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Este fin de semana de noviembre han comenzado a servirse las primeras cenas de empresa para celebrar la Navidad. «El calendario es el que es y no hay tantos fines de semana para acoger toda la demanda», explican los hosteleros. Y por eso, cada año ... se anticipan más las reservas. El resultado de ello es un sector «muy satisfecho» con el trabajo que se genera en esta campaña, «la más importante del año», y que experimenta un aumento en el precio de los menús, desde los 35 a los 60 euros.
«Las cenas de empresa están desbocadas desde este fin de semana hasta el día de Reyes, uno de los mejores días», asegura Ramón López, al frente de La Taberna del Herrero. «El número de comensales aumenta, tenemos varias cenas de cerca de 200 personas (de concesionarios de coches y laboratorios). Contratan cena más DJ y barra libre. Cada vez son más fiestas que cenas y se piensan mucho para que sean divertidas», destacó.
Los precios por comensal oscilan entre los 33 y los 60 euros. ¿Quién paga la cena de empresa? Los hosteleros de Cantabria indican que «vemos las dos modalidades: la empresas que apoyan a los trabajadores y pagan la cuenta y las cenas en las que cada uno paga lo suyo. En estas últimas van más con el freno de mano y en las que corre a cuenta de la empresa que se lo puede permitir hay más alegría», señala López. En La Taberna del Herrero el precio de los menús «han subido ligeramente este año a 46 euros». Incluyen entrantes, pescado, carne, postre y bodega.
Hay grupos que repiten del año pasado, mientras que otros empezaron en septiembre a tantear disponibilidad, precios de menús y otros servicios, como barra libre o actuaciones para lograr el ambiente animado tan importante este día.
«Tenemos cenas navideñas hasta el día de Reyes, que es el que mejor funciona. Cada vez se orientan más a fiestas que a cenas, con barra libre y DJ»
«En las familias ya no hay tiempo para cocinar ni ganas de recoger después. Cada vez tenemos más reservas para las fechas más señaladas del año»
«En restauración es la época del año en la que más trabajamos y todo muy concentrado en fechas, sobre todo si el calendario cae bien y los días festivos coinciden entre semana», señalan los hosteleros.
Además de las cenas de empresa, las familias también han adquirido la costumbre de cenar en restaurantes las fechas señaladas: Navidad, Fin de Año, Año Nuevo y Reyes. Son cenas que varían mucho en el número de comensales, desde una pareja a familias numerosas. «El ambiente siempre es muy bueno y familiar. Lo bueno es que cada uno cena en su mesa, pero la barra, el aperitivo y la copa se hacen en los espacios comunes y la gente comparte y disfruta», explica Marina Nuñez, del Bar del Puerto.
«En las familias ya no hay tiempo para cocinar ni ganas de recogerlo todo después, así que reservan fuera de casa y las reuniones son solo para disfrutar y divertirse, sin la parte mala de trabajar», detalla Marina.
«Las entradas anticipadas de barra libre para el Rocambole en Fin de Año se agotaron el primer día. La gente compra con antelación»
«Fin de Año está todo vendido. Recibimos a 350 comensales y la entrada incluye cena, barra libre, cotillón, DJ y discoteca y chocolate con churros»
El modelo de cena de empresa al estilo cóctel se impone cada año, algo que el empresario Ángel Suárez propone a sus clientes desde hace años en Rosé, el Rocambole, la Floridita y la Tienduca: «Con el formato cóctel se consigue un ambiente muy bueno porque son más dinámicas y puedes relacionarte con mucha más gente», explica Suárez. Por razón de aforo, en el Rocambole se organizan las cenas de empresa multitudinarias, donde se juntan más de 200 empleados. «Después del puente de diciembre es cuando empieza lo fuerte, pero en noviembre tenemos las primeras cenas», añade el empresario.
En el restaurante La Prensa ya empiezan a recibir comidas y cenas de empresa a partir de este fin de semana y alguna también entre semana. «Tenemos reservadas muchas fechas con una media de 50 comensales. Lo tenemos enfocado a menús, que tienen un precio inferior al de carta, muy ajustado», comenta el encargado de esta casa de comidas, que tiene un aforo de 300 personas. Los menús van desde 40 a 60 euros e incluyen la bebida, los entrantes, el plato de carne o pescado, el postre y el café.
La forma de pagar también se adapta a los nuevos tiempos y en muchos establecimientos, cuando se trata de cenas multitudinarias, se pide un pago anticipado de una parte del total cuando se trata de reservas de muchos comensales.
Respecto a la noche de Fin de Año, a estas alturas mucha gente ya la tienen planificada. En el Rocambole ya se han vendido muchas entradas anticipadas. «El cubo promocional que lanzamos a 50 euros para la barra libre de Fin de Año se agotó el mismo día», destacó Suárez.
En el Gran Casino Sardinero está todo vendido para la última noche del año. «Recibiremos a 350 comensales, donde hay alto porcentaje de repetidores. Como novedad este año, hemos propuesto a las parejas que compartan mesa redonda con otras seis personas que no van a conocer. La sugerencia ha tenido muy buena aceptación desde el minuto uno», aseguran desde este establecimiento hostelero.
Los menús son recetas tradicionales y el precio de la entrada es de 192 euros, que incluye la cena, la barra libre, chocolate con churros, bolsa de cotillón y la discoteca con DJ.
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