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M. SAN MIGUEL/ D. MARTÍNEZ
Domingo, 7 de julio 2019, 07:55
El Instituto de Medicina Legal llevó a cabo ayer la autopsia del cuerpo hallado en la costa de Cóbreces, después de que el juez diera prioridad a su caso. Ahora, las muestras de ADN obtenidas por los técnicos forenses de guardia serán enviadas a Madrid, ... donde determinarán en los próximos días la identidad del cuerpo sin vida que apareció el viernes a mediodía flotando en el mar.
Sin embargo, aunque los trámites legales deben seguir su curso para tener certezas absolutas, las múltiples coincidencias hacen prever que este proceso tan solo sirva para dar por válido lo que es una sospecha fundada: que el cuerpo es de Manuel Blanco Iglesias, el joven de 16 años natural de Torres (Torrelavega) que desapareció la víspera de San Juan, cuando se encontraba con sus padres y hermanos en una zona de acantilado en Casasola (municipio de Ruiloba).
La desaparición 23 de junio. Manuel Blanco Iglesias, de 16 años y natural de Torres, desaparece en la zona de Casasola (Ruiloba). Se encontraba pasando una jornada de pesca con su familia cuando dedició ir a dar un paseo solo y no regresó.
La búsqueda Salvamento Marítimo y 112 peinan la zona por tierra, mar y aire durante dos semanas. A ellos se suman también voluntarios y hasta cuatro helicópteros de distintos organismos. Ante la falta de resultados, el dispositivo comienza a retirarse.
Viernes, un cuerpo en Cóbreces A las 11.30, el barco 'Nuevo Playa de Luaña' localiza un cuerpo flotando en Cóbreces cuando regresa de echar las redes. Da el aviso al 112 y se pone en marcha el operativo de rescate, que desplaza al helicóptero del Gobierno.
La familia había ido a pescar a la Punta de la Corneja pero en un momento dado, alrededor de las ocho de la tarde, el chico decidió irse a caminar y desapareció. Desde entonces, un operativo por tierra, mar y aire que llegó a estar formado por más de cien personas entre profesionales de emergencias y voluntarios se centró en localizar al joven. También los pescadores de la zona que salieron a faenar esos días de intensa búsqueda lo hacían con los ojos puestos no sólo en sus redes, sino también en la posibilidad de hallar algo fatídico.
Eso fue, por desgracia, lo que ocurrió finalmente el pasado viernes: los tripulantes del 'Nuevo Playa de Luaña', con base en Comillas, dieron el aviso a los servicios de emergencia y hasta el lugar se desplazó tanto la Guardia Civil como el helicóptero del 112, que fue finalmente quien utilizó una cesta para recuperar el cuerpo y transportarlo primero hasta tierra firme y después hasta Santander, donde quedó bajo custodio policial.
Inmediatamente todas las voces dieron por sentado que el cuerpo debía de pertenecer al joven de Torres, algo que sólo se podrá dar por seguro cuando así lo confirme las pruebas de ADN que se realizarán los próximos días en Madrid.
Los especialistas en criminalística de la Policía Judicial de la Guardia Civil no pudieron realizar su identificación por el estado de avanzada descomposición del cadáver, sin embargo, la coincidencia de la complexión del cuerpo, la ropa y hasta la zona donde fue encontrado hacen pensar que esta espera, que puede ser cuestión de días, únicamente solo sirva para confirmar la evidencia.
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