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La comida navideña de alcaldes y exalcaldes de PP y PRC en San Roque de Riomiera saltándose las normas anticovid ha saltado al debate político regional. Mientras partidos como Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida pidieron ayer la dimisión de los regidores de San ... Roque (PP) y de Villacarriedo (PRC) implicados en el festín, los responsables de las ejecutivas municipales populares y regionalistas se mostraron mucho más comedidos. Se limitaron a censurar lo hechos ya reconocidos por sus representantes locales y no avanzaron ninguna medida disciplinaria hacia ellos.
El último en 'confesar' que estuvo en Casa Setién el pasado miércoles -comiendo «sopa y un par de pollos de corral de Tezanos»- fue el alcalde anfitrión de San Roque de Riomiera, Antonio Fernández (PP), quien declaró que se juntaron «por invitación del dueño» y porque ya lo habían hecho otros años. También admitió -sin dar nombres- que alguno de los comensales «salió por la cocina a un pasillo que da a un gallinero o jardín trasero del edificio cuando se percataron de que venía una pareja de la Guardia Civil».
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Tal y como adelantó ayer El Diario Montañés, varias personas fueron identificadas por la Benemérita por incumplir las normas anticovid dentro del restaurante. Además de Fernández (PP), se identificó al alcalde de Villacarriedo, Ángel Sainz (PRC), y dos exalcaldes regionalistas: el de Vega de Pas, Víctor Gómez, y el de San Pedro de Romeral, Pedro Gómez. También se apercibió a los dueños del establecimiento y a otras personas.
Antonio Fernández | Alcalde de San Roque
Al igual que hizo el alcalde de Villacarriedo el día anterior, el de San Roque de Riomiera reconocía ayer los hechos a preguntas de este periódico y pidió disculpas a sus vecinos, anunciando que se hará pruebas para saber si está contagiado. «Fue una comida de amigos, pero ha sido un error mío y, para salir de dudas, el lunes me haré una analítica por el tema del covid para que estemos todos más tranquilos», afirmó. Explicó, al igual que Sainz, que estaba arrepentido y algo abrumado por el revuelo, ya que había recibido «muchas llamadas», algunas de ellas de otros alcaldes.
«Lo siento por los vecinos», insistió Fernández, que ya ha pasado una vez el covid junto con algunos miembros de su familia en un brote duro que sufrió el municipio tras el verano. Al igual que sus compañeros de mesa identificados, afirmó que solo fueron seis en el convite y estaban solos en el comedor, aunque testigos de lo sucedido insisten en que eran bastantes más. En cualquier caso, las restricciones impuestas por Sanidad prohíben cualquier servicio en el interior de los locales hosteleros de toda la región.
Javier Vélez (PP), uno de los concejales testigo de los hechos y que el pasado viernes criticó abiertamente la actitud de su alcalde y de las personas que acudieron al restaurante, aclaró ayer que censuró lo sucedido por ser una «irresponsabilidad», no por ningún otro motivo como se le estaba ya acusando desde algunos sectores del pueblo, al ser del mismo partido que el regidor. «No es un problema de partido, los que han ido en contra de la salud pública son ellos porque han incumplido la normativa. ¿Quién es el que comete el delito? ¿El que cuenta lo que ha pasado o el que lo comete?», se pregunta.
Ayer, las ejecutivas de los partidos implicados en el «error» de los dos alcaldes pasiegos (PP y PRC) casi coincidían en sus valoraciones sobre las infracciones reconocidas ya públicamente por Sainz y Fernández. Por un lado, rechazaron y criticaron la actitud de los regidores pero admitieron que no se contempla ni se ha valorado aún ninguna medida disciplinaria de partido.
En el caso del alcalde regionalista de Villacarriedo, el vicesecretario de organización municipal de la zona oriental del PRC, José Miguel Fernández Viadero, expresó ayer que este tipo de conductas «no se deben volver a repetir», y admitió que, «como bien han dicho ellos», lo sucedido en la comida de San Roque «ha sido un error». En su opinión, lo que pasó el miércoles en ese bar fue «una comida de amigos, pero en el lugar inadecuado».
Interrogado por si el partido iba a imponer cualquier tipo de medida disciplinaria a Sainz, el responsable regionalista esquivó la respuesta directa para insistir en el argumento de que se habían pedido disculpas y en que aún no se sabe «si se les impondrán sanciones» por parte de las autoridades.
Algo más dura en su valoración, aunque con similares consecuencias políticas, fue la secretaria autonómica del PP, María José González Revuelta. La popular dijo que la actitud de Fernández era «una irresponsabilidad personal» del regidor «mucho más en estas circunstancias». Respecto a la pregunta sobre si el PP adoptará alguna medida disciplinaria contra él, González Revuelta alegó desconocer si los estatutos del partido contenplan esta situación y dijo que no se había valorado aún.
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