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Las viviendas de Milagros Sainz, Pepita Gómez y Camila Gómez se encuentran separadas entre sí por menos de 50 metros. Las tres son vecinas de Villanueva de la Peña y las tres se vieron seriamente perjudicadas por las inundaciones que entre los días 22 y ... 25 de enero afectaron a Cantabria y provocaron el desbordamiento del río Saja a su paso por Mazcuerras. Las semanas siguientes repitieron la misma operación tuvieron que tirar a la basura todo lo que tenían en la planta baja de sus viviendas. Los electrodomésticos de la cocina, los muebles del baño, los recuerdos que guardaban en el salón... Pasaron por lo mismo pero ahora, cuatro meses después de aquella «catástrofe», se encuentran en puntos diferentes. Cada una de ellas representa uno de los escenarios en los que actualmente se encuentran los afectados. La primera tenía seguro del hogar y ya ha cobrado por los daños, la segunda está a la espera de que evalúen los desperfectos para recibir el cheque y la tercera no tenía una póliza privada y está expectante por si los técnicos del ayuntamiento consiguen que le paguen parte de los miles de euros que ha gastado en renovar la casa.
A fecha de 10 de mayo, el Consorcio de Compensación, el organismo público dependiente del Ministerio de Economía que está asumiendo el pago de los daños producidos por el agua en los bienes asegurados, ya había gestionado el 90,5% de los 2.003 solicitudes que recibieron desde más de 70 municipios de Cantabria. Es decir, que sólo faltan por tramitar uno de cada diez expedientes abiertos por este motivo. En dinero contante y sonante, esto supone 7.037.570 euros, una cifra que está lejos de los 14 millones que se estimaban inicialmente.
En cualquier caso, el director de operaciones del Consorcio, Alejandro Izuzquiza, no descarta que se llegue a ese tope porque los siniestros que faltan por pagar son algunos de los más cuantiosos. «Cinco de esos siete millones se concentran en ocho solicitudes de indemnización. Se trata de asuntos complejos de valorar, como son redes de comunicaciones, empresas de energía, industrias...», señala el técnico, quien entiende que el organismo ha cumplido el objetivo de tener gestionado el 90% de las reclamaciones antes de cuatro meses.
Para no cambiar de municipio, a modo de ejemplo, en Mazcuerras se han cerrado 41 de los 49 expedientes abiertos y se ha desembolsado medio millón de euros. De ellos, 31.000 los ha recibido la familia de Milagros. «Hay vecinos que están contentos con el importe y otros no tanto. En mi caso, hemos calculado que nos han dado el 70% de los daños totales. Lo hemos comparado con las facturas que hemos adelantado y casi el 30%va a correr de nuestra parte», lamenta mientras muestra los cuatro deshumidificadores que tiene repartidos por la casa, que extraen cada día unos 40 litros.
Y eso que algunos de los desperfectos más pequeños como ropa o material de cocina no las incluyó en la lista de pérdidas. Y otros, como los muebles que se han inflado y no cierran o las puertas que se han abombado por la humedad y rozan con el suelo han aparecido posteriormente. «A mí me toco un perito bastante rácano... Al principio me daban menos, reclamé y me subieron unos mil euros. Seguía sin estar conforme, pero no quería seguir peleando y cobrar de una vez. Igual por un puñado de euros más tengo que esperar un año», cuenta esta afectada, que insiste en que ese es su caso particular y que otras personas del municipio están más que contentas.
Pepita Gómez todavía no sabe cuánto le corresponderá. En su casa, el suelo está totalmente hundido y el informe pericial aún no ha podido concretarse. Ella espera en una casa de alquiler en el vecino pueblo de Mazcuerras y confía –«porque me lo han dicho»– que el Consorcio de Compensación le pague también esos gastos. «Yo soy optimista, pero todavía no sé nada. A ver lo que me encuentro».
De la lista de los 30 municipios más afectados, con diez o más siniestros, sólo en Campoo de Enmedio, la Hermandad de Campoo de Suso y Molledo no hay ningún caso como el de Paquita. Allí ya se ha pagado todo lo que se tenía que pagar. Trabajo hecho. Como se preveía, la localidad con más solicitudes de indemnización (463) ha sido Torrelavega y donde el Consorcio ha hecho un mayor desembolso es Reocín, con 1,23 millones de euros. Allí había 150 reclamaciones, pero el importe es muy superior porque afectaron mayoritariamente a viviendas, por lo que las pérdidas se han multiplicado. Según los datos oficiales, en toda la región y por categorías, 1.488 expedientes son de viviendas, 279 de vehículos, 189 de comercios, siete de oficinas, tres de obras civiles y 37 de industrias.
En esos números no se incluyen casos como el de Camila, que el pasado miércoles aprovechó el día de calor para abrir todas las ventanas y tratar de expulsar el olor a humedad. Ella no tiene seguro. Hasta que no sequen las paredes no pintará la vivienda, pero ya ha cambiado algunos de los muebles del salón y toda la cocina, que quedó inservible. «Hemos comprado todo y después ya veremos si nos dan algo. Se han encargado de todo mis hijos, mejor no saber cuánto nos hemos gastado», cuenta.
A Camila, como todos los que están en su misma situación, un técnico del Ayuntamiento le ha ayudado con la tasación de los destrozos que provocó el agua y ha iniciado el procedimiento para reclamar y conseguir al menos una parte del dinero. «Se están portando muy bien, eso hay que decirlo, pero no sé si lo resolveremos o no servirá para nada», avanza la mujer. Sin una póliza en la mano, el pago –si llega– se prolongará más en el tiempo.
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