Cantabristas reúne 220 firmas de expertos contra la carretera Reinosa-Potes

Cantabristas sigue adelante con su campaña contra el proyecto de la carretera Reinosa-Potes. La movilización se inició el fin de semana pasado, con la instalación efímera en la cima de Peña Labra de una pancarta gigante con la leyenda 'Nuestras montañas se defienden' y continúa este miércoles con la difusión de 220 firmas de ambientalistas y conservacionistas de toda España que han apoyado un manifiesto que defiende las tesis del partido cántabro.

El próximo paso será recoger firmas entre la sociedad cántabra, a la que darán la oportunidad de expresar su rechazo a esta vía que la formación considera «turística», dañina para el entorno natural e ineficaz si lo que se pretende es acercar por carretera las dos poblaciones citadas.

Lo ha explicado este miércoles el secretario general de Cantabristas, Paulu Lobet que ha respondido al consejero de Fomento Roberto Media, quien este lunes despreció la oposición al plan del Ejecutivo diciendo en el Parlamento que «dos que suban a hacer turismo los fines de semana» no les harán «dar un paso atrás». «¿Quiénes son esta gente?, ¿se les conoce en algún sitio?, ¿a quién representan?», cuestionó el alto cargo del Gobierno regional.

Lobete le ha contestado públicamente con un escrito que han suscrito por más de 200 especialistas entre los que se encuentran expertos académicos, profesionales relacionados con el medio ambiente, la biodiversidad y la biología. Entre los firmantes se encuentran personas tan conocidas como el exdirector de Greenpeace en España Juantxo López de Uralde, el científico del CSIC y divulgador sobre la crisis climática Fernando Valladares y los escritores Manuel Rivas y Jorge Riechmann, ambos activistas en cuestiones medioambientales.

Pero el grueso son profesores (o catedráticos) de Ecología de universidades de todo el país (de León a Almería pasando por Alicante o el País Vasco), miembros de distintos colectivos ecologistas (desde Ecologistas en Acción a ARCA), expertos en botánica, en geografía, arquitectos, educadores ambientales e ingenieros, entre otros muchos colectivos profesionales.

El manifiesto explica que el proyecto no debe salir adelante porque pasa por la vertiente norte de la Sierra de Híjar y Sierra del Cordel, una zona de especial conservación que recoge cinco hábitats de interés comunitario, porque se rompen los corredores ecológicos del área y porque «se pone en riesgo la biodiversidad». Los más de 200 expertos también asumen que las obras implican la contaminación del espacio, a lo que se suma la contaminación acústica y lumínica de la propia carretera.

Además, recuerdan que el trazado pasa por el parque natural Saja Besaya, que es un espacio protegido, y atraviesa zonas del plan de recuperación del oso en Cantabria, en las que no se pueden hacer intervenciones que pongan en riesgo la pervivencia de esta especie.

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