La consejera de Sanidad dice que informó de la legionela «por los cauces oficiales»

Lejos de admitir el más mínimo error en la gestión sanitaria del brote de legionela del balneario de Liérganes, en el que falleció una mujer y resultaron afectados otras doce personas, la consejera de Sanidad, María Luisa Real, defendió sin ambages el «cumplimiento del protocolo» establecido en estos casos y la actuación de la Dirección General de Salud Pública. En su primer acto público tras destaparse el foco de legionelosis, que fue adelantado por este periódico el pasado miércoles –justo 24 horas antes de que la Consejería admitiera que efectivamente el problema existía y que ya se había cobrado incluso una víctima mortal–, la titular de Sanidad quiso «dejar claro» que «se han tomado las medidas de control que correspondían –incluido el cierre parcial de las instalaciones– en función de los datos epidemiológicos, de los resultados del laboratorio y de la situación de las infraestructuras».

Después de que la semana pasada esquivara las explicaciones a los medios, hoy accedió a dar un breve canutazo, tras asistir al acto de celebración del Día Mundial del Farmacéutico, en el que aseguró que «se informó en todo momento» y «por los cauces oficiales» tanto al Ministerio de Sanidad como a la Unidad Nacional de Vigilancia Epidemiológica, que era, a su juicio, «a quien se tenía que informar», por tratarse de «una enfermedad de declaración individual y obligatoria».

La consejera insistió en que se actuó «con responsabilidad» y «en cumplimiento» del Real Decreto que regula la prevención y el control de esta enfermedad. Y puntualizó que si se envió una nota de prensa solo al día siguiente de difundirse la información del brote de legionela fue «para evitar especulaciones sobre este caso que ya estaba en manos de la Dirección General de Salud». De hecho, la primera notificación de la presencia de la bacteria en las instalaciones del balneario data del 7 de agosto, un mes y medio antes de que trascendiera públicamente la afección. Sin embargo, Real defendió que «no se puede confundir la información de Salud Pública, con el interés legítimo periodístico o de una exclusiva periodística. Son dos cosas diferentes. Una cosa es la información sanitaria de Salud Pública, que como he dicho se ha hecho en todo momento por los cauces oficiales y otra cosa es el interés periodístico legítimo, que yo entiendo», aseveró. La gestión en torno al brote de legionela también dio lugar a críticas políticas. El PP exigió a la Consejería que informara con «transparencia» y «celeridad» a la población para no generar «alarma social» y censuró el «silencio» y la «ocultación» del Gobierno.

¿De quién es la responsabilidad de que hubiera usuarios del centro que no fueran informados del brote? Esta fue la principal queja que lamentó, Yolanda Palacios, hija de la fallecida a causa de la legionela en el balneario de Liérganes –una mujer de 83 años, nacida en San Vicente que residía en Gijón–: «Si me hubieran explicado lo que estaba pasando allí cuando nosotras llegamos, nos hubiéramos dado la media vuelta, y hoy mi madre aún estaría viva».Sin embargo, la información no llegó ni desde la dirección del balneario ni tampoco por parte de las autoridades sanitarias. Ayer, esa pregunta fue trasladada a María Luisa Real, que se limitó a repetir las declaraciones que había hecho previamente: «La Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, lo que ha hecho ha sido informar por las vías oficiales a quien tenía que informar y hacer las medidas de control y el cierre de las instalaciones indicadas en función de los resultados epidemiológicos».