Ciudadanos certifica su defunción

Ciudadanos afrontaba este 28 de mayo electoral con todos los sondeos augurando su debacle y sin apenas músculo para poder levantar las encuestas, que anunciaban el derrumbe de la fornación naranja desalojándola del Parlamento de Cantabria y minimizando su presencia en aquellos municipios donde todavía ofrecía resistencia.

Certeros, estos vaticinios se han cumplido y han acabado borrando al partido liberal del mapa político regional, del que Ciudadanos sale completamente descompuesto y sin apenas representación municipal.

Para poder mantener sus siglas en la Cámara autonómica, Ciudadanos, que en las elecciones de 2019 había obtenido tres representantes (si bien concluyó la legislatura con tan solo dos por la marcha de Marta García), necesitaba sacar de las urnas el 5% de los sufragios, un objetivo que no ha alcanzado para frustración de la formación naranja, que sale del Parlamento regional por la puerta trasera.

El descalabro es igualmente mayúsculo en clave municipal, donde Ciudadanos, que en los últimos comicios había conseguido 31 concejales, pierde prácticamente toda su representación. Sale de los principales ayuntanientos, con especial contundencia en Santander y Torrelavega, y no logra sus objetivos en el resto salvo en dos, El Astillero, donde Javier Fernández Soberón se convierte en el último mohicano de Ciudadanos en Cantabria logrando una arrolladora mayoría absoluta, y Castro Urdiales, donde conserva un edil.

Incontestables, los números apenas dejan margen para la autocrítica, ejercicio que, como corresponde, le tocó practicar a su líder, Félix Álvarez.

«Los resultados son malísimos, es verdad», ha admitido Álvarez, que, para empezar, ha destacado «el gran trabajo que hemos venido realizando por Cantabria tanto desde el Parlamento regional como desde el resto de los ayuntamientos en lo que teníamos representación».

En este tiempo, ha dicho el líder de Ciudadanos, «hemos intentado trasladar a los cántabros un proyecto nuevo, diferente, liberal, de centro, pero los ciudadanos han preferido tomar otro camino, decantarse por otras opciones y ante eso no tenemos nada que decir».

Nada que no sea reconocer abiertamente una derrota sin paliativos que aunque no le ha cogido por sorpresa, porque ya las encuentas «nos venían advirtiendo desde hacía algunos meses», sí le causa «dolor».

En relación al cambio de gobierno autonómico que se avecina, Álvarez, que ya ha felicitado a María José Sáenz de Buruaga (PP) por su victoria, a Pablo Zuloaga (PSOE) por sus buenos resultados y a Leticia Díaz (Vox) por hacer avanzar a su formación, admite que en Cantabria, hoy, «se ha producido un cambio histórico que pone el punto y final al «revillismo», cambio que a él le hubiera gustado que se hubiera producido con la participación activa de Ciudadanos.