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M. Martínez
Santander
Jueves, 13 de marzo 2025, 07:12
La Comisión Permanente del Consejo Escolar de Cantabria se reunió el pasado 6 de marzo para analizar el borrador de la orden que fijará el calendario escolar del curso 2025-26. Y tomando como marco el Acuerdo para la Educación de Cantabria, firmado en 2018, este órgano consultivo –en el que está representada toda la comunidad educativa, de la Administración a las familias, pasando por sindicatos docentes de la pública y la concertada, estudiantes, ayuntamientos, la Universidad de Cantabria o la patronal CEOE-Cepyme– estima «inadecuada» la propuesta de organización de los periodos lectivos y de descanso, sobre todo, en lo que concierne al último tramo del próximo curso.
¿Por qué? En resumidas cuentas, por «no atenerse al equilibrio pedagógico y de calidad de la enseñanza» al que alude el acuerdo en el tercer trimestre del próximo año escolar (y algo menos en el segundo). En la recta final de las clases, el alumnado «acumula» más cansancio, pero la propuesta de Educación recoge «más días lectivos seguidos» y sin descansos en este momento del curso –todo apunta a que influyen aquí las fechas de la Semana Santa 2025–. De esta manera queda recogido en el informe del Consejo Escolar de Cantabria, que fue aprobado por mayoría absoluta.
El calendario escolar ha sido objeto de debate en las últimas semanas, toda vez que la Fampa, siglas que aglutinan a las familias de la enseñanza pública, volvía a reclamar una evaluación del modelo bimestral implantado en el curso 2026-17 en las aulas cántabras. En este sentido, la Consejería que gestiona Sergio Silva recordaba que la marcha del calendario se «monitoriza» desde el propio Consejo y desde la Administración, pero se comprometía a hacer un «esfuerzo» por valorar más en profundidad el modelo.
La Consejería se ha reunido con todos los protagonistas de la comunidad educativa -sindicatos, directores, consejo, familias, etc.- antes de aprobar su propuesta de calendario escolar. La meta debe ser, «por encima de todo», la «estabilidad» educativa «como valor absoluto», decía el consejero Silva hace unos días, e indicaba que cualquier cambio en los tiempos escolares «tendrá que contar con un consenso amplio y generalizado».
Dicho esto, y al margen de la necesidad de «considerar un reparto equilibrado de los bimestres», el Consejo Escolar hace una serie de consideraciones en su informe del 6 de marzo, algunas 'viejas conocidas' del calendario bimestral que la Consejería de Educación está a punto de aprobar. El Consejo plantea todas estas sugerencias «para que sean tenidas en cuenta en la redacción y publicación definitiva de la orden» del calendario, que, previsiblemente, estará en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) en los próximos días.
En primer lugar, el Consejo reitera la solicitud de «desarrollar» un estudio «parcial o global» del modelo bimestral que valore su «repercusión en el proceso de enseñanza y aprendizaje, el bienestar del alumnado y la convivencia escolar». En segundo, el Consejo también plantea que los deberes queden al margen de periodos no lectivos y de las vacaciones –y que de ello quede constancia en las instrucciones de inicio de curso–, y que, en los tramos de descanso, Consejería y Ayuntamientos propongan un «plan de actividades alternativas» y garanticen el comedor escolar al alumnado que lo necesite.
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