«El consumidor tiene que apreciar más el producto y pagar más por la calidad»

- Usted ha creado la única feria rural privada de España, 'Jardines de Campo. Open Day'. ¿En qué consiste?

-Nuestro objetivo es poner un grano de arena en fomentar un mundo rural de calidad y que se pueda vivir dignamente en el campo y del campo. Por ello nos empeñamos en ser muy selectivos a la hora de escoger a los expositores. Es una feria generalista, que se desarrolla en el mismo campo y donde coinciden ganaderías y yeguadas fantásticas, productos gastronómicos excelentes, artículos con materias primas naturales y artesanía de todo tipo. También nos interesa mostrar y promover nuevas tecnologías, aplicadas al campo, como el diagnóstico del terreno por medio de drones o soluciones energéticas para el autoconsumo por ejemplo.

- La pandemia ha servido para que miremos más que nunca a los productores de cercanía. ¿Contempla una feria como la suya en Cantabria?

-Seguro que una de las consecuencias de la pandemia será el poder favorecer a productores y productos locales de calidad. Por ejemplo, este año el lema de la VII edición de la feria Jardines de Campo era 'Por la protección de las Abejas'. Íbamos a reunir a 20 apicultores de la zona. Se hará el próximo año. Muchas personas nos piden asesoramiento para reproducir este feria en otros lugares. El problema es que se necesitan empresas que la patrocinen y para ello hace falta una masa crítica de expositores y visitantes suficiente.

-Usted reúne en su feria a un centenar de productores. Sabe cómo se mueve el mercado. ¿El producto de Cantabria tiene el espacio que se merece?

-Siempre es necesaria una mayor presencia tanto fuera como dentro de España. Cada vez se pone más énfasis en la calidad, en la presentación y en la información del etiquetado. Y en esto, Cantabria es un buen ejemplo, con productos excelentes, del campo como de la mar, que todo el mundo aprecia y reconoce.

-Conoce el sector de la distribución muy bien. Se dedicó a ello durante años. ¿Ve fin al abismo existente entre productor, distribuidor y consumidor?

-Entre el precio de un productor y el precio al consumidor, efectivamente hay un abismo. Los productores se tienen que organizar mejor para conseguir economías de escala y la dimensión suficiente para poder negociar con los grandes distribuidores y con los intermediarios. Pero también los consumidores tienen que empezar a apreciar mejor las cosas y pagar más por mejor calidad o por ayudar a esos productores locales. En Cantabria hay casi 500 empresas agroalimentarias que están haciendo un gran esfuerzo en este sentido.

-Defensor de las razas autóctonas, en peligro de extinción, como fundamento para promover la vida rural. ¿Cómo ve la situación en Cantabria?

-España es posiblemente el país del mundo que más razas autóctonas domésticas tiene. 164, exactamente, y 67.000 ganaderos que se ocupan de ello. De estas, el 83% están consideradas en extinción. Es decir, 135 razas desaparecerán si no hacemos mayores esfuerzos. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) no deja de insistir en la necesidad de conservar la diversidad genética para así aumentar la defensas ante retos como esta pandemia, por ejemplo.

Hay presupuestos autonómicos que van desde 120 a 175 euros de pago anual por cabeza de ganado mayor, pero muchas veces no llega por falta de fondos. Que yo sepa, no existe ninguna ayuda específica y esta podría ser una gran palanca para combatir el problema de la España vacía de la que tanto se habla. En Cantabria, hay varias razas autóctonas como el caballo monchino, la gallina pedresa o el sabueso cántabro que creo que se están cuidando y desarrollando bien.

-Pasando a otras de sus grandes pasiones, ¿cómo aprecia los jardines de la región? ¿Considera que han evolucionado o se han quedado en el siglo XX?

-Yo siempre digo que no hay mejor jardín que el campo, en una buena primavera. Cantabria es una privilegiada en ello y puede ser que por tenerlo ya, no haya mucha afición a la jardinería, como tal. Desde luego, sí veo ahora algo más, pero todavía falta mucho.

-El covid-19 ha provocado que las inmobiliarias no den a basto, con tanta petición de casa con jardín. ¿Qué recomendaría plantar en una pequeña parcela, a una familia cántabra?

-Que intenten hacer algo muy abierto al campo, con mucha luz y dando importancia a la sostenibilidad, con materiales naturales, a poder ser. En este sentido, nosotros estamos desarrollando la cabaña JDC. Es una construcción de madera, muy sencilla y cómoda, ajustándose a la normativa de bien mueble, que en teoría no requiere premisos ni licencias para su ubicación.

-¿Me hace un recorrido por jardines o paisajes de Cantabria, que estén entres sus preferidos?

-Siempre que puedo, visito tres sitios: el jardín, en Esles, de un fantástico paisajista, amigo mío, Luis González-Camino; el jardín histórico de Puente de San Miguel y el jardín de nuestra casa familiar, en Los Corrales de Buelna, que tiene dos árboles catalogados como singulares de Cantabria.