La competencia entre compañías vuelve a lastrar los horarios para volar hasta Barcelona

Barcelona es uno de los destinos más importantes del aeropuerto. Es, de hecho, el segundo, tras Madrid, con más frecuencias. El segundo aeropuerto más conectado con Cantabria. Hasta el punto de que hay dos compañías que ofrecen viajes. Ryanair –sólo durante la temporada de verano, hasta finales de octubre (luego no se opera)– tiene tres salidas semanales: martes, jueves y sábados. Con horarios que, salvo alguna excepción puntual, no varían en meses. Se fijan y suelen quedarse así.

Vueling, que ganó el contrato del Gobierno basado en las campañas de promoción de la ruta, tiene más operaciones. Para hacerse una idea, la próxima semana contará con doce salidas (dos diarias de lunes a viernes, una el sábado y otra el domingo). Es un ejemplo concreto porque aquí sí que suele variar la oferta (o los horarios) entre una semana y otra. De hecho, los Amigos de Parayas cuentan que este verano ha sido frecuente que la aerolínea colocara dos vuelos en martes y sábado (que no son los días de más tránsito) y uno el resto de jornadas (algunas con más demanda). Casualmente –o no– en coincidencia con los días de operaciones de Ryanair.

El caso es que el martes próximo habrá un avión de Vueling saliendo a las 17.15 horas y uno de Ryanair, a las 18.55. Poca diferencia entre ambos, pero nada que ver con lo de los próximos sábados. La salida para los pasajeros de ambas aerolíneas está fijada a la misma hora. A las 08.20 horas. Y no hay más en todo el día. Dos colas a la vez para volar al mismo destino y ninguna otra opción en el día, frente a jornadas con hasta tres horarios diferentes para el desplazamiento.

Todo, en un año en el que el aeropuerto camina hacia el récord de pasajeros, pero en el que las rutas nacionales –pasó en agosto– cayeron respecto a 2022.