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Las clases comienzan este lunes para más de 40.000 escolares cántabros de Infantil, Primaria y Educación Especial. El martes lo harán sus compañeros de ESO, Bachillerato y FP, si bien algunos institutos también han fijado para este lunes sus jornadas de presentación y bienvenida para ir aclimatándose.
El curso comienza con novedades. La primera es que el uso de los teléfonos móviles y los relojes inteligentes quedará prohibido en los colegios, y en los institutos será totalmente excepcional y ligado, únicamente, a la actividad lectiva propuesta por un docente.
En el aula, en los patios, en los pasillos y en las actividades extraescolares o complementarias el móvil deberá permanecer en la mochila e incumplir esta medida, que está recogida en las instrucciones de inicio de curso, tendrá consecuencias en forma de «infracción» de las normas de convivencia y podrá ser sancionada por los centros educativos.
Es una «prohibición educativa» y no una «prohibición absoluta», la ha definido el titular de Educación, Sergio Silva.En total, a las aulas cántabras convivirán este curso 8.451 docentes –128 más que el último año escolar– y más de 86.700 estudiantes. La cifra de estudiantes aumenta en el tramo final, en la etapa de FP, pero mengua claramente por el inicio: Infantil y Primaria pierden masa escolar, concretamente, 806 escolares. Esta nueva caída es consecuencia del descenso demográfico y de la «baja» natalidad que experimenta Cantabria.Un modelo transitorio para la FP; la pareja pedagógica en las aulas de 1 año y el refuerzo de las estructuras de orientación son otras novedades del curso.
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