Controlado el incendio de Sonabia y extinguidos otros tres en Ampuero, Cieza y Los Corrales

No están siendo días fáciles con los fuertes vientos de componente sur que soplan desde hace semanas. De hecho, en lo que va de octubre ya se han provocado 57 incendios forestales. Y hoy la situación seguirá siendo complicada, pues sigue la surada y en comarcas como Liébana volverá a activarse una alerta amarilla porque se esperan rachas de 80 km/h, e incluso podrían superarse los 100 km/h en las cumbres.

Uno de los más preocupantes ha sido el del monte Candina, que ayer por la tarde sorprendía a los conductores que circulaban por la A-8 entre Santander y Bilbao. Ha sido un fuego iniciado en torno a las 15.00 horas, que consumió buena parte de la maleza existente en el macizo rocoso del monte Candina avivado por las persistentes rachas de viento sur que azotaron la zona, como al resto de Cantabria, durante la jornada. El aparatoso incendio provocó que a media tarde, en torno a las 19.00 horas, los efectivos de emergencias se vieran obligados, incluso, a recomendar a los vecinos que se resguardaran en sus viviendas ante la intensa humareda y las cenizas que en esos momentos caían. Con el paso de las horas, el fuego, empujado por el viento, fue alejándose de la zona de Oriñón y comenzó a acercarse al pueblo de Sonabia, si bien las llamas estaban situadas en la zona alta del monte sin que llegaran a suponer un grave riesgo para las viviendas de la localidad.

Así lo indicaba Estela González, vecina de Sonabia, que relató que al principio el fuego estaba por la zona de Oriñón, pero a media tarde se avivó y se desplazó a la cara del monte que da a su pueblo. «No hemos pasado demasiado miedo, aunque sí respeto, porque no ha llegado a estar cerca de las casas», indicaba, a la vez que destacaba la importancia de que «en todo momento» estuvieran los efectivos de emergencias en la zona, algo que tranquilizó a los residentes.

A medianoche el fuego todavía no estaba controlado, aunque sí estabilizado en toda la parte cercana a la carretera y a los pueblos. A lo largo de la madrugada, los efectivos de emergencias consiguieron, al fin, controlar su avance, en una lucha difícil porque el fuego llegó a la corona del monte, un lugar de muy difícil acceso.