Secciones
Servicios
Destacamos
Seis años de cárcel y una multa de 19 millones de euros. Esa es la pena que han aceptado cada uno de los dos acusados –uno de ellos vecino de Castro Urdiales– por introducir en España 363 kilos de cocaína, que se encontraba en el ... interior de un vehículo-vivienda procedente de Chile.
Este caso se remonta al 3 de enero de 2020, cuando uno de los dos acusados –el que residía en Castro Urdiales– viajó a Chile con la autocaravana por medio de un buque, bajo la sospecha de la Policía de que ese desplazamiento tenía como finalidad traer un alijo de droga, según detallaron a este periódico fuentes cercanas a la investigación.
En ese momento, el titular del Juzgado de Instrucción Nº3 de Castro Urdiales, Ángel Gabriel Cembranos, inició una causa que, meses después, sobreseyó provisionalmente ante la imposibilidad de dar con el paradero del sospechoso, que tardó en regresar como consecuencia de la pandemia. Cuando volvió a España lo hizo sin la autocaravana.
Y no es hasta el pasado 12 de julio de 2022, cuando el vehículo-vivienda vuelve a España, en concreto al puerto de Barcelona, cargada con 363,6 kilos de cocaína, valorados en 19,1 millones de euros, y cuyo destino era ser distribuida entre consumidores del territorio nacional. Tres días después, el vecino de Castro y el otro hombre implicado fueron detenidos en la oficina de consignación, situada en Zona Franca de Barcelona, cuando acudieron a hacerse cargo de la mercancía, ya que figuraban como destinatarios de ella.
A partir de ese momento, el Juzgado de Guardia de El Prat se inhibió a favor del de Instrucción Nº3 de Castro por ser el que inició la investigación y el magistrado Cembranos acordó al día siguiente el ingreso en prisión provisional de los dos destinatarios de la cocaína.
Este martes estaba prevista la celebración de juicio frente a ambos, pero la Fiscalía y la defensa formalizaron un acuerdo al que habían llegado previamente ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que dictó sentencia en los términos recogidos en el pacto, considerando a los dos acusados autores de un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño.
A la hora de acordar la pena impuesta, se ha tenido en cuenta la circunstancia atenuante de drogadicción, ya que ambos son adictos a sustancias estupefacientes, lo que merma sus facultades mentales y volitivas, «habiendo realizado esta actividad para terceros, que se desconocen, con el objeto de financiarse su adicción».
Media hora después y en otro juicio, la Sección Tercera Audiencia de Cantabria condenó a otro hombre como autor de un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño, tras reconocer que traficaba con cocaína desde su piso en Santander.
El tribunal le impuso una pena de dos años de prisión y 200 euros de multa, aplicándole el tipo penal de menor entidad del hecho. Según la Fiscalía, que acusaba a otros dos individuos, el ahora condenado «era el dinamizador de toda la actividad, pues era quien moraba realmente en el narcopiso y permite un continuo y permanente flujo de venta y distribución de sustancias estupefacientes en esta zona de Santander las veinticuatro horas del día». Los otros dos acusados no acudieron ayer al juicio. Uno estaba ya en rebeldía y sobre otro se ha lanzado una orden de busca y captura.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.