Las carreteras cántabras dejaron trece muertos en 2019, un mínimo histórico

De los trece fallecimientos en Cantabria, seis se produjeron en carretera nacional, cuatro en vías urbanas y travesías, y tres en autovías. Especialmente trágico fue el mes de diciembre, que se saldó con tres muertos, uno de ellos un niño de dos años atropellado por un tractor en Jain (San Felices de Buelna). Además, Escalante también vivió un año desafortunado con dos siniestros mortales. Uno de ellos ocurrió el 12 de mayo cuando un hombre falleció tras ser embestido el coche que conducía en un semáforo –su acompañante perdió la vida días después, aunque por el tiempo transcurrido esa muerte se escapa de esta estadística–. El segundo se produjo el 29 de julio, al morir un hombre que chocó con su vehículo contra un árbol. Aquel accidente resultó estar vinculado a un crimen de violencia de género (la Guardia Civil encontró sin vida a la mujer del fallecido cuando se dirigía a su casa para comunicarle la noticia).

Respecto al tipo de vehículo, entre las víctimas hubo un ciclista, un motorista, tres peatones y ocho ocupantes de turismos. De estos últimos, dos de ellos no llevaban cinturón. «De media, hay un 20-25% de personas que siguen sin ponerse el cinturón de seguridad en el coche. En el caso de los accidentes mortales de Cantabria, esas dos víctimas podrían seguir con vida de haber llevado el cinturón abrochado», apuntó Tolosa. No obstante, el responsable de la DGT hizo hincapié en que Cantabria se mueve en cifras pequeñas porque «somos una comunidad pequeña» pero, aún así, destacó «la concienciación y la responsabilidad» de los cántabros.

Igualmente, recalcó el incremento de la vigilancia de la Guardia Civil a la hora de llevar a cabo controles de alcohol y drogas. En este sentido, explicó que, desde 2019, las policías locales de Santander, Torrelavega, El Astillero y Laredo tienen potestad para realizar también estas pruebas , lo que ha ayudado a reducir la siniestralidad. Finalmente, Tolosa subrayó el papel de Tráfico a la hora de llevar a cabo acciones de vigilancia y campañas de concienciación. «También hay que destacar la reducción de velocidad en vías convencionales de 100 a 90 kilómetros por hora que entró a vigor a comienzos del año pasado», indicó.

La puesta en marcha del carné por puntos en 2006 supuso una caída en picado de las estadísticas de siniestrali dad en todo el país, aunque en los últimos ejercicios las autoridades han comprobado que el efecto disuasorio que supuso aquella medida innovadora ha comenzado a desaparecer. La evolución de los datos en Cantabria lo confirma. Los muertos se han reducido en más de un tercio en un tiempo récord. Desde los 63 que hubo en el 2000 hasta los 13 de los últimos doce meses. Es importante destacar que estos datos hacen referencia a los muertos 24 horas después del accidente y no a las personas que fallecen pasado ese periodo de tiempo.