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Mayo es el mes por excelencia de las primeras comuniones que llenan los restaurantes de niños, de alegría y juegos en el jardín. El principal cambio que se notará este año es que las celebraciones se concentran sobre todo los sábados, siendo antes el ... domingo el día reservado para las comuniones. No es lo único que ha variado en los últimos años, ya que «ahora los padres se involucran mucho más» y, aunque sigue habiendo comuniones pequeñas y familiares, por lo general el evento ha crecido en número de invitados y presupuesto, que ronda de media en Cantabria entre 2.500 y 5.000 euros y llega a los 50 invitados.
Otro de los aspectos novedosos en este tipo de celebración es la importancia que ha adquirido la parte de la animación en detrimento del aspecto religioso, que pasa a un segundo plano hasta el punto de que son minoritarios los reportajes fotográficos encargados en las iglesias, según confirma Javier Rosendo de Estudio Switch On. «Antes era prioritario tener recuerdos de la ceremonia en la iglesia, pero hoy está perdiendo valor el reportaje del día de la comunión. Nadie encarga esa parte, sino que se demandan reportajes en exteriores fuera del día de la celebración, en entornos o lugares como el bosque de las Secuoyas o en playas». El precio medio puede oscilar para las fotos de estudio entre los 120 y 300 euros; 700 euros si hablamos de un álbum impreso.
La mayoría de las familias contratan animadores, pintacaras, castillos hinchables, magos, toro mecánico, 'foodtrucks', decoración, flores... Las propuestas para subir el nivel del entretenimiento son variadas y originales, como 'la fiesta de la espuma' o yincanas personalizadas en función de los gustos de cada niño.
El número de invitados oscila entre 12 y 50 asistentes porque, aunque han cobrado protagonismo las comuniones grandes donde «tiran la casa por la venta», éstas últimas conviven con las de toda la vida, íntimas y familiares.
Es el caso de Marta Ruiz, que celebrará este mes de mayo la comunión de su segunda hija, Martina González (en la fotografía que acompaña la información).
«Preferimos celebrarlo de una forma sencilla y familiar. La gente hace un evento demasiado espectáculo. En mi opinión, es un acto social y quieren aumentar y mejorar lo que han visto y acaban pareciendo bodas», comentó Ruiz, en la prueba del vestido de su hija, en Palmira.
Por su parte, Patricia Roiz Toraño, gerente de la Posada Santa Ana, Grupo Nueva Dársena, apunta que «no hay término medio; unos tiran la casa por la venta e invitan a 40-50 personas y otros prefieren algo familiar con 12-14 asistentes», explicó la gerente de una de las fincas que está especializada en la organización de comuniones, que incluye piscina entre sus opciones.
Las frases
Patricia Roiz | Finca Santa Ana «Las familias se involucran más y contratan muchos servicios de animación»
Javier Rosendo | Fotógrafo «Se pierde el valor del reportaje en la iglesia y el día de la comunión y lo que se demanda son posados en exteriores»
Ana Santamaría | Rosa Clará «Muchas madres nos dicen que a ellas no les dejaron decidir nada en su comunión y por eso fomentan que sus hijos decidan casi todo»
Por ejemplo, contar con monitores titulados (uno por cada 10 niños) son 165 euros; toro mecánico para que los niños se diviertan, 440 euros; el castillo hinchable sale por 330 euros; la fiesta de la espuma cuesta 300 euros una hora; y una fuente de chocolate con brocheta de frutas y gominolas desde 500 a 700 euros.
«Lo que sí es cierto es que los padres cada vez se implican más en todo: la decoración, la comida, los juegos...», continuó Patricia. Cada fin de semana se juntas varias comuniones en la misma finca y los padres lo aprovechan para compartir los gastos de las actividades de ocio que contratan entre varios y se diluye el precio: «se reduce el precio al compartirlo y los niños se lo pasan mucho mejor cuántos más participen y no tiene problemas con nadie».
El Hotel Victoria tiene una larga tradición organizando comuniones. Este año, entre mayo, junio y algunas sueltas en julio, darán 53. El menú medio se sitúa en 60 euros e incluye dos horas de animación con 'SuperPekes'.
María Carral, responsable de evento en el hotel, explica que en los últimos años «se nota que las comuniones han cobrado importancia y son más grandes. Con frecuencia llegan a las 50 o 60 personas. También hay más pequeñas, entre 20 y 30 asistentes. Un precio medio podría ser sobre los 2.500 euros».
El Hotel Victoria tiene capacidad para reunir siete comuniones el mismo día, «y que todos disfruten de un evento personalizado y exclusivo. Se celebran tanto sábados como domingos, aunque los sábados son los días más solicitados», añade María.
En la Finca San Juan Hostería y Catering (en Castañeda) comenzaron la comuniones el último fin de semana de abril. Desde entonces no paran, entre comuniones y bodas. «Es el siguiente evento importante después del bautizo y las familias lo cogen con muchas ganas e ilusión y se vuelven a involucrar mucho con las decoraciones, mesa de dulces... Los padres viene con muchas ideas y nos piden cosas diferentes», explica Eduardo Fernández, responsable.
En ese espacio emblemático, «varía el numero de comensales de 14 a 40. El evento comienza como una boda, con la recepción con un 'vinito' en la terraza seguido de un aperitivo, y después se pasa a la zona del banquete que se alarga hasta las ocho de la tarde. Los niños hacen actividades conjuntas con otras comuniones en hinchables, yincanas, magia...», continúa Eduardo, que concretó que el menú (dos platos donde se elige desde bogavante a pescados) varía desde 54 euros a 85 euros.
500 euros
cuesta el vestido de comunión de niña en Palmira y Rosá Clará.
200 euros
es el precio medio del traje de almirante para la ceremonia del niño
En la Casona del Judío, restaurante con Estrella Michelín, llevan 12 años dando comuniones y en este tiempo, el chef al frente del negocio, Sergio Bastard, destaca que el servicio que ofrecen se ha vuelto «más exclusivo». «De siete comuniones que dábamos en un mismo día hemos pasado a un máximo de tres. Las familias valoran ese trato personal y exclusivo».
El tamaño del evento, en base a su experiencia, se mantiene en la misma línea con el paso de los años: «Sobre los 25-30 comensales máximo». En cuanto al menú, «se cuida más y se ha ampliado con un coctáil al principio, al igual que en las bodas, que antes no se hacía». El precio en esta casona indiana del siglo XIX ronda los 75-85 euros por persona (hay menú infantil).
Una de las partes más importantes dentro de la organización del evento es el vestido en el caso de las niñas o el traje de almirante, para los niños. De media, para ellas el precio ronda los 500 euros en firmas como Rosa Clará o Palmira, aunque la horquilla va desde 150 euros a 700 euros. Para los niños, la media está 200 euros.
300 euros
cuesta el castillo hinchable. Además, hay que preparar 440 euros para el toro mecánico y 500 de la fuente de chocolate.
«Las niñas son las que mandan. Ahora lo deciden todo y las madres comentan precisamente eso, que ellas no pudieron elegir nada y que por eso quieren dejar a sus hijos elegir y participar de las decisiones», destaca Ana Santamaría, responsable de la firma Rosa Clará en Santander.
En cuanto a las tendencias, los vestidos son más casuales y sencillos, con menos vuelo y materiales con más caída. «Se ha descargado mucho el vestido de comunión», continúa, y recuerda que «se trata de un vestido que se hereda entre hermanas y primas».
En Palmira llevan 94 años vistiendo para la primera comunión. Han vestido a varias generaciones de una misma familia. Tanta experiencia permite sacar algunas conclusiones. «Ahora mandan los niños, que lo deciden todo al 80%», señala Beatriz Betanzos. «La celebración de la comunión ha ganado importancia en cuanto a la fiesta, pero no en la vestimenta, a la que se la de menos importancia con tejidos más caídos, menos vuelo. Para los niños se lleva el clásico marinero en versión modernizada en color pastel o americana».
Los vestidos de comunión solo se ponen un día, motivo por el que hay un amplio mercado de segunda mano con atuendos que están «en perfecto estado» ya que «solo han tenido una puesta», dicen los anunciantes en las plataformas de ropa y artículos de segunda mano (como Wallapop) donde se ofrecen vestidos de comunión desde 100 (cancán incluido), a 190 euros. La inversión que se hace en el traje de comunión es elevada (entre 200-500 euros), pero ya sea porque se vende o porque se queda en la familia, será un vestido con una larga vida, pasando por hermanos y otros familiares. «Aunque la fiesta se celebra más, todo lo religioso va a menos y la natalidad también cae, con lo cual, el número de comuniones desciende cada año», opinó Beatriz Betanzos, al frente de Palmira, que lleva 94 años vistiendo a novias y comuniones.
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