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En una cita paralela, y conscientes del eco mediático del día, varios colectivos acudieron esta mañana a la Casa de Juntas de Puente San Miguel para hacerse oír. Esgrimieron pancartas y proclamas, cada uno por su causa. Fueron varias: las agrupaciones 'Cantabria no se vende' ... y 'Cantabria para vivir', que protestaron por la puesta en marcha del proyecto del teleférico del Mirador del Pas y para oponerse al modelo turístico de la región; y la 'Coordinadora Cántabra por las Pensiones Públicas y Dignas', para exigir a las instituciones «soluciones a los problemas de todos».
Los primeros aguardaron en la estación de tren de Puente San Miguel para iniciar una marcha que los condujo hasta la Casa de Juntas, justo donde aguardaban los segundos para, entre todos, lograr en algunos momentos incomodar a los asistentes al Día de las Instituciones con sus proclamas y cánticos.
Esa era la intención, hacerse oír, y lo lograron. Al menos hasta que la Guardia Civil los obligó a desplazarse a una distancia prudencial, donde sus voces no opacaran a las de los discursos oficiales. En total, más de medio millar de de manifestantes de los diferentes colectivos reivindicaron sus causas durante el acto. Todos con sus motivos: «Hay una disonancia muy grande entre el modo en que gobiernan las instituciones y el sentir y las necesidades de la mayoría de la población de Cantabria», protestó Diegu San Gabriel, uno de los portavoces de 'Cantabria no se vende', integrado en 'Cantabria para vivir', para quienes el acceso a la vivienda continúa siendo un problema de primer orden en la región.
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«Este Gobierno se sigue manteniendo en el negacionismo de que el turismo no tiene la culpa del encarecimiento del acceso a los pisos», reivindicó San Gabriel, que lideró la manifestación en una mañana de un calor sofocante, en que los termómetros marcaron los 28 grados. El representante de 'Cantabria no se vende' aprovechó también para cargar contara la «inacción» del Gobierno de Buruaga e hizo referencia a la necesidad de un cambio del modelo turístico. «El proyecto del teleférico de Yera y el borrador del decreto de pisos turísticos... no es por ahí. Es justo en sentido inverso».
Junto a ellos se encontraban también los integrantes de 'Coordinadora Cántabra por las Pensiones Públicas y Dignas', que desde primera hora de la mañana habían hecho guardia frente a la campa de la Casa de Juntas. «Sanidad rural con medios y personal»...«Gobierne quien gobierne, Cantabria no se vende».. «Residencias, públicas»... «Educación, pública»... «Cuidados, públicos». Todas sus arengas fueron encaminadas a exigir una garantía de los servicios básicos.
Representantes de este colectivo remitieron una carta el pasado 6 de febrero a la presidenta de Cantabria. Una misiva en la que realizan una reivindicación conjunta por «los derechos fundamentales, para que sean atendidos con todos los medios disponibles», esgrimió su portavoz, Gonzalo Barredo; pero aún no han recibido respuesta. «Nos manifestamos hoy para volver a entregarle esta carta», insistió. «Queremos que las instituciones cántabras tengan el apoyo y el respeto de la ciudadanía, pero para ello es imprescindible que las políticas sirvan a las personas», zanjó.
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