Un clásico: nadie está conforme

Ni siquiera el PSOE, que según este estudio podría convertirse en la fuerza más votada tras más de una década perdiendo fuelle, parece satisfecho. Tampoco el PP, que aprovecha para insistir en los peligros de la división del voto de centro derecha; ni el PRC, agarrado al mensaje de que ha llegado el momento de dejarse oír en Madrid. Todos encaran la contienda a su manera. Con la esperanza de aprovechar el tirón de Andalucía, en el caso de Ciudadanos y Vox, y convencidos de que la vuelta de Pablo Iglesias, tras tres meses de baja, frenará la caída.

A María José Sáenz de Buruaga, el resultado de la encuesta publicada ayer por El Diario Montañés le ha llevado a recuperar el discurso que posiblemente sea el eslogan de su campaña: «Dividir el voto es engordar a Pedro Sánchez. La única opción útil el 28 de abril es concentrar el voto en el Partido Popular». La presidenta del PP de Cantabria, al que el análisis realizado por GAD3 le augura una caída de 16,5 puntos respecto a 2016, y la irremediable pérdida de uno de sus dos representantes en el Congreso, cree que las encuestas no son más que «instrumentos de análisis y trabajo», y afirma que su formación está acostumbrada a que reflejen unos resultados muy por debajo de lo que finalmente consiguen.

La líder de los populares considera que, en cualquier caso, es un buen momento para insistir en la idea de que el único factor que hace que «la encuesta les de a los socialistas dos diputados es la fragmentación y la división del voto de centroderecha». En eso, y en llamar a los cántabros a no correr riesgos y «concentrar el voto en el Partido Popular».

Los regionalistas no parecen dispuestos a dejarse influir por ningún sondeo convencidos de que Cantabria no va a desaprovechar «la oportunidad de elegir una voz propia e independiente, centrada en exclusiva en lo que de verdad importa a la región». Eso fue, al menos, lo que ayer aseguró José María Mazón, la persona elegida por la formación para encabezar la lista de candidatos al Congreso y liderar su desembarco en Madrid. Para el exconsejero de Obras Públicas, la única encuesta que cuenta es la que cumplimentarán los cántabros cuando acudan a las urnas el 28 de abril. «Digan lo que digan, en la calle se respira el apoyo ciudadano al PRC. Los cántabros están hartos de representantes mudos volcados en sus propios intereses partidistas», dice recordando los sondeos que en 2015, a dos meses de la autonómicas, les daban entre 6 y 7 y, finalmente, obtuvieron 12. Quizá por eso, en el PRC no parecen dispuestos a que cunda el desánimo, por más que los expertos de GAD3 aseguren que, a día de hoy, ninguna silla les espera en Madrid.

En la sede de la calle Bonifaz están decididos a no dejarse llevar por la euforia aunque los resultados de la encuesta apunten a que el PSOE podría ser el claro ganador de las elecciones de abril. «Son sondeos que reflejan que la gente entiende y comparte el mensaje de Pedro Sánchez y el Partido Socialista. Pero las mejores encuestas serán en abril y en mayo», aseguraba ayer Noelia Cobo, secretaria de Organización de la formación, que aprovechó «para animar a la ciudadanía a que vote esperanza y confíe en gobiernos socialistas que hagan de este país y de sus municipios una España justa, inclusiva, plural y abierta».

Un mensaje escueto, y una reflexión libre de triunfalismo, para quienes podrían aprovechar la pérdida de fuelle de Podemos y crecer en cinco puntos y medio. Eso sentaría no a uno, sino a dos de los suyos en el Congreso de los Diputados y les llevaría a recordar tiempos mejores. De cumplirse las estimaciones de GAD3, el PSOE lograría el 29% de los votos, algo que no ocurría desde hace quince años.

Luis del Piñal, candidato de Podemos a las elecciones generales por Cantabria, no solo considera que las encuestas «siempre infrarrepresentan» a su formación, también cree que los sondeos suelen tratar de «influir el voto». Para Del Piñal, ni la muestra de la encuesta publicada por este periódico «es suficientemente representativa», ni ha empezado aún la campaña electoral, por más que los partidos (el suyo incluido) lleven días echando el resto tratando de lograr el apoyo mayoritario de un electorado que nunca ha tenido tanto donde elegir. «Las encuestas suelen darnos menos de lo que al final sacamos. En 2015, Cs iba a ser la primera fuerza política y la formación morada iba a estar 'muy baja'. Podemos logró 5 millones de votos y 69 diputados. Otros casi no llegan a 40 escaños». El hecho es que, según GAD3, Podemos Cantabria perdería su escaño en la Cámara Baja.

También para Ciudadanos, «la única encuesta que vale es la del día en que los españoles serán llamado a votar». El cabeza de lista de la formación naranja, Rubén Gómez, no se conforma con mantener los resultados que lograron en 2016: «Confiamos en lograr más votos y crecer el próximo 28 de abril. Igual que lo hemos hecho en Cataluña y Andalucía», afirmó ayer Gómez, convencido de que «las encuestas no suelen acertar». Para ellos, GAD3 prevé una caída de casi un punto. Eso sí, no perderían el escaño logrado en los pasados comicios y sentaría a Gómez en el Congreso de los Diputados.

En Vox aseguran no tener más datos que «la emoción de la gente y el enorme ánimo que nos transmiten». Eso, en opinión de Ricardo Garrudo, el candidato de la formación que dirige Santiago Abascal y que aspira a irrumpir con fuerza en la liga nacional, es suficiente para creer que el futuro 28 de abril obtendrán los mejores resultados. «Es fácil recordar que, en las elecciones andaluzas, la encuesta del CIS apuntaba a que sacaríamos el 1% de los votos. Finalmente fue el 12%. La realidad es que nuestras expectativas son mejores», dice quien, si finalmente se confirman las estimaciones que dibuja la encuesta, tendría asegurado su sillón en el Congreso.

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