Las citas navideñas más seguras

Reducir el número de asistentes, ventilar con frecuencia y guardar la distancia entre los no convivientes, algunas recomendaciones

Laura Fonquernie

Santander

Domingo, 19 de diciembre 2021, 07:39 | Actualizado 12:18h.

Faltan unos días para Navidad y, a medida que empeoran los indicadores de la pandemia con el rápido aumento de contagios, crecen también las dudas sobre las cenas y comidas concentradas en estas fechas. Sobre si juntarse o no con familia y amigos y cómo hacerlo. Antes de las recomendaciones, una premisa: «Todo lo que sea aumentar las precauciones y tomar más medidas, mejor», resume Ángel de Francisco, catedrático de Medicina en la Universidad de Cantabria (UC). El virus está en pleno apogeo y la variante Ómicron ha llegado para complicar aún más las cosas.«Supone un problema serio porque los contagios se irán multiplicando» conforme avancen las jornadas, «al igual que ha ocurrido en otros países», compara el experto. Una transmisión que «preocupa» y «nos lleva de nuevo a una situación delicada».

Con ese panorama a las puertas de la Nochebuena, uno de los factores clave es la vacunación. «Si conocemos la inmunización del entorno, la situación es diferente. Se puede transmitir el virus, pero con menos velocidad e intensidad», reconoce. Este escenario dibuja una reunión con «cierta tranquilidad». ¿Y que ocurre si hay algún familiar sin inmunizar? «Es otro problema». Cambia el tablero. Sólo hay una manera de responder a la duda de si acudir o no al encuentro y depende de la «responsabilidad» de cada uno. Lo conveniente sería evitar el contacto. No obstante, en caso de hacerlo, la persona sin vacunar «debería estar con mascarilla la mayor parte del tiempo». También para los demás la recomendación es usarla, salvo cuando no resulte posible. Y, por supuesto, nada de acudir al evento si se presenta cualquier síntoma compatible con el covid. Tampoco quienes estén a la espera del resultado de una prueba diagnóstica o hayan sido contacto estrecho de un positivo incluso aunque estén vacunados, añaden desde SaludPública.

LAS CLAVES

Antes de la cena Un test de antígenos no asegura que no haya casos, pero permite conocer los positivos. Es «aconsejable»
Número de comensales Para minimizar el riesgo, mejor «reducir los grupos» y no juntarse con personas que estén sin inmunizar
En casa La ventilación del espacio es «determinante». Y en la mesa, mejor servir a cada uno en platos individuales

Decididos a pasar estos días señalados en compañía de familiares, la mejor manera de reducir el riesgo de contagio siempre será limitar los contactos. Javier Llorca, también catedrático de la Universidad especializado en Medicina Preventiva y Salud Pública, recomienda «juntarse con poca gente». Eso es, en realidad, «lo más importante», resume. El virus se transmite por el aire y también entra en juego «lo alto que se hable», explica Llorca. En estas cenas con el entorno cercano, comiendo y bebiendo, «se tiende a subir la voz». Y cuanta más gente se reúna en una casa, más opciones de que aumente el volumen de la conversación. Así que más conveniente reducir el número de comensales.

Cuidado con los test

Al igual que las Navidades pasadas, la ventilación frecuente del espacio vuelve a ser «determinante» y «más importante aún si acude alguien sin la pauta completa de la vacuna», subraya De Francisco. Resulta fundamental «ventilar bien», aunque la temperatura en la calle refresque la estancia. Está comprobado que la transmisión disminuye en los espacios aireados. Sobre todo «cuando hay una corriente constante de aire», explican también en Salud Pública. En este sentido, todo lo que sea estar en la calle o comer en terrazas jugará siempre a favor de la seguridad y complicará la vida al virus. Ymás aún si se tiene en cuenta que para cuando llegue Navidad «seguramente Ómicron esté más extendida», advierte De Francisco. Pero, como apunta Llorca, el frío de diciembre puede complicar cumplir con la ventilación o fomentar el uso de exteriores.

Guardar el metro y medio de seguridad, sobre todo entre las personas no convivientes, es otro de los consejos a tener en cuenta, aunque en las casas «no hay capacidad para grandes distancias», reconoce Llorca. De ahí su insistencia en grupos reducidos. No obstante, si es posible, será otro aspecto «determinante». Tampoco hay que olvidar el gel hidroalcohólico, lavado de manos y evitar pasarse objetos de mano en mano, como los teléfonos móviles. Y, en todo caso, siempre con el bote de gel a la vista.

En los preparativos de estas fechas llenas de encuentros sociales, aumenta también el número de gente que apuesta por hacerse un test previo. Este mes se ha disparado la venta de la prueba de antígenos en las farmacias. ¿Es efectivo? «No está de más hacerse uno horas antes», admite De Francisco. Es más, es incluso aconsejable. Se trata de productos que pueden adquirirse sin receta médica. «Y siempre es mejor hacerlo».

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No obstante, el experto recuerda que pueden darse «falsos negativos».Es decir, ir a una reunión en la que todo el mundo ha dado negativo en el test no garantiza que luego no vayan a registrarse contagios. Es una medida extra, pero no elimina el riesgo al 100%. «Lo que dice el resultado negativo es que la carga viral en ese momento no es suficiente para transmitir el virus», explica De Francisco. Sobre todo si la prueba se hace con menos de seis horas de antelación. «Un resultado negativo no excluye la infección y las medidas de prevención deben mantenerse igualmente», subrayan también desde Sanidad. En todo caso, sí ayuda a «eliminar» del escenario a las personas que son positivas y puede servir para detectar casos activos. Pero nada de bajar la guardia, recalcan los expertos.

Una vez en casa –vacunados y con el test de antígenos hecho– llega el momento de sentarse en la mesa. Cumplir con la distancia interpersonal en espacios interiores puede complicarse. Pero es importante entre las personas y los grupos que sean no convivientes. En este punto, también pueden surgir dudas sobre cómo organizar las sillas si, por ejemplo, hay pequeños en la mesa sin vacunar (la campaña acaba de empezar para los menores de entre 9 y 11 años). Aquí el cuidado debe ser el mismo que hasta ahora, porque «no podemos aislarles durante la comida», señala De Francisco. Y este es uno de esos escenarios en los que un test ofrecería a los comensales algo más de tranquilidad.

Y con los asientos ubicados, llega el momento de organizar el menú. Ya el año pasado se borró de la lista de opciones la costumbre de poner comida en el centro de la mesa y que todos los presentes se sirvieran de ese mismo plato. Aunque la transmisión por superficie a estas alturas de la pandemia es «poco determinante», comenta el médico, lo cierto es que resulta «recomendable» prescindir de la opción de compartir. Por lo que, en la medida de lo posible, conviene «distribuir la comida de forma individual». Precauciones que no falten para que el coronavirus no estropee del todo otra Navidad.