Los docentes salen a la calle en Santander por «un salario decente» y «sin condiciones»

La manifestación ha tenido lugar un día después de que la Consejería le presentara a la Junta una propuesta «con cantidades y fechas» en el marco de una negociación que se ha reactivado hace casi dos semanas, y que, si se cumplen las expectativas, podría cerrarse antes de abril. No obstante, de momento, los planteamientos de la Administración y de los sindicatos distan bastante entre sí. El primer movimiento del equipo del consejero, Sergio Silva, implica un incremento de 90 euros mensuales, cuyo primer tramo (30 euros) se abonaría en septiembre de 2025. Además, en su intención de «ampliar el foco», la Consejería ha puesto sobre la mesa la creación o mejora de varios complementos por formación, ruralidad y «contra el absentismo».

Este último –pensado para «premiar», dijo el consejero, a quienes «tengan un absentismo de tres o menos días por incapacidad temporal a lo largo del curso escolar»– es quizá el que más rechazo ha provocado. «Lo de las bajas es insultante. Insinúa que en el sector esas bajas se cogen alegremente», ha apuntado la profesora Lanza, que defiende precisamente lo contrario: «Metemos más horas y lo hacemos, justamente, porque nos gusta nuestro trabajo». Parte de los lemas que han coreado los manifestantes –«¡Estar enfermo no es absentismo!»– han tenido que ver con esta parte de la propuesta.

También se ha hecho referencia a la cuestión en el manifiesto leído al final de la marcha, ya con los manifestantes dispuestos ante la sede del Gobierno, en cuya verja han atado lazos verdes, distintivo de las reivindicaciones docentes. «No solo nos condenan a salarios insuficientes, sino que además dan a entender que nuestras bajas médicas son inventadas», ha lamentado Rus Trueba, presidenta de la Junta y del sindicato ANPE, en su turno de intervención. Al contrario que el consejero, la Junta interpreta este complemento como un agravio para quienes «estén de baja médica». Lo cuantifican en 240 euros.

En Peña Herbosa han vuelto a lanzar los manifestantes sus lemas por un «aumento justo y sin condiciones arbitrarias», por una «adecuación retributiva que esperamos desde hace 17 años» y por «la recuperación del poder adquisitivo» para el colectivo, compuesto por más de 8.500 profesionales en la red pública. «¡Silva, escucha, abre la hucha!»; «¡Salario docente, salario decente!», corearon los presentes.

Micrófono en mano, los portavoces de la Junta le han pedido a la Consejería una «oferta digna», no sin antes criticar que el sector lleva desde 2008 «soportando una congelación salarial autonómica», que, de ejecutarse la propuesta inicial de la Consejería, conllevaría «la pérdida de poder adquisitivo del 72% y desvincular nuestro salario del IPC», ha afirmado Conchi Sánchez, de CC OO, que ha abierto un turno de palabra también protagonizado por Marta Trujillano (TU), Jesús San Emeterio (UGT) y Belén Rodríguez (STEC).

Esa pérdida es una de las razones que ha llevado a la Junta a rechazar la proposición de Silva. La Consejería plantea 90 euros de subida, una cantidad menor que la presentada por los sindicatos: 325,66 euros también con aplicación progresiva. Aunque valora «positivamente» el hecho de «haber comenzado la negociación», la Junta considera «insuficiente» esta primera oferta, ha recordado Rus Trueba.

El complemento por formación que Educación ha puesto sobre la mesa tampoco convence a la Junta: «Nos exigen triplicar las horas» y «los sexenios se acumularán solo para quienes lleven más de 30 años en la docencia», han apuntado sus portavoces, que animan a mantener las movilizaciones sin descartar una huelga a partir del 31 de marzo.

En estas protestas se enmarca el encierro protagonizado la noche del viernes al sábado por cerca de 40 docentes en el IES Santa Clara (Santander), en el que se confeccionaron muchas de las pancartas que se exhibieron ayer en la marcha.