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Expositor de frutas y verduras en el mercado. Foto: Daniel Pedriza / Vídeo: Héctor Díaz

«¡Qué caras están las cerezas!»

Las frutas y las verduras se han encarecido durante el confinamiento debido a la reducción de mano de obra en la recolecta y el cierre de fronteras

Miércoles, 20 de mayo 2020, 07:13

Desde el inicio del confinamiento, los comerciantes de frutas y verduras han experimentado una fluctuación inusual de los precios. Primero fueron las verduras las que se dispararon, en concreto, el brócoli subió hasta los siete euros el kilo, tres por encima de su valor habitual. Ahora son las cerezas las que pasan de seis euros el kilo a once.

«El precio del brócoli se disparó al inicio del confinamiento debido a la gran demanda que tuvo. Nunca habíamos visto algo así. Pasó como con el papel higiénico, no sabemos el motivo», apuntó Ianire Pacheco, de Coliseum Fruits, en la calle Rualasal.

En los puestos del Mercado de la Esperanza creen que estas subidas y bajadas de precios se corresponden con el final de temporada; también por las lluvias, que han reducido las cosechas, y a un aumento de la demanda, «ya que desde el confinamiento y con el cierre de la hostelería, en los hogares se hacen cinco comidas la familia al completo», señalaron los comerciantes.

«El brócoli se disparó a siete euros el kilo. Como con el papel higiénico, la gente lo demandaba mucho y subió su precio»

Además, las medidas sanitarias impuestas para luchar contra el Covid-19 encarecen el proceso de recogida, que repercute en el precio final al cliente. «El proceso de la recogida de estos alimentos es más costoso si en lugar de 10 personas solo hay cinco trabajadores debido a la distancia social que hay que mantener. A menos mano de obra, el coste sube», explica Mauricio Rivero Villa, propietario de fruta y verdura Ciana, en el Mercado de la Esperanza.

Ayer en esta plaza, el precio de las verduras se había estabilizado después de picos, que sobre todo se notaron en el calabacín o el brócoli las primeras semanas del confinamiento.

Esta semana, la fruta de verano es lo más cotizado. Fruta recién llegada, piezas grandes y poca cantidad. Las cerezas (las de mejor selección) encabezando la subida de precios, de seis euros la pasada semana, a once euros el kilo, ayer.

«Qué caras están las cerezas», comentaban en la plazas algunos clientes. La explicación de la subida está en la climatología adversa que dañó parte de la producción y redujo la oferta.

«La cereza ha vuelto a subir porque hay poca y viene con gran tamaño. Esto la encarece, no ha sido por el confinamiento», aseguró Carmen Reverte, propietaria de El Valenciano, en la plaza de la Esperanza.

Además, entre las frutas hay categorías más exquisitas o menos. «Las cerezas de clase A alcanzan los 11 euros el kilo, pero no hay más que probarlas para entenderlo. Ocurre lo mismo con la piña de avión, a 5,90 el kilo, solo hay que olerla para saber que es un producto de lujo», destacó Rivero, quien explicó que la fruta que viene en avión está cortada ya madura, mientras que la que viene en barco se corta verde y madura en el trayecto.

El cierre de fronteras es la otra razón que influye en la subida de los precios. La falta de competencia que encuentra el cultivo español hace que «se suban a la parra los productores y no es lo mismo la fruta de Marruecos que la de España», señaló Reverte. En cuanto a las fresas, su precio ha subido en una semana de 3,90 a 5,50 euros el kilo, «por al cierre de temporada. Son las últimas y su precio ha subido como todos los años, aunque este lo ha hecho un poco antes de lo esperado».

La judía verde está semana alcanzó un precio mayor porque es judía verde de Cantabria, «más sabrosa que la de la semana pasada, de Almería, que también es buena, pero ocurre como con el tomate, el de aquí tiene un dulzor que lo hace más sabroso», añadió Reverte. También subió la coliflor a 2,60 el kilo. En cuanto a otras verduras, como calabacín o brócoli, han vuelto a los precios de siempre.

Balance en el sector

El impacto que ha tenido la crisis sanitaria del Covid-19 en el sector hortofrutícola ha afectado a las compras presenciales, pero el servicio a domicilio ha hecho que se mantengan las ventas, e incluso se ha notado un incrementado del consumo de estos productos en los hogares. «Antes podía suceder que los niños comiesen en el colegio o un adulto fuera de casa, pero con el confinamiento se ha notado que en los hogares se ha pasado a hacer cinco comidas al día. La demanda se ha incrementado hasta el punto que al principio nos ahogábamos de la cantidad de pedidos», señalaron en Coliseum Fruit´s.

Este comercio ha iniciado una campaña para aportar su granito de arena en este contexto económico. Para ello, proporcionan gratuitamente un surtido de verduras y frutas a la hostelería en su primer día de reapertura. «Solo tienen que llamarnos por teléfono y nosotros les servimos los productos que necesiten totalmente gratis. Es nuestra forma de ayudarles en la difícil situación que llega», resaltó la propietaria del comercio.

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