La Consejería no aclara la segunda dosis de AstraZeneca tras los vaivenes del Ministerio

Aquí lo que se dijo tras el Consejo Interterritorial es que las personas pendientes de esa vacuna -en ese momento 17.099- podrían elegir si completaban la pauta con la fórmula de la Universidad de Oxford o preferían ponerse una de Pfizer. Cantabria defendió en el debate mantener las dos posibilidades abiertas. «Me parece bien que se utilice Pfizer, que es el planteamiento que se llevó a la Comisión de Salud Pública», señaló entonces el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, pero «también defendemos que aquellas personas que recibieron un primer pinchazo de AstraZeneca y quieran recibir el segundo lo puedan hacer». Y le constaba en ese momento, según dijo, que eran «muchos» los que estaban por esta opción (algo que parece confirmarse con el paso de los días). Es más, él mismo reconoció que, «a título personal», elegiría completar la pauta con el mismo suero. «Yo personalmente, no como consejero de Sanidad, si estuviese vacunado con una primera dosis de AstraZeneca me pondría una segunda de AstraZeneca sin ningún problema», señaló, añadiendo que le da «mucha seguridad» esa vacuna y no tiene «ningún miedo», además de que si no han surgido problemas con la primera dosis la posibilidad de que ocurran con la segunda es «muy remota». Y ese discurso contrasta con el movimiento del jueves desde el Ministerio. La orden de que que las comunidades insistan con Pfizer y hasta el recordatorio -lo hizo el propio departamento de Carolina Darias- de que en España se han registrado veinte casos de trombosis muy infrecuentes en menores de 60 años, que cuatro de ellos acabaron con fallecidos y que otro quinto está en investigación. Todos ellos, con la primera dosis. Estos casos representan el 0,0004% de los 4,98 millones de dosis de AstraZeneca administradas y los fallecidos suponen el 0,00008%.

Más allá de que en los próximos días desde la Consejería o desde Salud Pública se varíe en algo la estrategia o el mensaje que se traslada a la ciudadanía, lo cierto es que, desde un punto de vista práctico, la campaña de vacunación en la región se ha preparado en las últimas semanas para tratar de atender con los menores apuros posibles a los que pidan ser vacunados con AstraZeneca. Desde hace tres semanas, las dosis que han llegado de esta vacuna -que han sido menos de lo previsto, lo que ha ralentizado el ritmo de pinchazos- se han ido guardando. Una reserva que el jueves se cifró en 10.800. Y a esas hay que añadir las 17.800 que está previsto que lleguen este lunes -se maneja esa cifra, pero puede no ser exacta, según explicaban desde el SCS-. «A expensas de lo que siga llegando, y manejando ese escenario posible de que la mayoría elija repetir la vacuna, tendríamos cubiertas unas cuatro o cinco semanas con esto», apuntó este jueves Celia Gómez, gerente del SCS.

Lo cierto es que la crisis continua de AstraZeneca ha entrado en las últimas horas en un nuevo capítulo. De ser la vacuna más temida por los trombos en marzo a convertirse en la más deseada en mayo para esquivar el 'cóctel' de profilaxis que quiere imponer el Ministerio de Sanidad. En España, la demanda masiva de repetir con el segundo pinchazo de AstraZeneca por parte de los casi dos millones de trabajadores esenciales a los que se le había negado la segunda dosis amenaza ahora seriamente con poner en apuros las existencias del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas.

Este viernes, Carolina Darias se vio obligada a comparecer de urgencia en Canarias para garantizar que habrá suministro de viales de la profilaxis de Oxford a pesar de la avalancha. Eso sí, a diferencia del pasado miércoles cuando aseguró con rotundidad que no habría problemas de 'stock', la titular de Sanidad introdujo el matiz de que nadie se quedará sin su segunda dosis a tiempo siempre que AstraZeneca cumpla sus compromisos.

Según las primeras estimaciones de Sanidad, en las comunidades en las que ya se ha comenzado la segunda ronda de los trabajadores esenciales -Murcia, Andalucía, Galicia o Cataluña- entre el 70% y el 90% de los ciudadanos estaría optando por repetir con AstraZeneca. Un porcentaje que es de esperar que se reproduzca en el resto de las autonomías en los próximos días, donde el rechazo al 'cóctel' de profilaxis defendido por Darias parece estar igual de extendido entre los afectados. De confirmarse estas estimaciones, en Sanidad se enfrentarían ya a un problema inminente. La práctica totalidad de estos casi dos millones de trabajadores esenciales está al límite de las 16 semanas fijadas por el ministerio para su segunda inoculación.