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No hay conversación que se precie -bien sea de barra de bar o en el ascensor con el vecino de turno-, en la que no se hable del tiempo que está haciendo. Los turistas se sorprenden porque en pocos lugares como aquí se mira ... tanto al cielo. Y tiene su explicación. El verano, por regla general, es sinónimo de sol y playa. Y de lo primero hemos estado escasos durante el inicio del estío, especialmente en julio y ahora en estos comienzos de agosto. Con los datos en la mano, que es lo que le gusta a la ciencia, en el séptimo mes del año que acaba de concluir se contabilizaron 189 horas de insolación. Son dos más que la media de la serie histórica que estudia desde hace 43 años la Agencia Estatal de Meteorología en Cantabria. Sin embargo -y aquí puede estar la clave-, pueden parecer pocas porque el mes de julio de 2022 fue de récord: 281,6 horas de sol, casi 93 más que este.
El delegado provincial de la Aemet, José Luis Arteche, suele citar para estos casos la misma frase. «Por lo general, la memoria meteorológica de la gente suele ser bastante corta». Es decir que el recuerdo que prevalece es el más reciente. Y el año pasado el verano arrancó prácticamente sin nubes.
281,6 horas
lució el sol en el mes de julio del año pasado. Fue el de mayor insolación desde 1980.
191 horas
de sol es la media que contabiliza la Aemet en su serie histórica.
La Aemet contabiliza las horas de sol en la región a través de la estación que tiene ubicada en el Aeropuerto Seve Ballesteros. De lo que no hay duda es de que este comienzo estival ha sido el menos espléndido de los últimos cinco. Los números son contundentes. En julio, el heliógrafo instalado en el aeródromo santanderino registró 189 horas de sol; en 2022, 281,6; en 2021, 192,5; en 2020, 217,9, y en 2019, 231,5. «Este pequeño grupo de datos indica que en la serie histórica hay meses de julio incluso con menos sol que este de 2023. Estaríamos en el lugar 23 de los últimos 43 años; es decir, 22 'julios' más soleados que este», subraya Arteche.
Además, se da otra circunstancia curiosa. Esta percepción de déficit de sol puede verse acrecentada porque el arranque del verano pasado fue el más soleado desde 1980. Aunque los números de la Aemet son tozudos e indican que la insolación de este, más o menos, está en consonancia con la media histórica que la Aemet fija en 191 horas. En otras palabras, que el verano está siendo el típico de Cantabria. Días parcialmente grises, con temperaturas agradables y horas de sol muy repartidas y esparcidas. Lo que la gente echa en falta son esas jornadas redondas con sol radiante y luminoso de primera a última hora.
La visita de la borrasca Patricia, que desde el miércoles se ha paseado por la región, ha desplomado los mercurios para lo habitual a estas alturas del año. Además, ha contribuido a impulsar la opinión de que está siendo un verano gris y poco cálido. Agosto no ha comenzado bien, al menos para los que entienden que el buen tiempo es únicamente el cálido y seco. Pero aún es pronto para juzgar. La primera semana de agosto no ha sido la típica de la época del año más vacacional y turística.
Las previsiones de la Aemet indican que desde el lunes podría darse un cambio de rumbo de prácticamente 180º. Llega a España la tercera ola de calor, que dejará temperaturas por encima de los 44º. Hasta el momento el norte, incluida Cantabria, se ha librado. En esta ocasión también la evitará, pero el aire del norte de África que dominará los cielos del resto del país, junto con una dorsal de altas presiones, impulsará los mercurios también aquí. A mediados de semana se espera que incluso se puedan rozar o superar los 30º.
El día arrancará con nubes pero si irán disipando a lo largo de la jornada, especialmente, en las horas centrales. Además, las temperaturas máximas, que se habían desplomado, aumentarán sensiblemente. La previsión de la Aemet de 24º en Santander, 25º en San Vicente de la Barquera y 26º en Potes.
Mañana se repetirá el mismo patrón. Mañanas nubosas y grandes claros en las horas centrales. Las temperaturas mínimas ascenderán y las mínimas prácticamente experimentarán cambios de importancia.
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