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Las extracciones de jabalíes por parte de los guardas de Desarrollo Rural han vuelto a generar protestas por parte de los cazadores, que consideran que la eliminación de ejemplares en algunas zonas no tiene justificación. Así lo asegura el presidente de la Sociedad Las Hoces, ... Sergio Revuelta, quien critica que se estén llevando a cabo estos recechos en áreas como la carretera de San Cipriano, donde, dice, los animales no suponen un peligro para el tráfico, que es el argumento habitual para autorizar estas cacerías. A las quejas de los cazadores de la comarca cinegética de Valdeiguña se han sumado las de la Sociedad Braña del Moral, que engloba a los del área de Cabuérniga, molestos, además, por la falta de explicaciones: llevan esperando desde marzo a que el consejero, Pablo Palencia, les conceda una entrevista.
«Nosotros no nos negamos a que se quiten de las zonas próximas a la autovía, pero que no nos engañen, que los están matando en sitios donde no hay problemas», indicó Revuelta, quien reconoció que entre los cazadores cunde la sospecha de que la única razón que hay detrás de las cacerías nocturnas es «engordar las nóminas de los guardas a fin de mes». «No tiene otra explicación: ellos matan jabalíes y venados cuando a los cotos no les dan cupos de venados. Cada jabalí o cada venado que mata un cazador valen un dinero, que va a las juntas vecinales y a los ayuntamientos, y cada cacería que quitan del calendario es dinero que pierden juntas y municipios. Los ejemplares que matan los guardas, en cambio, valen cero, y por cada noche que salen cobran 180 euros brutos y ganan un día libre».
Revuelta muestra fotos de marranos abatidos por los guardas, algunos cerca de viviendas, «jabalíes que han dejado tirados». «Estos días están matando a las crías de las madres que mataron antes, porque no quieren que se vean. Lo más vergonzoso es que el pasado día 1, el mismo día que se sortearon las cacerías, hicieron una incursión en el lote de Coo. No tiene sentido que nosotros estemos pagando por las cacerías y ellos estén matando jabalíes por la noche allí mismo».
«Esto ha ido a más, la guardería sale por la noche a pegar tiros y hay muchas quejas de vecinos porque disparan cerca de las casas», añadió Revuelta, quien recordó que el año pasado llegaron a matar una cabra amarrada junto a una vivienda en el barrio San Pantaleón, de Castillo Siete Villas, en Arnuero, al confundirla con un jabalí.
«Lo único que se está haciendo es, a petición de alcaldes o de la Guardia Civil, etc., cuando hay ejemplares en zonas de seguridad, entonces actúan los agentes del Medio Natural –aseguró el consejero, Pablo Palencia–; se les da aviso para que vayan, inspeccionen y vean cuál es la realidad, y si es necesario hacer alguna extracción en zonas de vías del tren, en las en las calles de los pueblos, en las carreteras, etc. En alguna ocasión hemos tenido solicitudes por daños en cultivos y en prados, y lo que hemos hecho es, en primer lugar, ponerlo en conocimiento de los presidentes de los cotos, que son los responsables de pagar los daños con un seguro, y, en segundo lugar, que se pongan en contacto con los agentes del Medio Natural y con los alcaldes para hacer controles o extracciones extraordinarias».
Palencia insistió en que los guardas «no tienen ningún interés en quitarle la actividad de caza a nadie: lo único que quieren es preservar las zonas de seguridad. A criterio de los técnicos y del jefe de comarca y del director general de Montes, se hacen o no extracciones en cada momento y en cada lugar». Aclaró, además, que mantiene reuniones periódicas con el presidente de la Federación de Caza, «que recoge la información de todos los cotos, para no tener que reunirme con todos los presidentes de los cotos».
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