Concluye un curso de pactos, «contrastes», debate digital y «asignaturas pendientes»

Sin perder de vista que ha cumplido con la mudanza de casi 300 trabajadores de la calle Vargas al Río de la Pila, Sergio Silva está «satisfecho» con la marcha de su primer año escolar como consejero de Educación, FP y Universidades. El popular celebra «la normalidad» con la que empezó y concluye el curso, y pone el foco en los dos «pactos nucleares» que ha logrado con los sindicatos: la jornada lectiva reducida para docentes de más de 55 años -bloqueado desde 2012- y el acuerdo unánime por la pareja pedagógica en las aulas de 1 año, que hace de Cantabria un referente en esta etapa, que tendrá 28 aulas más en el curso 2024-25. También celebra la apertura del debate sobre la salud, la digitalización de las aulas y el uso del móvil -«hay un problema de sobreexposición a las pantallas, y, aunque no somos el problema, somos parte de la solución», defiende-; la «potente oferta» cántabra en FP y la resolución de las altas en la Seguridad Social de los alumnos en prácticas: se han gestionado tres mil «sin apenas incidencias». Además, Silva trae al frente los «excelentes» datos del Informe PISA que hacen de Cantabria el tercer mejor sistema educativo del país.

¿Qué queda pendiente? Silva admite que la carga burocrática es un asunto «nada sencillo» en el que «queda mucho por avanzar», y también que está en su ánimo llegar a un gran acuerdo de bajada de ratios. Sin embargo, «la escolarización en 2º de Primaria se está haciendo ya con 20 alumnos» por clase, como ocurre en 1º.

«Valoramos positivamente la línea continuista de bajada de ratio», dice aquí la Comisión Permanente del Comité de Directores de Infantil y Primaria que preside María José Rioseco. Para los colegios ha sido «un curso cargado de novedades», entre la Lomloe o la consolidación del modelo de aulas de 1 año; con pasos al frente, como el pacto por la jornada lectiva -mejora «las condiciones laborales del profesorado» y da «mayor disponibilidad horaria»- o la regulación del móvil, y con asuntos que «nos generan cierta expectativa», como «la implementación de los criterios para fijar plantillas tipo» en Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje. Los colegios siguen reivindicando la disminución de la carga burocrática y administrativa y temen que «el descenso de la natalidad» conlleve el cierre de «unidades» y se traduzca en una «pérdida de puestos de trabajo».

Desde la Comisión de Secundaria, Norberto García habla de un curso positivo cuya «guinda» sería un cupo docente «generoso» para «ofrecer más calidad al alumnado y permitir que los centros se desarrollen». García destaca la cercanía de la Administración y, más allá de los asuntos pendientes, como el alivio de la carga burocrática, el balance es positivo. «Se han sentado los cimientos del funcionamiento de la Consejería. Se ha cumplido con la convocatoria de los comités y han sido permeables a nuestras propuestas».

También subrayan la mejora de la comunicación «de forma abismal» en FAPA. Las «mesas de Familia han existido de verdad», dice José Manuel Torre, al frente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la educación pública. No obstante, sus reivindicaciones se mantienen intactas. ¿Cuáles? Mejorar el banco de recursos, un final de curso en Secundaria en tiempo y forma o eliminar la jornada reducida en junio y septiembre. «Siguen siendo asignaturas pendientes».

La Junta -STEC, ANPE, CC OO, UGT y TU-, que señala que este curso ha tenido «que insistir en muchas ocasiones para ser atendida» por la Consejería, recurriendo, incluso, a encierros o protestas, lamenta que no se haya cumplido «el ambicioso calendario de negociaciones» previsto, que ha dejado «temas muy importantes pendientes» de abordaje: reducción de ratios, teletrabajo, adecuación salarial, condiciones de trabajo del personal itinerante, reducción de la burocracia o revisión de los puestos de difícil desempeño. «Consideramos fundamental que la Consejería cumpla su compromiso y aborde, lo antes posible, la negociación de bajada de ratios en Primaria y Secundaria», dice la Junta, que celebra que el «importantísimo» pacto de las aulas de 1 año sea fruto de la «presión» que ha ejercido.

Identifica «problemas derivados de la falta de personal» en el área de recursos humanos de la Consejería, que han retrasado «el cobro de trienios, sexenios y dietas» a 800 personas; y lamenta dos decisiones en la educación concertada: que no se haya revertido la privatización de la orientación educativa y el anuncio de nuevos conciertos en Bachillerato. En octubre iniciará la campaña 'Es la hora de los docentes' por una adecuación salarial «lineal, general y no condicionada».