«Las chicas sólo pagaban 50 euros al día por la habitación y tenían plena libertad»

En la segunda sesión del juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial frente a once personas –ocho de las cuales han reconocido los hechos, aceptando penas de cárcel de hasta 80 años– el supuesto líder (vecino de Los Corrales de Buelna) exculpó a sus dos hijos, también acusados y que no reconocen los hechos como él. «No tenían nada que ver con estos negocios». Es más, aseguró que «siempre se lo he ocultado o disfrazado como discotecas o disco-pubs» y «nunca me he puesto a hablar directamente de este tema con ellos».

La fiscal solicita 548 años de cárcel y 2,9 millones de euros de multa al supuesto líder, al que le atribuye 137 delitos de prostitución, un delito de blanqueo y otro de tenencia ilícita de armas por los que se enfrenta a otros siete años y medio de cárcel y una multa de 200.000 euros. A sus hijos, les atribuye los 137 delitos de prostitución y el de blanqueo, y pide una condena para cada uno de ellos de 416 años de cárcel y 3 millones de euros de multa.

En la continuación de su declaración, el principal sospechoso aseguró que la explotación de los clubes es una situación «accidental», puesto que tiene una «vida anterior» a estos negocios, basados, en algunos casos, en la compra-venta de inmuebles y fincas, como una que adquirió, según señaló, «por dos pesetas». «En una ocasión me 'adjudicaron' un local de alterne como forma de pago, de buenas a primeras y sin tener la más remota idea de ese mundo». Y, aunque decidió 'quitárselo' de encima, según dijo, después adquirió hostales junto a un socio en Zaragoza. Sin embargo, insistió en que «nunca he realizado ninguna operación financiera relacionada con las sociedades vinculadas». «Todo el tema de cuentas, bancos y personas y burocrático lo llevaba» su socio, que sí ha reconocido los hechos.

Sobre las escuchas telefónicas realizadas por los investigadores durante cuatro meses y que tienen un peso relevante dentro de esta causa, el supuesto cabecilla aseguró que «todas las conversaciones están cortadas y sacadas de contexto». Y cuando la fiscal le recordó una en la que emplean términos como «trabajar y follar para la casa», respondió que «la chica lo único que tiene que hacer es pagar la habitación». «Las mujeres van y vienen cuando quieren», apuntó, al tiempo que señaló que en los locales donde ejercían su actividad «no me conocían». «Es más, si llegaba a un local se pensaban que era un cliente», comentó.

Su hija, «parte primordial de la organización criminal al encargarse de la gestión administrativa y financiera de la red junto a su hermano», según la fiscal, negó esta acusación y dijo que ella trabajaba «en una inmobiliaria y después en un bar». Además, afirmó que «no conozco a nadie de los locales ni jamás he intervenido en ellos». «Yo confiaba en mi padre plenamente y a día de hoy sigo confiando plenamente», aseveró, después de explicar que hizo determinados pagos o ingresos relacionados con los clubes a petición de él.

El hijo, que achacó sus ingresos a aportaciones de su padre o un premio de la lotería de «cerca de un millón de euros», también rechazó cualquier participación en la actividad de estos negocios, a pesar de figurar en algunas sociedades vinculadas. «No tenía ninguna relación con ningún local». «Mi padre era quien dirigía las sociedades».

El juicio continuará este miercoles con las primeras testificales.