Ceruti será portavoz del Ayuntamiento de Santander y Cs se queda con Santander Creativa y el IMD

Además, caen en sus manos el control del Instituto Municipal de Deportes y el nombramiento de su responsable, así como las direcciones generales de Innovación y de Urbanismo, esta última de nueva creación. La responsable de Cultura, María Luisa San Juan, llevará las riendas también de Santander Creativa. Ciudadanos propondrá dos de los tres candidatos para convertirse en director de esta última empresa, que finalmente será elegido por el Patronato.

Un pacto «satisfactorio», según palabras de Javier Ceruti, que dará un «cambio notable» a las políticas municipales. Ceruti ha subrayado que el documento recoge «las medidas con las que hemos machacado a lo largo de toda la campaña». «Hemos mantenido la exigencia en relación a nuestra propuesta y este acuerdo nos garantiza que vamos a poder llevar a cabo las medidas incluidas», ha manifestado.

Durante la reunión de ayer, el PP había aceptado la «práctica totalidad» de las demandas de programa del partido naranja: la retirada de los espigones de La Magdalena, la anulación del carril exclusivo para autobuses que quedó tras la retirada del Metro-TUS, una revisión del proyecto de integración ferroviaria y mayor participación ciudadana en el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), por citar algunas de las cuestiones fundamentales que repasaron. Las reivindicaciones de cargos, sin embargo, fueron consideradas «desproporcionadas» por la alcaldesa en funciones.

A pesar de que esto hizo saltar por los aires la cita mañanera, finalmente Gema Igual ha aceptado todas las demandas incluída un compromiso de bajada de impuestos global para la legislatura que rondará los siete millones de euros. Para ello, habrá una rebaja del IBI del 6% en el tipo impositivo a las viviendas y al pequeño y mediano comercio e industria en el primer año, y hasta alcanzar el 10% al final de la legislatura; se aumentará la bonificación del 90 al 95% en la plusvalía al cónyuge viudo e hijos; se bonificará un 50% la tasa de basuras para las familias con ingresos entre una o dos veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). También habrá una exención de licencia de apertura para los locales de menos de 400 metros cuadrados, y sze ampliará la bonificación del 50% que hay a familias numerosoas y parados de larga duración a unidades familiares con ingresos inferiores al doble del IPREM en las escuelas deportivas.

Al inicio de esta semana, Javier Ceruti había calificado al PP como opción «preferente» para pactar. Eso sí, sin llegar a descartar en ningún momento un posible tripartito con PSOE y PRC, cuyos líderes (Pedro Casares y José María Fuentes-Pila) no han dejado de recordar estos días que la visión de Ceruti sobre la ciudad está más cerca de la suya que de la del PP.

A medida que pasaban los días, sin embargo, el discurso de Ceruti hacia su socio preferido se fue endureciendo: quería tener margen para poder firmar un pacto con socialistas y regionalistas si Gema Igual no aceptaba sus condiciones y ya el miércoles dio un golpe en la mesa diciendo que «urgía cerrar» la negociación con la alcaldesa. Hay que tener que cuenta que mañana, sábado, la sesión de investidura tendrá lugar a las 10.30 horas y el portavoz de Cs quería llegar a ella con el camino despejado.

Así que ayer se convirtió en un día muy largo para todas las personas que estaban muy pendientes del desenlace. Por la mañana, Ceruti no se anduvo con paños calientes: llegó a la reunión con Gema Igual y César Díaz sin papeles (algo que llamó la atención de los populares) y, desde el primer momento, el lenguaje que utilizó dejaba traslucir distancia. Su forma de hablar tajante también llamó la atención ante los medios de comunicación porque, en días precedentes, se expresaba con firmeza pero apelaba al diálogo. El miércoles subió un par de escalones en el tono de advertencia hacia el PP. Y ayer se mostró terminante. Dijo que había apreciado «ciertas resistencias» en los representantes populares a asumir cuestiones de su programa y que las diferencias pasaban a «ser notables» cuando se habla de los niveles orgánicos (de los puestos que había reclamado).

«Tenemos la sensación de que el PP no ha entendido la situación», declaró nada más ponerse ante los micros. «No venimos a aceptar unos cargos a cambio de transigir y tragar con una política que no sea la nuestra». Si Ciudadanos no puede ejecutar su programa, «no estaremos en este pacto», ya que el partido quiere hacer «su» política en Santander, avisó.

Por este motivo, él no había acudido a la cita en el Ayuntamiento «a elaborar un documento de consenso» con Gema Igual y César Díaz, sino a «imponer» su listado en lo que se refería a los objetivos y a los sillones que su organización tendría que ocupar en varios niveles para alcanzar las metas propuestas. Ceruti había hecho llegar el miércoles por la tarde un listado de peticiones muy concretas al PP y según, indicó, ayer no tenía «nada que modificar». Es decir, el portavoz y su acompañante Diego Marañón iban a la reunión para pedir «un sí o un no» a sus demandas.

En ese momento, y dado que la negociación aún no estaba rota, el nuevo edil se negó a desvelar cuáles eran las solicitudes, aunque admitió que «somos muy exigentes», tanto en las áreas a gobernar como en lo necesario para sacarlas adelante. Añadió que el PP iba a tener que «retractarse en algunas cuestiones» como las escolleras de La Magdalena, la reordenación ferroviaria firmada con el Ministerio de Fomento o la escasa participación ciudadana en la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Lo que reclamamos es «muchísimo» -indicó a este periódico- porque, de no ser así, sería imposible sacar adelante su plan.

Con este terreno de juego, Gema Igual se vio ante una tesitura que no se esperaba. Ella creía que la de ayer era una «reunión de negociación» y le exigieron decir «sí a todo» lo que quería Ciudadanos o perder la Alcaldía de la ciudad. Era «una negociación cerrada», le dijeron.

Pensar en quedarse sin la principal alcaldía de Cantabria para un PP que está de capa caída en toda la región era tanto más doloroso cuanto que la regidora se plegó hasta «casi totalmente de acuerdo» con el programa que Ciudadanos le había puesto delante. Por la mañana, declaró, estaban «al 99 por ciento» en sintonía con los objetivos, «a falta de pulir matices».

Igual expresó que tiene «la intención de seguir» en el cargo y se declaró partidaria de una representatividad «justa» para Ciudadanos incluso «generosa» toda vez que los populares son conscientes de que Javier Ceruti tiene dos votos que inclinan la balanza. Pese a que no se daba todo por perdido, la alcaldesa calificó de «desproporcionado» lo que reclamaba Cs, ya que son «muchos puestos» y algunos de ellos «difíciles» o incluso «imposibles» de cumplir, porque son cargos «restringidos» a funcionarios.

La popular también lamentó que Ceruti se presentara a la negociación con una actitud de «o lo tomas o lo dejas» que le pareció «muy cómoda». Según explicó, el concejal electo no tuvo intención de debatir sobre el documento que les había hecho llegar. «Lo que quería era que diéramos un sí o un no» a lo que se pedía, lamentó, tras señalar que ella ha demostrado en más de una ocasión su postura dialogante o su «capacidad negociadora», como demostró en la última legislatura cuando tuvo que dar marcha atrás al Metro-TUS.

La nota emitida por Ciudadanos hablando por la noche de «avance sustancial» con el PP provocó la total decepción en el PSOE y el PRC, dos partidos que se veían en total sintonía con Ciudadanos para darle un vuelco a la gestión del Ayuntamiento santanderino y que hasta media tarde de ayer tuvieron esperanzas de poder montar un tripartito, al que el PSOE aportaba siete concejales, el PRC cinco y, Cs, dos. Los dos partidos han reclamado en las últimas semanas hasta la saciedad a Javier Ceruti (portavoz de Ciudadanos) que permitiera dar la alternativa en Santander después de 40 años de gobierno de la derecha y que cerrase el paso al PP y a Vox en el Ayuntamiento (Vox no era necesario para la investidura de Gema Igual pero luego sí para gobernar).