Ángel Suárez
Secciones
Servicios
Destacamos
Ángel Suárez
Antes de montar su primer negocio, Ángel Suárez (Gijón, 1989) estuvo poniendo copas en su ciudad natal. A veces, aún lo hace. «En Semana Grande me tocó y, cuando lo hago, no es por nada, pero lo hago bastante bien. Todavía me conservo y ... me gusta también por dar ejemplo». Ahora él es el responsable de buena parte del ocio nocturno en Santander. Rocambole, Rosé, Luciano, La Tienduca, Coppola, Floridita... Gestiona sus negocios y, además, es el representante del sector en la Asociación de Hostelería. Habla claro. «Entiendo muchas veces las quejas de los vecinos. Pero cuando se sacan las cosas de contexto también creo que debo decirlo».
-Dice que la noche de Halloween es la segunda que más se factura tras Nochevieja. ¿Para tanto es?
-Sí, sí. Es una noche en la que se concentra todo y víspera de festivo. El Carnaval es muy disperso y en Santander no se celebra tanto. Lo comparo con los vuelos de Estados Unidos en Acción de Gracias, que son más que en Navidad. Es un día concreto. Más allá del marketing americano, lo achaco a eso.
-Agotaron entradas para la fiesta del viernes en veinte minutos...
-Salen por internet, como un concierto. En veinte minutos se vendió. Justo entrar y conectarse.
-Está a punto de cerrar el año y tiene una buena vara de medir con sus negocios. ¿Cómo ha ido 2024 para el ocio nocturno?
-Ha sido un año de altibajos, porque 2023 fue bueno y más constante, y 2024 ha tenido momentos puntuales mejores, pero en general ha sido un poco peor. Por ejemplo, la sensación que hay en el sector es que agosto no fue muy bueno. Es un mes en el que hay muchos eventos y por ahí puede haber una fuga importante de clientes. Sobre todo, en los núcleos urbanos importantes.
-Cuando tenía edad para hacerlo, yo salía jueves, viernes y sábado. Eso ha muerto, ¿no?
-Sí. Durante el verano, julio y agosto, en ciudades como Santander, con mucho público, puedes tener para salir todos los días. Y Navidad, todo diciembre con el de tema de cenas. Pero fuera de esos meses, de puentes o hechos puntuales, entre semana no existe. Los jueves han muerto. Lo que puedes encontrar ese día son universitarios, pero no es lo que era antaño.
-¿En qué han cambiado las noches? ¿Se sale menos? ¿Distinto?
-Por mi edad, lo que he conocido los jueves es lo que hay, no lo de antes. Y el fin de semana es bastante estacional. El público local no da para abastecer el ocio nocturno que hay en febrero, por ejemplo, que antiguamente igual sí. Vivimos mucho de la gente que viene de fuera en temporada. Sí es cierto que los sábados siempre está a tope, pero en invierno en realidad vives de una noche o dos. El viernes es un público más juvenil y el sábado, más adulto. Luego hay eventos puntuales, como en octubre, con El Pilar o Halloween. Eso te salva. Congresos, el día que viene a jugar el Sporting... Te dan un empujón y reactivan la cosa.
-La sensación es que en Santander (en Cantabria en general) hay menos bares de copas y zonas que hace veinte años.
-Es obvio, ¿no? No solo menos zonas, sino lo que decimos, que son menos días. Yo no lo he vivido, pero sé que aquí, en Cañadío, antes era todos los días, hace cuarenta años.
-Estaban Perines, la calle Panamá... Y Renedo, Solares...
-Yo eso lo he vivido muy de refilón, pero ha desaparecido casi por completo. Se ha concentrado en las zonas principales. En Santander, Cañadío y alrededores. Pero también hay que decir que después de la pandemia el negocio en sí ha crecido. Respecto a los años 2016 o 2017 estamos mejor ahora. En líneas generales, sí que podemos estar contentos con lo que tenemos en Santander.
-Las discotecas en Cantabria se cuentan con los dedos...
-Obtener licencias nuevas de discoteca es prácticamente imposible. Para tener tienes que ir al extrarradio por la normativa que existe. Lo que quedan son las licencias viejas y, si desaparece una discoteca porque el local se convierte en otra cosa, es muy difícil que haya una renovación. Pero las discotecas tienen un público, un horario exclusivo, y pueden ser rentables. Por eso algunas no van a desaparecer nunca. Yo puedo hablar del Rocambole. Al final es un negocio que tiene cincuenta años.
-Fueron el sector más reivindicativo durante la pandemia. ¿Qué ha quedado de eso?
-Nos marcó un poco a todos. Nos hizo reciclarnos. Dentro de las pocas posibilidades que teníamos, se hizo bastante bien y supimos adaptarnos. De las costumbres, está claro que el crecimiento del uso de las terrazas después del covid ha sido exponencial. Antes teníamos la sensación de que fuera hacía frío. Ahora no importa estar tomándose una copa al aire libre.
-Al hilo de las terrazas y, en general, hay vecinos que entienden que la ciudad se ha 'entregado' a los hosteleros, pero también empresarios que creen que están 'en el punto de mira'. ¿Cómo lo ve?
-Entiendo a los vecinos y, desde la asociación y como empresarios, queremos tener los menos conflictos posibles. De entrada, como ocio nocturno estamos en contra de los afters como los tenemos concebidos en el centro e intentamos dar soluciones. Lo que arrastran o el tipo de clientela que tienen, los horarios, que coinciden ya con la vida diaria de los vecinos, no son compatibles. En ese sentido, estamos también para velar por el interés de los vecinos. Pero cuando se sacan las cosas de contexto también creo que debo decirlo. Y pongo un ejemplo. Cañadío es una imagen de Santander, hay que cuidarlo y hacer actividades. No me pueden decir que hay más ruido ahora que el que había hace cuarenta años. Aquí ha habido mucha más gente como decíamos antes, porque era diario y ahora se concentra en el fin de semana. Además, Cañadío se ha valorizado. Hoy no encuentras un local libre en los aledaños y eso es en base a la hostelería. Si nos vamos a otras zonas que todos conocemos, cuando vemos una calle llena de locales vacíos, a todos se nos cae el alma a los pies. Aquí no pasa. Es un motor económico en el que se han hecho muchas inversiones en los locales. No hay una zona en la que se hayan hecho tantas inversiones tras la pandemia como en Cañadío y los aledaños. Nosotros intervenimos cuando tenemos que intervenir en favor de los vecinos, y los míos aquí -en el Rosé- no se enteran de nada porque tienen unos pisos que están adecuados para la zona en la que están. Habría que buscar la fórmula para que eso se lleve más a cabo para protegerse, como en los edificios nuevos, no solo de las terrazas, también del camión de la basura, de los coches... Hay pisos de un millón de euros en Cañadío y antes no los había.
-Hace poco cambió la norma para que los bares de copas pudieran abrir durante el día. ¿Qué efecto ha tenido? ¿Se ha notado?
-Lo primero, ha supuesto subsanar un defecto que venía de los cambios que se hicieron en la pandemia. Y evitar que gente que desconociera la norma pudiera estar incurriendo en una infracción sin saberlo. Para negocios nuevos o para hacer planes, aparte de que es una cosa justa, nos da unas posibilidades muy grandes. Nosotros, por ejemplo, para abrir a mediodía tendríamos que buscar otra licencia. Y es muy útil para días puntuales de un evento, Nochebuena, Nochevieja por la tarde...
-Hablando de normas. ¿Qué efectos ha tenido el adelanto de la hora de cierre en Torrelavega?
-Más que el efecto en sí, es la imagen negativa que genera. La noche de Torrelavega está como está y yo, como empresario hostelero, no voy a hacer una inversión en un sitio en el que me pueden cambiar el horario de la noche a la mañana, aunque en un principio no me afecte porque igual son los días en los que no estoy abriendo. Me genera una desconfianza que no voy a asumir. E igual que me la genera como empresario, me la puede generar como cliente.
-El Ayuntamiento en Santander está preparando una nueva ordenanza sobre el ruido más restrictiva. Eso les puede afectar.
-Para los locales la normativa es la que es y está bien. De ese tipo no hay quejas. Al final esto lo que nos va a afectar es lo que hablábamos de las terrazas. Al final, el mismo derecho que tiene la gente al descanso también lo tiene a estar en la calle, ¿no? Hablamos de gente que puede estar hablando, no de una persona que vaya gritando por la calle, que sí que le pueden llamar la atención. Al final, porque una persona esté charlando tampoco le puedes decir nada. ¿Limitar las terrazas va a acabar con el ruido? Pues, en invierno igual sí, pero es que si está lloviendo tampoco se les oye. Pero en verano va a ser imposible. Con las colas en los establecimientos para entrar si quieres quitar todas las plazas de terraza de golpe a cierta hora, no es viable. Acabar con eso es complejo. Creo que ahí se incide mejor buscando medidas correctoras en los pisos. Buscar la fórmula para que, igual que los locales nos adecuamos, de alguna forma se puedan adecuar los pisos para que no afecte. Como pasa con todas las obras nuevas que hay.
-Y también se monta mucho lío cuando hay peleas o algún suceso. ¿Es lo que más daño les hace? ¿Es segura la noche aquí?
-Si tiramos de estadística, para el número de noches que abrimos, el dato de noticias negativas es realmente bajo. Y asuntos como una violación grupal o una muerte que hubo tuvieron que ver con los after, que nosotros desligamos del ocio nocturno. No aceptamos en la asociación a ese tipo de socios. Igual que tampoco permitimos que haya locales que funcionen sin licencia o somos los primeros que queremos que las cosas se hagan bien. Es mucho más peligroso, y hay que decirlo, que un chaval vaya a una verbena de un pueblo que salga por la noche en Santander. Al final, un día hay una pelea y es inevitable porque son congregaciones de mucha gente, hay alcohol... Son cosas que suceden en un partido de fútbol, que pueden darse. Además tenemos unos equipos de seguridad que velan por evitarlo. Y resolvemos muchas situaciones antes de que pase nada. Prevenir antes que curar, porque para curar está la Policía. Además, tenemos la suerte de estar en una ciudad en la que el tipo de público es tranquilo. Y el que viene en verano, también.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.