La escalada del precio del diésel lo aleja cada vez más del de la gasolina

Lo cierto es que diferentes factores han provocado que este combustible sea el más castigado estos últimos días. El contexto bélico en Ucrania no favorece. No obstante, para el presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees) y de la patronal cántabra, Jorge de Benito, la principal razón de este aumento se encuentra en la «escasez actual» de este carburante debido al «cierre de muchas refinerías».

0,12euros de diferencia en Cantabria entre los dos combustibles

1,809euros es el precio del gasóleo A a fecha 29 de septiembre

«El principal problema del gasoil es que no hay por la cantidad de plantas que están cerrando. Eso implica que su importe ascienda debido a la alta demanda que tiene. A eso hay que añadir que ahora mismo hay una inseguridad total, puesto que el producto refinado tiene fecha de caducidad. El año 2030 es decisivo, ya que es cuando está previsto hacer desaparecer los carburantes fósiles para cumplir las normativas europeas en el terreno medioambiental. Ante esto, los negocios temen hacer gastos imposibles de recuperar, de ahí muchas de las clausuras», señala el presidente de la alianza, donde también muestran inquietud. «Desde las estaciones de servicio nos preocupa igualmente que no podamos afrontar las inversiones necesarias, sobre todo en las zonas menos pobladas del país, que es donde no sabemos si sería rentable hacerlas», subraya De Benito.

El coste de ambos carburantes ha ido evolucionando a lo largo de este año. De enero a febrero el precio de la gasolina era en torno a doce céntimos superior al del diésel, pero aquella tendencia cambió en marzo, cuando la diferencia empezó a ajustarse, hasta llegar al mes de abril, mes en el que los precios de ambos combustibles aumentaron, quedando la gasolina en torno a tres euros más cara. El pico álgido sucedió entre junio y julio, cuando se alcanzaron tarifas de más de dos euros, en especial la gasolina, siendo su precio superior. Ya a finales del mes de agosto, y hasta hoy, el orden se invirtió y el gasóleo se colocó por encima.

«Yo entré a trabajar en el mercado en el año 1995, y el diésel era muy barato. En origen, la gasolina fue siempre más cara, ya que el gasóleo tenía menos impuestos. Eso le favoreció. Pero ahora, los tributos a pagar por él –0,379 euros por cada litro, además del 21% del IVA–, el encarecimiento del crudo y su demanda, ayudan a que su importe esté aumentando», concluye De Benito.