El conflicto laboral de las ambulancias se recrudece en plena fase de rebrotes

«Todo esto comenzó cuando reclamamos las 200 horas extras que trabajábamos al año», aclara Miguel Expósito, representante de los trabajadores. Su calendario contemplaba entonces guardias de 24 horas seguidas de tres días libres. Cuando el juez dirimió la disputa sobre las horas impagadas, la empresa acató la sentencia, «y ahí optó por perjudicarnos, imponiendo jornadas de 8 horas en turnos de mañana, tarde y noche», denuncian los empleados. Algo que ayer terminó de implantarse también en el servicio de las cuatro Unidades de Soporte Vital Avanzado (UVImóvil) que existen en Cantabria.

Dicen los trabajadores que ese sistema de horarios trae dos problemas asociados:por un lado «no hay personal suficiente para cubrir todos esos turnos y se generan deficiencias en el servicio». Por otro, la mayor rotación de técnicos genera mayor riesgo de contagio. De hecho, son ya 12 los infectados registrados entre el personal, que han tenido que cumplir aislamiento en algún momento de esta crisis sanitaria.

La gerencia de Ambuibérica ve las cosas de otro modo: «El cambio del calendario tiene que ver con la obligatoriedad de cumplimiento de una sentencia, para que ningún trabajador haga más horas de las debidas. Y en todo caso nada de esto está afectando a la calidad del servicio ni a los pacientes». Ofrece, incluso, una solución posible. «Podría negociarse un regreso a los horarios anteriores, con guardias de 24 horas, pero siempre que se firme un nuevo convenio colectivo».

Propuesta, según los trabajadores, que pasaría por regresar al punto inicial pero renunciando al pago de esas horas extraordinarias, algo que hace imposible la negociación. Y entre tanto, el SCS prefirió este lunes no pronunciarse sobre una situación que puede afectar al rendimiento del servicio de ambulancias en cantabria. Incluso, desde este lunes, al servicio de UVI móvil.

El resumen sobre el impacto de la pandemia en Cantabria, que publica diariamente la Consejería de Sanidad, llamó este lunes la atención de los sanitarios por los 73 enfermos ingresados en alguno de los cuatro grandes centros hospitalarios de la región. Precisamente porque se trata de un número que siempre ha servido de testigo fidedigno de cuán complicada es la situación de la pandemia en Cantabria. Y aunque las cotas de presión asistencial están muy lejos de acercarse a lo vivido en marzo y abril, sí que conviene atender a este incremento, sobre todo porque son cinco más de los ingresados el sábado: cinco personas más en sólo 24 horas. Además, ocho de ellas permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Valdecilla.

Sanidad cifra en 108 los nuevos positivos detectados el domingo, que eleva a 1.720 los cántabros que cursan la infección en estos momentos en la región; aunque por suerte la mayoría son asintomáticos o están cursando la enfermedad sin mayores problemas. Hasta 1.647 cumplen cuarentena domiciliaria.

La cifra de fallecidos se mantiene en 223 desde que perdiera la vida el pasado miércoles la última víctima de la pandemia, un hombre de 86 años que tenía patologías previas. Por suerte continúa aumentando también la cifra de los curados. Son ya 4.660 (el 71% del total). La mirada está ahora puesta en comprobar el impacto que pueda tener la vuelta a las aulas tanto en Educación Primaria, Secundaria, como en la Universidad.