«La función pública es algo que se lleva dentro, es vocacional»

Junto a Asun, su inseparable compañera del departamento de la Dirección General de Vivienda –y ya «amiga para siempre»–, Dolores, con 47 años de carrera. Ambas coinciden en que las nuevas generaciones de funcionarios «están mejor preparadas, con grandes conocimientos informáticos» , pero lamentan «que no están tan involucrados como nosotros. Ser funcionario no es solo tener un sueldo fijo, hay que ayudar todo lo que se pueda».

Esta manera de servir a los demás también la tiene muy interiorizada Martín Fernández, quien estuvo 42 años trabajando en el área de los servicios sociales. «Más de un fin de semana me he llevado a gente a mi casa del pueblo, porque no tenían dónde ir o cantidad de domingos en los que consideré mi deber trabajar, porque había personas que me necesitaban. Ahora, no veo a tantos compañeros que estén dispuestos a ello».

Los tres miraron hacia atrás con cierta nostalgia, «pero con felicidad». «Espero no haber hecho ningún mal a nadie», agregó Fernández, quien también reconoció que en alguna ocasión ha podido encontrar se con «una situación incómoda», pero siempre tuvo claro su deber: «Si veía que la cosa era turbia, yo no firmaba nada».

Emocionados como el resto de sus compañeros, cada uno piensa ya en lo que les queda por disfrutar de la vida: Asun, sin madrugar, con su nieto y dando paseos; Dolores, dedicando más tiempo a sus flores, y Martín, también paseando, junto a su mujer.

Como hace cada año, el presidente Miguel Ángel Revilla acompañó en este día a los funcionarios, junto a los consejeros de Presidencia, Paula Fernández; de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco; de Economía, Ana Belén Álvarez; de Educación, Marina Lombó, y de Obras Públicas, José Luis Gochicoa. Como recuerdo, les entregó a todos ellos una Estela de Barros con la inscripción 'En agradecimiento a tus años de servicio a Cantabria'.

Revilla recordó su labor «imprescindible» y su importancia, aunque, agregó, «su imagen, en ocasiones, tiende a denostarse». Sin embargo, dejó claro que «se puede estar sin Gobierno, pero no sin funcionarios», porque son los que mantienen «la maquinaria de la Administración».

«Si en algún momento colapsan los políticos, los ciudadanos saben que va a seguir habiendo maestros, médicos, el 112..., gente que va a seguir velando por sus intereses, porque sois los permanentes, los que estáis al servicio de todos y, por eso, sois absolutamente imprescindibles», destacó Revilla, que puso como ejemplo su comportamiento modélico a lo largo de la pandemia.

Por su parte, Paula Fernández, la consejera competente en materia de Función Pública, puso en valor el trabajo diario de los empleados públicos y el «servicio cercano y de calidad» que prestan a la ciudadanía. Funcionarios que «se han dejado la piel» a lo largo de la pandemia y fueron declarados «esenciales» en muchos ámbitos para garantizar la atención a los cántabros y una «vuelta ordenada a la normalidad».