Ferraz, tras varias idas y venidas, fallara a favor de la lista de Herrán. Una decisión que se interpretó como una desautorización de la dirección Federal al líder de Cantabria. Nada anecdótico teniendo en cuenta que en los próximos meses, antes de primavera, se celebrará un Congreso Regional en el que se renovará toda la dirección.
Al contrario que otras delegaciones, que sí han presentado alegaciones críticas con la Ponencia Marco –como las relativas al rechazo a la financiación singular de Cataluña–, los 19 delegados que van a Sevilla por Cantabria no incomodarán a Sánchez. Son dos menos que en la anterior cita federal por la pérdida de peso respecto al total de la militancia nacional. De hecho, pelean por ver quién es más afín al presidente. ¿A quién respaldará Sánchez en caso de unas primarias al Congreso Regional que enfrenten a Zuloaga y al diputado nacional Pedro Casares, que ahora impulsa la lista de Herrán? Pues podría dar alguna pista en Sevilla.
Sánchez renovará su Ejecutiva Federal, en la que Casares es uno de los pocos representantes que no ha perdido su asiento desde que el presidente se hizo con las riendas del partido. Se hará una lectura si se queda, otra si sale pero le sustituye un afín para cubrir la cuota cántabra y otra muy distinta si el elegido es del grupo de Zuloaga. El hueco en la Ejecutiva Federal es el más relevante, pero hay otros dos puestos en juego en el Comité Federal que ahora ocupan Noelia Cobo, actual número dos de Zuloaga, y el alcalde de Suances, Andrés Ruiz Moya.
Una parte importante de los delegados del PSOE que acuden entre el viernes y el domingo al Congreso Federal de Sevilla ya saben en qué fechas se celebrará también sus respectivos congresos autonómicos. No es el caso de los cántabros. Zuloaga, que es quien debe convocarlo, solo ha precisado que será «en primavera». Si es así, apurará al máximo el calendario aprobado por Ferraz, que quiere que todos los procesos estén concluidos el 23 de marzo.
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