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Algo más de un centenar de alumnos de 1º de Bachillerato de cinco centros educativos cántabros ha participado esta mañana en la prueba piloto de la futura EBAU. Sus impresiones ayudarán ahora al Ministerio de Educación y FP a comprobar qué funciona y qué ... hay que ajustar en este proceso de renovación de los exámenes de acceso a la universidad, un modelo que comenzará a instaurarse el próximo curso y se implantará definitivamente en el año 2028.
«Es una prueba previa a la que el año que viene realizarán estos mismos alumnos cuando acaben 2º de Bachillerato. Esta promoción, cuando llegue [al final de la etapa del Bachiller] el año que viene, será la primera que realice la EBAU conforme al nuevo currículo Lomloe», ha explicado Jaime Linares, inspector de la Consejería de Educación y FP. «Queríamos asegurarnos de que toda vaya bien el año próximo, y por eso hemos pedido desde hace meses al Ministerio la organización de un pilotaje que permita evaluar los resultados y quedarnos tranquilos de cara a la próxima prueba», ha añadido Linares, que ha estado presente en el IES Santa Clara de Santander, uno de los cinco centros seleccionados por el Ministerio de Educación y FP para testar la EBAU en Cantabria. El resto son los Institutos públicos de Secundaria Valle del Saja (Cabezón de la Sal), Montesclaros (Reinosa), y Pereda (Santander), así como el centro concertado Las Esclavas, también en la capital cántabra. En toda España han participado 50 centros.
Los 23 alumnos del IES Santa Clara han empezado los exámenes a las nueve de la mañana. Han tenido 105 minutos para completar la prueba de Filosofía, compuesta por un único modelo con dos textos y dos imágenes a elegir. Al término del examen, las sensaciones eran buenas. «Nos ha salido bien. Está muy relacionado con lo que hemos visto en clase», ha comentado Carla y Daniela, dos de las alumnas que han colaborado en el pilotaje. Tras un descanso de cerca de media hora y previa consumición de un tentempié, el alumnado se ha puesto manos a la obra con el ejercicio de Matemáticas, que ha entrañado mayor opcionalidad y, sobre todo, más trabajo de relación de conceptos.
Esa es una de las claves de la futura EBAU: ajustarse al aprendizaje y la evaluación por competencias que promueve la EBAU, es decir, un aprendizaje donde lo relevante es cómo usa el alumnado los conocimientos para «resolver problemas de la vida real».
«La Lomloe parte de un enfoque competencial, significativamente distinto al que veníamos aplicando con anterioridad, y tenemos que mirar que los alumnos se adaptan bien a este tipo de preguntas que, por otro lado, ya son habituales en pruebas internacionales como Pisa. Tenemos que mirar que el sistema funciona, que el tipo de pruebas son aceptadas por los alumnos y que el año que viene los resultados no se van a resentir como consecuencia de un nuevo examen», ha explicado Linares en Santander.
Junto con el inspector, en el IES Santa Clara también han velado por la buena marcha del pilotaje Juan Carchano, asesor técnico docente del Ministerio de Educación y FP, así como el equipo directivo del centro, con Ángel Merodio, su director, a la cabeza. También se ha interesado por las pruebas Jaime Bonaechea, coordinador EBAU de la Universidad de Cantabria.
«Es un pilotaje fundamental para ver y diagnosticar hacia dónde queremos enfocar la prueba. Estamos haciendo estas pruebas en diez comunidades autónomas, y en Ceuta y Melilla, y la idea es diagnosticar y poder anticipar cómo vamos a enfocar» la EBAU el curso que viene, ha explicado Carchano, satisfecho, por otro lado, con la implicación de la administración cántabra en la prueba experimental.
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