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CONSUELO DE LA PEÑA
SANTANDER.
Domingo, 14 de abril 2019, 07:49
Con apenas 31 años Nacho Solana, que regenta el restaurante Solana, en Ampuero, consiguió la primera estrella Michelin, lo que le convirtió en uno de los diez cocineros nacionales más jóvenes en conseguirla. No ha sido el único galardón. En su haber están el Premio ... Arco-Atlántico 2014 al mejor cocinero del Cantábrico, Premio a la Mejor Croqueta del mundo 2017 en Madrid Fusión y un Sol en la Guía Repsol. Cuarta generación de una familia dedicada a la hostelería desde 1938, una amplia sonrisa adorna al chef cántabro.
-¿Con qué candidato viviría una aventura culinaria?
-Jajaja, pues la verdad que quizá con Pablo Iglesias, porque me gustaría enseñarle que un buen jamón ibérico es más rico, más sano y también más caro que el chóped. Es como vivir en un piso en Vallecas o en un chalé en la sierra.
-¿Qué cree que se pega más: el arroz con leche o un político a la silla del poder?
-Evidentemente los políticos (más risas). Al arroz con leche le prestamos mucha atención y le damos muchas vueltas para que no se pegue. Los políticos le dan menos vueltas y se pegan casi siempre.
-¿Lo de Cataluña necesita un hervor o es un plato achicharrado?
-Es una receta que se ha prostituido tanto que se quema siempre, por lo tanto hay que volver a la receta original y a la temperatura exacta.
-El cocinero español José Andrés ha cocinado en la Casa Blanca, ¿a usted le gustaría hacer lo mismo en La Moncloa?
-Sí, por supuesto. Sería un honor, pero seguro que tienen mejores opciones que la mía.
-Si le llaman Pedro Sánchez y señora, ¿qué menú elaboraría?
-Pues, fiándome nada más que de su aspecto físico y su pasado deportista... Seguramente un menú con mucha verdura y bajo en sal. (Esta vez carcajada)
-¿Qué necesitaría más innovación, la cocina española o la política española?
-Pues la política, seguro. La cocina española ya dio bastante ejemplo al mundo con innovación.
-¿La cocina del CIS está desvirtuada?
-Creo que el chef de esa cocina no sacó el título de cocinero para llevar un restaurante tan importante e influyente como el CIS. Se saltó las prácticas.
-Es la cuarta generación de una familia dedicada a la hostelería. ¿Qué consejo heredado sería inmensamente útil para los candidatos del 28-A?
-Lo que hagas, que sea igual o mejor que lo anterior. De lo contrario, ni lo toques.
-Hemos estado en la cresta de la cocina creativa, pero los restaurantes que más funcionan son los de cocina tradicional. ¿Con los partidos pasa lo mismo?
- No, no creo. En política hay mucha igualdad entre tradición y creatividad.
-Fue Premio a la Mejor Croqueta del mundo 2017. ¿A qué político, cántabro o no, agasajaría con semejante manjar?
-Sin ninguna duda al consejero de Turismo, Francisco Martín. Me consta que le encantan y encima es un gran gourmet.
-¿Quién le dice el olfato que ganará las elecciones?
-Por el aroma diría que Pedro Sánchez. Pero los ingredientes que hemos metido en el fondo de la cazuela, que todavía se están cocinando, pueden arrojar sorpresas.
-¿Se experimenta más en la cocina o en la política?
-Bastante más en la cocina.
-¿La gastronomía está de moda y la política demodé?
-No creo que la política no esté de moda. Todos hablamos en 'petit comité' de política y ahora hay cinco grandes fuerzas con posibilidades. Eso quiere decir que no está demodé.
-¿Qué políticos darían más juego en un programa de telerrealidad como Masterchef?
-Llevaría a Javier Ortega Smith, Rafael Hernando, Miguel Ángel Revilla, Miquel Iceta y Juan Carlos Girauta. Sería un excelente póker.
-¿Santiago Abascal es el Alberto Chicote de la cocina en España?
- Sí, pero no en el sentido de azote de la política, como se desprende de su pregunta. Recuerdo el restaurante No-do, de Chicote, en Madrid. Fue revolucionario y con recetas modernas que fueron y son mágicas. Algunas de las recetas políticas de Abascal tienen muy buena pinta.
-¿Y quién es el Ferran Adriá?
-Ningún político en la historia de España estuvo a la altura del gran Ferran, ni hizo tanto por la marca España. Sería un insulto hacer el símil.
-¿Dónde hay más tics folclóricos, en el sector gastronómico o en el político?
-Al 50% . Dejémoslo en un empate técnico.
-Ahora no basta con cocinar, hay que crear emociones y experiencias. ¿En la política pasa lo mismo?
-En política es más difícil arrancar emociones, porque a veces se juega con una ideología previa e intentar crear una experiencia en alguien que no está predispuesto cuesta más.
-¿La política se construye en torno a la mesa?
- No, para nada. Dejemos la mesa para disfrutar y la política para los despachos.
-¿Somos lo que comemos o lo que votamos?
-Lo que comemos. A veces votamos diferente a lo que comemos.
-El cliente siempre tiene razón, ¿los electores también?
- Odio esa frase. El cliente no siempre tiene la razón, así que supongo que los electores tampoco siempre tenemos la razón.
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