Más de cien médicos de Laredo trasladan por escrito a Sanidad los problemas del hospital

No es la primera vez que desde la propia plantilla alzan la voz para pedir soluciones ante el deterioro del centro. Pero en esta ocasión, la reacción llega apenas unos días después de que el equipo de César Pascual, con Antonio Juan Pastor al frente del Hospital de Laredo, anunciara «el hito histórico» de haber contratado de golpe a 14 facultativos para los servicios de Pediatría, Ginecología, Reumatología, Oftalmología, Neurología, Neumología, Rehabilitación, Digestivo y Urgencias -servicio que incorpora cinco profesionales-, a los que se sumarán en noviembre un facultativo de Otorrinolaringología y otro de Radiodiagnóstico.

La falta de profesionales es una de las razones que explican el declive del hospital en los últimos años, «porque en un importante número de especialidades las plantillas no están cubiertas al 100%, mientras que el número real de contratados en algunas especialidades de otras áreas supera con mucho los efectivos de su plantilla orgánica», indican los médicos en su manifiesto. Una situación a la que se añade «el envejecimiento de las plantillas en general, hasta el punto de que en el algunos servicios más de la mitad de los facultativos con plaza en propiedad son mayores de 55 años, con derecho por tanto a solicitar exención de guardias por edad. Esto supone que la cobertura de la atención continuada se ve comprometida, puesto que depende de menos efectivos reales». Es lo que pasa en el caso de los anestesistas, que no todos hacen guardias, de ahí que, para suplir las tres bajas simultáneas, el SCS haya tenido que recurrir al apoyo de los profesionales de Valdecilla. Pero los médicos de Laredo insisten en que «este déficit no es puntual, sino que se ha agudizado en los últimos años por diversas circunstancias».

Y al problema de personal se suma la «inadecuación de sus infraestructuras», porque el escrito de los profesionales de Laredo recuerda que «hace tiempo que el hospital se ha quedado muy pequeño para atender adecuadamente a una población creciente con el paso de los años». En este sentido, apuntan que el plan de ampliación que presentó en 2015 Sáenz de Buruaga, entonces consejera de Sanidad, «no se empezó a llevar a la práctica de forma notoria hasta 2022».

El equipo médico subraya los inconvenientes ligados a las obras del nuevo bloque quirúrgico, que «redujeron un 30% los huecos físicos para la atención de los pacientes post-operados en Reanimación» y, por lo tanto, provocó «una disminución drástica de las intervenciones quirúrgicas», con el consiguiente impacto en las listas de espera. Y aunque los seis quirófanos nuevos ya funcionan desde junio, «solo se utilizan uno o dos al día», señalan los facultativos, que apuntan también que «el hecho de que anestesistas de Laredo hayan tenido que cubrir quirófanos programados de mañana en Valdecilla como parte del acuerdo para la cobertura de guardias de nuestro hospital ha provocado que sea del todo imposible la autocobertura propia a la que estamos acostumbrados en este hospital».

Problemas a los que añaden los retrasos en procedimientos de endoscopia y en estudios de radiodiagnóstico, y la presión asistencial que soportan desde hace años los médicos de Urgencias -con una plantilla reducida al 50%-. Hasta la fecha, exponen en su carta, se han tomado «medidas cortoplacistas» que «no resuelven los problemas estructurales crónicos del centro». De ahí que pidan a las autoridades sanitarias que comuniquen a trabajadores y población «su plan concreto para el hospital a corto, medio y largo plazo».