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En la agenda reivindicativa que la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, llevará a la próxima reunión con Pedro Sánchez aparecen en negrita y destacadas las obras del AVE a la Meseta. Entre la lista de reclamaciones autonómicas al Estado para acabar ... con el aislamiento de la región y su déficit de infraestructuras, figuran tres puntos que tienen que ver con la futura línea de Alta Velocidad, que ahora termina en Palencia y que desde la pasada legislatura, tras la adjudicación de trazados y el inicio de actuaciones sobre el terreno, empieza a extenderse lentamente hacia el norte. Despacio y sin una fecha para la entrada en servicio de los trenes rápidos que unirán Santander y Madrid en tres horas.
En este ámbito, la jefa del Ejecutivo reclama tres cosas al Ministerio de Transportes, tal y como explicó el pasado lunes: que licite las obras del tramo cántabro entre Alar del Rey y Reinosa; que se inyecte el dinero necesario para acelerar las obras en marcha entre Palencia y Osorno, porque ahora mismo avanzan al ritmo de «un 5% al año» y, por último, que arranquen «de forma inmediata» los trabajos ya adjudicados esta primavera -en abril y mayo, respectivamente- de los tramos Osorno-Calahorra de Boedo y Calahorra de Boedo-Alar. Las dos primeras reivindicaciones continúan vigentes, pero Buruaga no necesitará poner sobre la mesa de Sánchez la tercera, porque ahí resbaló. Reclama algo que ya es una realidad, como confirma Adif y corroboran los alcaldes de la zona.
La empresa pública ferroviaria corrige a Cantabria y asegura que ya están en marcha todos los tramos palentinos. Los cinco. El trazado completo de 79 kilómetros que separa Palencia capital y Alar del Rey. «Desde luego, parado esto no está. Y se están cumpliendo los planes, según tengo entendido», apunta Roberto Santos (PP), alcalde de este segundo municipio. «Esto ya ha empezado. En uno de los tramos están ya moviendo tierras y en otro con algunos trabajos previos mientras se instalan los trabajadores que siguen llegando», añade Juan Carlos Campo (GITV), regidor de Calahorra de Boedo. En ambos tramos ya ha empezado a contar el plazo de ejecución previsto en el contrato, pero es cierto que, a simple vista, los avances son más evidentes en el que arranca en Osorno.
Allí, la UTE -integrada por las empresas CHM Obras e Infraestructuras, Copisa Constructora Pirenaica y Construcciones Rubau- cuenta sobre el terreno con cerca de cuarenta operarios de máquina, que se suman a los ingenieros y administrativos que están ubicados en la oficina construida en Osorno, donde terminan de planificar este proyecto complejo que incluye ocho viaductos y numerosos pasos superiores e inferiores para fauna. Una plantilla quizás insuficiente para construir en solo 48 meses -en dos años tendría que estar inaugurado- la nueva plataforma de 20,7 kilómetros diseñada en vía única de ancho estándar para una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora y tráfico exclusivo de viajeros, pero que sí está trabajando, al contrario de lo que trasladó el Gobierno de Cantabria.
En el caso del tramo Calahorra-Alar, la encargada de hacer los trabajos es la empresa cántabra Obrascon Huarte Lain SA, que ha dividido sus oficinas entre los dos extremos del trazado. En Calahorra están ya instalados diez administrativos y técnicos (llegarán otros doce) y se encuentra en construcción un nuevo edificio con almacenes y viviendas para el resto del personal. Y hay otra decena en Alar, «en un local municipal que les hemos cedido», explica Santos, que pone el acento en el impacto económico que el paso de esta gente tendrá en el pueblo en forma de consumo durante los 36 meses que, en el mejor de los casos, estarán en la zona. Llegaron en el mes de septiembre y desde entonces se han dedicado a definir y delimitar el trazado donde se instalarán las traviesas, a la vez que realizaban labores topográficas y las catas para ver el estado de los firmes. «Por lo que nos han dicho, las obras grandes comenzarán ya este mes de diciembre», apunta el alcalde, que no duda de que el cronograma se va a cumplir porque la constructora ya ha contratado a una empresa externa para la seguridad y la vigilancia.
Para que las obras puedan acabar en algún momento es fundamental que antes arranquen. Pero también para que el AVE entre en funcionamiento cuanto antes es importante que el Ministerio de Transportes ponga dinero para que los trabajos sobre el terreno puedan avanzar en tiempo y forma. «Es el presupuesto el que se tiene que amoldar al ritmo de la obra, no el ritmo de la obra el que se amolde al presupuesto», reclamaba el lunes Buruaga, que lamentaba que al ritmo actual la Alta Velocidad no llegará a Reinosa hasta 2042 y exige que en las cuentas del Estado para el año que viene que ya está elaborando el Ministerio de Hacienda haya partidas significativas para esta infraestructura. Dinero para poner fin a una «tomadura de pelo que este Gobierno no va a consentir».
Dinero para los cinco tramos en obras y también para el Alar del Rey-Reinosa, cuyo estudio informativo fue aprobado en abril de 2023. Desde entonces no hay novedad. Ni se conoce el proyecto técnico ni hay plazos a la vista para la licitación. Hasta que comiencen los trabajos en este tramo no habrá realmente ni un solo kilómetro del AVE en construcción en Cantabria, ya que el recorrido de Reinosa a Torrelavega y después a Santander es un tren de altas prestaciones -se ha mejorado la vía para mejorar el servicio y ganar velocidad-, pero no Alta Velocidad.
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