Cantó viene a Cantabria a echar un cable

Quedó clara una cosa. Cantó y Álvarez son amigos. No se cansaron de decirlo. Se conocían de la profesión –del mundo artístico– y han sido compañeros de bancada en el Congreso. Por eso, el candidato a la Presidencia de Cantabria hizo de anfitrión y se ocupó de las presentaciones. Al aspirante del partido en Santander (Javier Ceruti), a la número dos al Parlamento (Marta García)... Álvarez definió a su colega como «uno de los diputados más destacados en la anterior legislatura». «Se ha sabido distinguir con unos discursos contundentes, llenos de razones que, además, han sido muy sonados. Tiene una labia el niño...». Y Cantó, además de insistir en esa amistad y en que venía «a poner su granito de arena», quiso corroborar eso de la contundencia. A falta de extenderse –este sábado participará en el acto central de Ciudadanos en Torrelavega– no perdió la oportunidad de lanzar un par de dardos a la carrera. En clave nacional –igual que Arrimadas esta misma semana–.

«Somos la alternativa ante un PP sonado al que estamos adelantando según todas las encuestas». Eso, hacia un lado. «Y también ante un PSOE que día sí y día también está dando un espectáculo bochornoso de entrega total al nacionalismo». Hacia el otro. Tiró de actualidad con Meritxell Batet y la propuesta para que presida el Congreso. «Hay que recordar que es la diputada que se salió de la disciplina de voto del PSOE y votó a favor del derecho a decidir y que ha hablado de indultos». Además, comentó la designación como secretario primero de la Mesa de la Cámara de un personaje «tan siniestro como Pisarello –el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello– que hay que recordar que es ese señor que arrancó la bandera española del balcón del Ayuntamiento».

Dijo eso, caminaron unos metros por el mercado y pidieron una ronda. De eso iba lo de este viernes.