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El conflicto por el calendario escolar de Cantabria sigue sumando puntos para convertirse en una historia interminable en la que no llega la paz. Si ... la decisión de la Consejería de Educación de garantizar que todos los centros escolares de Cantabria cumplirán los 175 días lectivos ha aplacado a los padres que habían dado un ultimátum, la modificación en la Orden del Calendario Escolar para 2019-2020 que implica esa previsión ha hecho estallar a parte del profesorado y STEC y ANPE han criticado de forma «negativa» la decisión «unilateral» de la Consejería de Educación de alterar el calendario escolar a pocas semanas del inicio del nuevo curso. Ambos sindicatos lo tildan de «disparate». Ciudadanos también se ha sumado a las críticas porque entiende que esa nueva previsión es «improvisada». El partido naranja insta a Educación a trabajar «en serio» para evitar conflictos en la comunidad educativa.
Y mientras, CCOO ha hecho un llamamiento a no reabrir el conflicto porque pone el foco en aspectos que «nada tienen que ver con la buena marcha de la educación en Cantabria» cuando el debate debería centrarse en puntos «mucho más urgentes y esenciales para el sistema educativo de la región» como completar la plantilla del profesorado de Educación Primaria y Secundaria «para que puedan estar en sus puestos de trabajo desde el 1 de septiembre»; revisar los planes de bilingüismo, proteger de forma especial la escuela rural y mejorar todos los planes que tienen que ver con la atención a la diversidad del alumnado, incluyendo la figura del enfermero escolar en aquellos lugares donde sea necesario. CCOO pide que «se mantenga el calendario bimestral con los 175 días lectivos»
Para la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado de Cantabria, FAPA Cantabria, en cambio, la decisión de la Consejería de Educación de garantizar que todos los centros escolares impartan 175 días lectivos supone «un punto de cordura» al conflicto, y ha destacado el «compromiso» de la nueva consejera, Marina Lombó, con el diálogo y la comunicación, así como la «responsabilidad» que ha demostrado al adoptarla. FAPA ha subrayado que la pérdida de días lectivos por las festividades locales suponía «un evidente incumplimiento» del mínimo de días lectivos establecidos tanto en la legislación estatal como en la autonómica, «que era conocido por toda la comunidad educativa».
Admiten que comunicar cambios en pleno verano puede parecer algo tardío, pero recuerdan que no es la primera vez y destacan que esta ocasión hay centros que no se verán afectados y cukpan al anterior consejero, Francisco Fernández Mañanes, de la situación actual.
STEC y ANPE, por su parte, aseguran haber recibido «con una sensación mezcla de estupor e indignación» la decisión de la Consejería al tiempo que critican que se vuelva a alegar cuestiones legales para modificar el calendario «introduciendo una salvaguarda de recuperación de los días lectivos que sean coincidentes con fiestas locales», recurriendo a un «argumento de los servicios jurídicos con un relato difícil de creer».
Por ello, STEC y ANPE han advertido de que cuando se conozcan los detalles técnicos de la previsión adicional y se publique en el BOC ya será el mes de agosto. «No es de recibo que un calendario que llevaba publicado cuatro meses se vea alterado ahora, de forma sorpresiva a pocas semanas del comienzo del curso escolar», han incidido ambos sindicatos, que también han reprochado a las asociaciones de padres sus recursos constantes el calendario escolar aprobado en Mesa Sectorial.
Ambos sindicatos han acusado a FAPA y Concapa actuar más por «cuestiones relacionadas con la permanencia del alumnado en los centros que con la calidad educativa del servicio que reciben» y recuerdan que nunca han recurrido las plantillas docentes, el cupo del profesorado, las ratios de alumnos por aula y «multitud de factores que afectan a la calidad del servicio que reciben».
«¿Se conformarán con esta modificación o sus ansias de protagonismo les llevarán a recurrir cada calendario escolar que se apruebe, llevando a la confrontación constante de toda la comunidad educativa?», se preguntan Anpe y STEC
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Ana del Castillo
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