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Ellos fueron en 2019. Cuatro profesores especializados en electricidad y soldadura del IES Nuestra Señora de Los Remedios, de Guarnizo. El objetivo era formar a futuros formadores. Era la primera parte de un proyecto –el último por ahora en la larga lista de lazos que ... en estos años han unido a Cantabria y a Benin, en África– estinado a crear una escuela en esas dos ramas profesionales. Tenían que ver lo que había, lo que faltaba, dar las primeras instrucciones... El caso es que les tocaba volver ahora para rematar la idea. Viajarían, entre otras cosas, para entregar todo el material necesario y ayudar a arrancar. Pero no se puede. Con el covid, no hay viaje. Así que el material, un contenedor repleto de donaciones, irá, pero sin ellos.
La partida está fijada para el día 18. De Guarnizo, por carretera, al puerto de Bilbao y, de allí, en barco, a Cotonú, la mayor ciudad del país. A bordo, un poco de todo. Desde luego, lo necesario para que la escuela pueda arrancar. Máquinas de soldadura, generadores de corriente, electrodos, herramientas, un par de taladros de mesa, una plegadora, sierras de calar, mobiliario especializado... Buena parte, material que ya tenían en el instituto y que tendrá una segunda vida útil, pero también aportaciones de empresas de la zona como Edscha, Jacinto Herrero o Mateco, entre otras. La idea del reciclaje, de aprovechar lo que ya había, es una de las claves del proyecto. De hecho, las propias instalaciones en las que estará el centro, son una antigua una sala polivalente que se inauguró en la localidad de Ouenoú hace más de diez años gracias a la colaboración con el Gobierno de Cantabria. Han ampliado el espacio e, incluso, están construyendo un módulo para que los estudiantes –que llegan de puntos lejanos y que no disponen de medios– puedan alojarse en habitaciones.
Pero en el contenedor van más cosas. La expedición de 2019 (fueron en compañía de Luis Novoa, el funcionario del Gobierno regional que ha estado detrás del vínculo con Benin en estos años a través de la Dirección General de Cooperación) recorrió algunos de los puntos del país en los que se han desarrollado proyectos de colaboración. Y en todos hay necesidades. Así que anotaron peticiones.
En estas semanas, por ejemplo, han estado recogiendo algo tan básico como folios. O material quirúrgico, que llega de la mano de la asociación Luz África. La lista es larga. Y también las colaboraciones. El instituto Miguel Herrero, el Centro Integrado de Santander...
Han recuperado equipos de protección individual que servirán para las tareas de soldadura y han recibido también ropa de trabajo nueva. Hay que aprovechar el espacio. Por ejemplo, a través de unos bidones que les han donado para su envío. Durante el viaje, esos recipientes servirán para trasladar prendas. Irán llenos. Una vez allí los vaciarán y los bidones servirán para su función específica de contener agua o lo que se necesite. Incluso, a bordo del contenedor viajarán veinte bicicletas, un medio de transporte muy habitual en el país (en 2005, una de las primeras acciones de colaboración fue precisamente el envío de bicis dentro de la campaña 'Educación a pedales', que tuvo un importante impacto entre los cántabros).
«Mandaremos todo ese materail sin nosotros porque en estas circunstancias no se puede ir, pero se hará un seguimiento telemático. Estaremos en contacto con la Fundación 'Vie pour tous' y resolveremos las dudas que puedan surgir», explica Alfredo Quintana, uno de los coordinadores. Un seguimiento a distancia, como tantas cosas en estos tiempos de pandemia.
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