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Nacho González Ucelay
Santander
Miércoles, 4 de diciembre 2019, 07:18
El Congreso de los Diputados abrió ayer sus puertas al paso embarullado de sus señorías, que cruzaron a empujones el umbral de la décimo cuarta legislatura para apropiarse de los escaños desde los que más cómodo se ve el comienzo de un nuevo curso político. ... En las cumbres, las mismas caras. Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Pablo Casado, Santiago Abascal... También alguna ausencia notable. En las bases, muchas caras nuevas. Pedro Casares, Elena Castillo, Emilio del Valle...
Son los tres diputados cántabros que debutan en la Cámara Baja, donde otros dos parlamentarios, Diego Movellán y José María Mazón, conservan el escaño que ocuparon en el brevísimo ejercicio anterior, que debiendo durar cuatro años apenas duró seis meses.
De largo el más veterano de los cinco representantes que Cantabria tiene en la Carrera de San Jerónimo, Diego Movellán (PP), que en 2016 reemplazó a José María Lassalle, se abrochó ayer a su tercera legislatura. Sí. A la tercera. Aunque no prevé que vaya a ser tan corta como la décimo tercera, tampoco cree que vaya a durar tanto como la duodécima.
«Visto lo visto creo que se avecinan tiempos difíciles para España», advertía ayer el popular Movellán, que da por hecha, y por resuelta, «una alianza entre el PSOE, los comunistas y los independentistas con la complacencia de la extrema derecha, que ha permitido que haya más representantes de Podemos en la Mesa del Congreso».
Muy disgustado por este hecho, el diputado cántabro augura una legislatura difícil porque, a su juicio, «ya sabemos lo que pasa cuando el gobierno depende de un pacto con las fuerzas independentistas». Pasa, asegura Movellán, que España y Cantabria «pierden».
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En la misma línea que su compañero, la popular Elena Castillo, a la que su estreno en el Congreso le resultó «impactante y emocionante», cree que PSOE y Unidas Podemos «ya tienen cerrado un acuerdo de gobierno» al que cree que van a dar luz verde los partidos nacionalistas. Por eso no piensa que esta vez se vaya a repetir el fiasco de la duodécima legislatura.
«Supongo que habrá gobierno. Pero está por ver lo que va a durar», se cuestionó la popular Castillo, «tremendamente agradecida a los cántabros por haberme dado la oportunidad de estar en el Congreso», donde la segunda diputada popular ha desembarcado con la sola idea de «defender los intereses de Cantabria en una legislatura complicada dados los ingredientes que van a formar el próximo gobierno.
El socialista cántabro Pedro Casares también dio ayer sus primeros pasos por el Congreso de los Diputados, donde espera la pronta llegada «de un gobierno progresista que se ponga a trabajar cuanto antes porque eso es lo que están esperando todos los españoles».
«Todos los que tenemos responsabilidades públicas estamos esperando que ese hecho se produzca, aunque eso, como bien es sabido, no depende de unos pocos diputados sino de todos», afirmó Casares, que apeló al resultado de las urnas. «Nos ha abocado a dialogar, a entendernos y a trabajar conjuntamente por los intereses de los españoles», insistió el socialista.
Con la idea de ayudar con su voto a allanar el terreno a un nuevo gobierno que ponga fin a la parálisis en la que está instalada España, el regionalista José María Mazón, que aborda su segunda legislatura en apenas seis meses de vida parlamentaria, juró de nuevo su cargo «con la misma ilusión de la otra vez y con el mismo sentido de servicio a Cantabria que ha caracterizado siempre al PRC».
Él también cree que esta legislatura será más o menos duradera. «Corta no va a ser. No sé si será de cuatro años o no llegará a cumplirlos, pero creo que corta no va a ser», insistió el diputado regionalista, quien avanzó que ayer mismo recibió una llamada de los letrados del Congreso Diputados para averiguar si será él, o quién, el que acuda a la entrevista personal con Felipe VI cuando el Rey inicie los contactos con las diversas fuerzas políticas para abrir el proceso del que deberá resultar un nuevo gobierno.
«Ya me han llamado y ya les he dicho que voy a ir yo», explicó Mazón, que espera de esta legislatura «que se cumplan todas las demandas que traemos a Madrid para su cumplimiento».
Lo mismo que el resto, el parlamentario de Vox Emilio del Valle, para quien jurar su cargo de diputado fue «un honor», llegó a Madrid «muy ilusionado con este nuevo reto y con muchas ganas de trabajar por España y por Cantabria».
Feliz por haber cerrado con la recogida de su acta parlamentaria un círculo político de ancho perímetro, Del Valle abogó por la concienciación de todas las fuerzas políticas. «Ha llegado la hora de formar un gobierno. La gente está muy cansada. Y una nueva repetición de las elecciones no sería nada buena para la Democracia», avisó el representante cántabro de Vox, que piensa que dos partidos en especial, PSOE y PP, «tienen que hacer un esfuerzo por darle a España estabilidad».
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