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«Calle mojada, cajón seco», así explica Agustín Ordejón, gerente de la Asociación de Comerciantes de Santander, la situación que atraviesan los negocios del centro ... de la ciudad. A dos semanas de que comiencen las festividades, la lluvia sigue sin dar tregua a Cantabria e irrumpe en la campaña navideña. La estampa de las principales calles comerciales de Santander dista mucho de la de otros años. La afluencia de gente no es mucha ni en las tiendas de grandes marcas ni en los pequeños comercios. Solo algunos valientes abrieron sus paraguas y se lanzaron «a la aventura». Uno de ellos, Francisco Pérez, que con tres bolsas en cada mano, consiguió terminar los deberes. «Una mañana de sábado productiva, ya tengo todo». A pesar de la lluvia, asegura que no le quedaba otra opción porque «luego siempre estoy fastidiado de tiempo». Igual que Montse Fernández que, consciente de que queda «muy poco para que llegue Navidad», se lanzó a comprar. «He venido a todo correr».
Ordejón explica que, aunque quede poco para los días festivos, «la calle estos días no es apetecible». «La primera quincena de diciembre ha sido complicada, especialmente para el comercio minorista», argumenta Gonzalo Cayón, secretario general de la Federación del Comercio de Cantabria (Coercan). «No solo por el clima, también el aumento de los casos de covid hace que la gente se quede más en casa». Su esperanza, que salga el sol en estas dos últimas semanas o, al menos, que no llueva. Más optimista es el relato de Aroa Camino, dependienta de la zapatería LUA, que aunque asume los efectos del mal tiempo en la afluencia de gente y en las ventas, también reconoce que el 'Black Friday' y los bonos para gastar en comercios les han ayudado mucho. «Ahora hay poco movimiento por el tiempo, pero hubo unas semanas bastante fuertes». Cayón lo atribuye a un ahorro generalizado derivado de la pandemia y de las «interminables restricciones». Considera que «hay ganas de gastar todo lo que no se ha podido antes». Es más, según Ordajón, a pesar de las últimas semanas, las compras han ido bien y se están alcanzando los niveles previos al covid. «Todavía no ha terminado, pero comparado con el año pasado este será satisfactorio».
Agustín Ordejón
Comerciantes de Santander
A la lluvia se suma otro factor negativo. «En el centro no hay sitio para aparcar. Entre eso y el tiempo, la gente se va a los centros comerciales. Creen que es mejor estar a cubierto», lamenta la dependienta de una tienda de cosméticos. Y el reflejo de ello es que los centros comerciales de El Alisal estén repletos de coches. O la caravana en el acceso a El Corte Inglés. «Coincide que las Navidades están a la vuelta de la esquina y que desde el jueves hasta el lunes hay rebaja en muchos productos», explica Elena Botín, responsable de prensa de El Corte Inglés. Según cuenta, lo mismo que se aprovechan las ofertas del 'Viernes Negro' para adquirir los regalos navideños, este fin de semana «también es clave, la gente viene a ultimar compras».
elena botín
El Corte Inglés
Es el caso de Paula García. «Suelo planificarme con tiempo pero he esperado a los descuentos», cuenta mientras espera a que le envuelvan los regalos. Aunque no ha podido comprar todo lo que necesitaba y se ha quedado «con la miel en los labios» por el ansiado Iphone 13, que desconoce cuando estará disponible. «Me he apuntado en una lista para que me llamen cuando llegue». Botín explica que esto les sucede con algunos productos estrella, como la Play Station 5, «pero se van surtiendo y se asignan por el orden en el que se hayan ido inscribiendo».
Carmen Canales, que ojeaba los escaparates de la calle Lealtad, prefiere no pensar en lo que no va a poder comprar, «me limito a lo que hay». Acaba de empezar con las compras navideñas porque el 'Black Friday' «es una locura» y no le gustan las aglomeraciones. Los últimos días «era imposible salir a la calle, así que fui a centros comerciales cercanos». Pero ayer, en un momento en el que la lluvia no era tan intensa, continuó con la odisea de todos los años.
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Ana del Castillo
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