Rosana Alonso: «Se han cargado Podemos Cantabria, siento decepción con Pablo Iglesias»

-He sentido una decepción profunda, indignación e indefensión a lo largo de todo el proceso. Ha habido un desprecio personal hacia mí, pero tengo fuerza suficiente para gestionar eso, lo peor ha sido el desprecio a Cantabria. Se nos ha ninguneado constantemente y se ha cometido un atentado contra la soberanía de los inscritos. No puedo entender que haya tenido que llegar yo a los juzgados.

-Se nos ha sancionado en un proceso en el que no estábamos ni acusados. Ha sido un montaje y distintas maniobras para quitarnos del medio con difamaciones, que no sólo nos han hecho daño a nivel personal, sino también al partido. Ese informe jamás me ha llegado. Ni siquiera me llamaron como secretaria general, que parecería obvio, para saber qué estaba pasando. Es que ninguna de las denunciantes me dijo nunca siquiera que tuviera sensación de acoso. Me preocupa mucho la banalización que se hace de esa palabra. Es muy serio, por todo lo que tanta gente ha sufrido y está sufriendo por cuestiones de acoso, me parecía crucial que hubiese una investigación seria y garantista. Me da igual lo que saliese, lógicamente. A mí lo que me ha parecido desconcertante e indignante de todo esto son las formas en las que se ha llevado a cabo una supuesta investigación que no ha existido. Cuando mi compañera Belén Milán, como responsable de Feminismos, solicitó cualquier información se le negó por confidencialidad. Y cuando fui a Madrid, también se me negó toda la información. Me parece un insulto habernos enterado por la prensa de todo lo que ha ido ocurriendo. Se han reído de mucha gente.

-Ninguno. Cuando ella manda un mail a la dirección me pongo en contacto para ver qué pasa. Pero es que lo que Podemos tiene que hacer es una investigación exhaustiva. Vuelvo a decir que nosotros sólo sabemos lo que pone en un informe al que ni siquiera nos han llamado a declarar. Tienen que hacer una instrucción adecuada y garantista. No se puede aplaudir un informe cuando a las que están atacando son a unas personas contra las que no hay una sola queja interna. Es que se quejan sobre José Ramón Blanco y las únicas personas sancionadas somos David Milán, David González y yo.

-¡Pero vamos a ver! La única que sancioné a José Ramón fui yo. He ido tomando las decisiones en base a toda la sensatez que me ha ido dando mi capacidad ante lo que estaba pasando. Yo acepté la dimisión de forma inmediata y salí a dar explicaciones, pero luego se cogió la baja y yo consideré que había que respetársela.

-Te aseguro por mis hijos que yo no sabía que estaba en esa situación, porque hubiera sido la primera en exigirle que se fuera. Una cosa es que tengas una amistad con alguien, una afinidad, y otra cosa es que no se puede consentir determinadas cosas. Me pilló de sorpresa y también que volviese al Parlamento. No entiendo lo que hizo José Ramón. Él no me dio explicaciones, porque yo tenía malestar y cabreo con él por lo que había hecho.

-Si me preguntas, creo que José Ramón Blanco tenía que haber dimitido al segundo. Que no quepa duda. Pero yo no podía hacer nada. Era una decisión personal, porque el acta es suya. Desde luego, si me pasa a mí, hubiese dimitido en el momento. Cuando él vuelve al Parlamento yo me quedo como todos los demás, porque no tengo ni idea de que ha estado un mes sin ir a la Cámara estando ya con el alta médica. Ahí inmediatamente es cuando yo le pido que deje el acta.

-Es que esto claro... Es que el nivel personal no sirve de nada. Esto también lo tengo muy claro. Respecto al acoso laboral a la trabajadora, la percepción que yo tenía es que se llevaban maravillosamente... Es que hemos compartido cañas y demás. Sobre la conversación, que por supuesto me parece desafortunada, me gustaría escucharla entera para conocer el contexto, aunque hay expresiones inadmisibles. Y luego está el tema de que la relación entre Verónica y él ha sido siempre de conflicto permanente por ambas partes.

-Su papel es fundamental. En ningún momento aceptó que yo ganara las primarias a la Secretaría General. Desde abril hasta diciembre no ha parado de torpedearme. Antes de que yo llegase, ella ya consideraba que había que echar a Alberto Bolado porque tiene compatibilidad con su despacho de abogados y creía que tenía que donar más parte de su sueldo. Pero yo estuve hablando con estatal y me dijo que no existían problemas. Pero eso sólo fue el comienzo. Luego trataron de hacer Consejos Ciudadanos sin estar la secretaria general. Ha habido amenazas de tomar medidas y denuncias por cualquier cosa. En lugar de resolver los problemas de Cantabria, cada consejo me enfrentaba a una hostilidad política que me desgastaba. Y en medio de todo, estaban tramando un plan para derrocar a la dirección. Ha sido purísimo. Lo peor es ver mi nombre en la prensa calumniándome y difamándome. Eso ha sido una colaboración entre Madrid y Cantabria.

-Ha sido una purga en toda regla. Me parece un insulto a los inscritos. Es una vergüenza. Es evidente que se trataba de quitar a la lista ganadora para poner a la perdedora. No nos olvidemos que en todo este complot hay otras personas metidas. Los miembros del equipo técnico son de su círculo más cercano, como Rebeca Tombellé, Charo Quintana y el resto han sido muy cercanos.

-Resulta que ha estado en una situación terrible durante tres años y ahora, en los últimos meses, lo dinamitas todo. Su finalidad más importante es el control del partido, sin duda. La utilización del Parlamento como un teatro ha sido horrible, un espectáculo bochornoso. Eso es lo que me lleva a tomar la decisión de suspender de militancia tanto a Blanco como a Ordóñez para que de forma radical se resolviera desde estatal, que vieran que la situación en Cantabria era insostenible. Y la respuesta fue pasar por encima de Podemos. Ser secretaria general de Cantabria es importante, teníamos un proyecto muy necesario para Cantabria, que nos han intentado torpedear desde que tomé posesión.

-Siento profunda decepción con Pablo Iglesias, porque confié mucho. He confiado hasta hace muy poco en todo lo que ha pasado en Cantabria. Lamento profundamente la falta de escucha, de comunicación y coraje, que es lo que les comentaba en el escrito que les hice. Para dirigir un partido es muy importante esa comunicación y esa capacidad de tener en cuenta todas las partes. Si hubiese sido otra comunidad esto no pasa. Estoy cansada de vivir por otros partidos y otras personas todo el desprecio que han hecho a Cantabria y ahora lo veo en mi partido.

-La gestión de los conflictos ha sido nefasta de principio a fin, pero que existan personas que hagan las cosas mal no quiere decir que no merezca la pena el proyecto. Lo que se requiere es que existan mecanismos para que cuando se cruce una línea roja se aparte a la gente y aplicar bien el código ético. Podemos es mucho más que las personas que hayan podido formar parte de este golpe de estado. Hemos dado pasos importantes a nivel político que no se pueden olvidar. Tenemos que actuar ante las injusticias. No puedo entender que haya tenido que llegar yo a los juzgados.

-Esta es la peor de las maneras posibles en la que se podían haber hecho las cosas. Fruto del desconocimiento absoluto de la situación de Cantabria, de las características... Tiene que ser descorazonador para cualquier militante. Es indignante y vergonzoso, yo así lo siento, y eso cuesta mantener. En Cantabria se han cargando absolutamente Podemos. Ha sido un proceso de demolición en el que yo además he estado suplicando que no sucediera, que se recapacitara y que se interviniera para parar este sinsentido.

-Ufff... No lo sé. Resulta muy complicado pensar cómo me hubiese sentido sabiendo esto hace cuatro años. Puede ser que hubiese echado a correr y no parar... Quiero decir que estar en política, que siempre lo he visto como algo transitorio, te hace libre, con tus principios y tu dignidad. Eso te permite tomar decisiones sin miedo. La indefensión que he vivido en Podemos no la he sentido nunca, y créame que he vivido cosas durísimas, no me lo puedo creer.