Cerca de 1.900 alumnos inician a partir de este martes sus estudios universitarios en la UC

«La cifra de ingresos está bastante estabilizada. Hace seis o siete años empezó a decaer poco a poco la matrícula, por varios factores: por el efecto demográfico, por la implantación de Uneatlántico... Pero ahora se ha vuelto a estabilizar», analiza Ernesto Anabitarte, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado.

Medicina y Enfermería han vuelto a ser, un año más, los estudios más demandados. Las plazas ofertadas, 120 y 75, respectivamente, se agotaron rápidamente «y sigue quedando mucha gente sin poder entrar», indica Anabitarte. También se han llenado los dos grados de Magisterio -Infantil y Primaria- y el de Derecho, algo habitual cada curso, y tres de las titulaciones que se han puesto de moda en los últimos años: Matemáticas, Física e Ingeniería Informática, dotadas cada una con 60 plazas. En Matemáticas se da el caso de que hay 200 candidatos en lista de espera, más del triple que los puestos disponibles de primer curso. Los tres dobles grados -Física y Matemáticas, Economía y Empresariales y Derecho y Empresariales-, siguen su línea exitosa y las escasas plazas ofertadas -entre diez y doce- han tenido una gran demanda, lo que ha disparado las notas de corte.

En el otro lado de la balanza, los grados de Náutica y Minas presentan números de matriculación «muy flojos», al igual que sucede, ya en el campo de las Humanidades, con los Estudios Hispánicos que se imparten en Comillas y con Geografía. En estos últimos casos apenas se han ocupado un tercio de las plazas convocadas.

En lo que respecta a las Ingenierías, otrora buque insignia de la UC, la matriculación ha sido «desigual». Lo detalla el vicerrector: «las de Mecánica, Industrial, Química y Electrónica han llenado, sin listas de espera, mientras que en Telecomunicaciones, Ingeniería Eléctrica y Civil aún hay plazas disponibles». Celebra que en esta última especialidad hayan mejorado los números y se observe «cierto cambio de tendencia» después de tocar fondo en paralelo a la crisis de la construcción.

Anabitarte no oculta su «preocupación» por la crisis demográfica que, «en un medio plazo», trasladará sus efectos a los estudios universitarios; y por la capacidad de la UC para «reenfocar la oferta académica y adaptarse a unos tiempos en los que todo cambia a una velocidad tremenda», teniendo en cuenta además las dificultades legales y normativas que tienen las universidades para ello. En este contexto, plantea como alternativa «ser capaces de ofertar de otra manera títulos que no van demasiado bien». Y pone el ejemplo de Caminos, que va a contar con «un nuevo plan de estudios, con cambios importantes».

Más allá de los grados, en los másteres hay 457 nuevos matriculados, cifra que crecerá también porque un porcentaje importante de los estudiantes defiende su Trabajo Fin de Grado entre los meses de septiembre y octubre y se inscribe después. El año pasado hubo 650 incorporaciones y éste se estima un número parecido. Por su parte, los doctorados se matriculan en diciembre. Será momento, entonces, de echar cuentas y ver si la familia de la UC, incluidos también títulos propios y el Programa Sénior, se mantiene en el umbral de los 12.000 estudiantes.