El consejero Martínez Abad no concreta su postura sobre la tasa turística

La anterior titular de la Consejería de Turismo, Eva Guillermina Fernández, mostró su total oposición a implantar en Cantabria una tasa para gravar la llegada de visitantes, una reclamación de la que ha hecho bandera el PSOE. Al menos, los socialistas reclama que se estudie. Ayer, preguntaron sin éxito a su sucesor, Luis Martínez Abad, sobre su opinión al respecto y sobre si tiene intención de dar un giro a la posición del Gobierno de Cantabria al respecto, pero no obtuvieron respuesta. «No es nada revolucionario. Puede ser de gran ayuda», defendió el diputado socialista Mario Iglesias, que recordó que los municipios no pueden poner en marcha esa tasa si no se crea una normativa regional.

La intención del PSOE es que el dinero recaudado sirva para beneficiar a los vecinos que 'sufren' las consecuencias del turismo y a los ayuntamientos que, por el aluvión de turistas en momentos concretos del año, tienen que hacer un sobreesfuerzo –y soportan un sobrecoste– para dar con garantías los servicios de agua, basuras o seguridad. País Vasco y Asturias ya han dicho que tienen intención de activar esta tasa que ya funciona en Cataluña y Baleares, esta última una autonomía gobernada por el PP.

Sobre otros dos asuntos relevantes que tiene en cartera, los decretos para regular los pisos turísticos y las autocaravanas, Martínez Abad ha señalado que ambas normas «no admiten más dilación». El consejero ha tendido la mano al sector y ha negado que exista turismofobia en Cantabria pese a las manifestaciones de este verano. No existe porque «no hay masificación».

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