El consejero de Sanidad niega que haya habido «improvisación» con las últimas restricciones

El consejero de Sanidad de Cantabria Miguel Rodríguez ha asegurado que no ha habido «ninguna improvisación» en las últimas medidas adoptadas en Cantabria para intentar frenar el covid-19, una acusación que persigue al Gobierno regional desde hace más de una semana, cuando se decretó suspender las vacaciones escolares de noviembre, o con las últimas restricciones.

Entre las adoptadas últimamente figuran algunas, como la prórroga del cierre perimetral de Cantabria hasta el 18 de noviembre o el cierre de los municipios hasta al menos ese día, y desde este fin de semana, se han añadido la prohibición de consumir en el interior de los bares y restaurante -solo se permiten terrazas y a un 75% del aforo- y las limitaciones a un tercio de aforo en comercios, actividades de ocio, cultura o deporte. Además, se han cerrado de los centros de día.

Tras las críticas de sectores como la hostelería o las patronales de dependencia, además de las de los sindicatos de Educación y las familias con hijos en Primaria o Secundaria, Rodríguez ha negado que haya habido improvisación. Por el contrario, ha hecho ver que las medidas adoptadas se han tomado de acuerdo con el documento aprobado el pasado 22 de octubre en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en el que el Ministerio de Salvador Illa y las comunidades autónomas establecen una serie de niveles de alerta y unas medidas a adoptar en cada uno de ellos.

Rodríguez ha asegurado hoy en declaraciones a RNE que este es un «documento público» y, por tanto, «desde el 22 de octubre, todo el mundo sabe, en cada nivel de alerta, las medidas que se van a instaurar. Esa es la ventaja que tiene un documento con indicadores objetivos», ha defendido el consejero.

En este sentido, ha insistido en que ya se tenía que saber que en un nivel 3 de alerta, como el que se encuentra Cantabria, «se van a reducir aforos o se van a cerrar centros de día».

Por otra lado, el consejero ha valorado la evolución de la pandemia, que en el día de ayer ha dejado 180 nuevos casos y dos fallecidos más, diciendo que los indicadores «siguen aumentando negativamente» y que la incidencia acumulada en Cantabria supera los 450 casos por cada 100.000 habitantes. El consejero ha reconocido que lo que más le preocupa es que sigue creciendo la presión hospitalaria, con más pacientes con covid ocupando tanto las camas de hospital como las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).