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Encuentro. Revilla e Iglesias entran en la sede de Peña Herbosa durante un encuentro en 2015. Javier Cotera
'La conversión de Pablo'

'La conversión de Pablo'

Adelanto editorial del sexto libro de Revilla. «Por más que haya recalcitrantes para quienes cualquier tiempo pasado fue mejor, la realidad de España es justo la contraria ». Esa es la premisa de la que parte '¿Por qué no nos queremos?'

Domingo, 15 de marzo 2020, 07:53

Saulo de Tarso, más conocido como san Pablo, fue un judío nacido entre los años 5 y 10 después de Cristo. Entró en contacto con los discípulos de Jesucristo en Jerusalén y, como buen judío ortodoxo, los persiguió con saña. Se le atribuye, como primera acción contra ellos, la muerte por lapidación de san Esteban. Al parecer, su obsesión era recorrer sinagogas para detener y azotar a los cristianos.

Según el libro de los Hechos de los Apóstoles, tras el martirio de san Esteban, se presentó al sumo sacerdote de la sinagoga de Jerusalén para pedirle los nombres de cristianos de Damasco y dirigirse a esa ciudad con un numeroso grupo de apoyo a fin de detenerlos. Cuando ya se encontraba cerca de Damasco, se vio rodeado de repente por una luz venida del cielo. Cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Preguntó él: «¿Quién eres tú, Señor?». Y él respondió: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Ahora levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer». Los hombres que lo acompañaban se habían quedado atónitos, pues oían hablar, pero no veían a nadie, y Saulo, al levantarse del suelo, no veía nada por más que abría los ojos. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí permaneció tres días sin comer ni beber, y estaba ciego. (Hechos de los Apóstoles 9, 4-9).

Como resultado de esta experiencia, Saulo pasó de perseguir encarnizadamente a los cristianos a convertirse en el difusor de esta religión por medio mundo. Hoy todos reconocen que la consolidación del cristianismo hubiera sido imposible sin este hombre.

«Gobernar te sitúa en una realidad tremenda. Tienes recursos limitados y necesidades infinitas»

EL EJERCICIO DEL PODER

Otro Pablo, en este caso Pablo Iglesias, tiene hoy en vilo a media España. La derecha, en diversas formas los empresarios y hasta la Conferencia Episcopal española ponen el grito en el cielo ante el pacto alcanzado en noviembre de 2019 por el PSOE y Unidas Podemos, un acuerdo que causa tanta alarma como los independentistas catalanes.

Si nos remontamos a lo que Pablo Iglesias decía en 2015, hay motivos para estar más que inquietos. Su ideario era entonces auténticamente rompedor. Veamos sus principales ideas:

1. Consideraba a los partidos políticos una casta de mangantes que van de la política a los consejos de administración.

2. Cuestionaba el abono de la abultada deuda de España.

3. Consideraba un ejemplo el régimen bolivariano de Venezuela.

4. Se declaraba en contra de las decisiones deltriunvirato formado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

5. Quería poner fin a la reforma laboral.

6. Defendía la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y la edad de jubilación a los sesenta años.

7. Quería prohibir por ley los despidos en las empresas con beneficios.

8. Propugnaba la eliminación de las Empresas de Trabajo Temporal.

9. Pedía la supeditación del Banco Central Europeo a las autoridades públicas.

10. Abogaba por la nacionalización de los bancos.

11. Defendía la devolución al sector público de todos los centros y hospitales privatizados.

12. Reclamaba la eliminación de cualquier subvención y ayuda a la enseñanza privada y concertada.

13. Proponía que el suministro de luz, agua y calefacción fuese reconocido como un derecho básico inalienable, garantizado por parte de las empresas públicas.

14. Quería la desmilitarización de la guardia costera y la disolución de las fuerzas especiales antidisturbios.

15. Estaba a favor de la prohibición de los centros de internamiento de extranjeros y la anu- lación de los programas contra la inmigración Frontex y Eurosur.

16. Reivindicaba el derecho de los catalanes a un referéndum para lograr la independencia.

17. Pedía la apertura de un periodo constituyente para cargarse la Constitución.

Si este siguiera siendo el pensamiento de Pablo Iglesias estaría más que justificada la preocupación de los sectores económicos del país. La mayoría de las medidas que defendía nos colocarían, de llevarse a cabo, fuera de la Unión Europea, amén de atentar contra principios básicos de la Constitución española. Pero, en el transcurso de los años, los cambios en el ideario de Pablo Iglesias han sido espectaculares y Unidas Podemos se ha instalado en la variada partitocracia española como un partido más.

Conocemos el acuerdo del PSOE y Unidas Podemos para un Gobierno de coalición y, sinceramente, podrían firmarlo hasta las monjas ursulinas. Recordemos los puntos concretos de ese acuerdo (...).

Tal como están redactados estos 10 puntos del pacto, ni siquiera me atrevo a decir que son de izquierdas. Son de sentido común. No creo que este texto genere inquietud a nadie. Pero supone un giro de 180 grados en el pensamiento de Pablo Iglesias. Reivindicaciones que eran fundamentales en su programa hace cinco años han desaparecido y otras se rectifican claramente.

«Su programa de hace cinco años ahora ha desaparecido o se rectifica claramente»

SOBRE UNIDAS PODEMOS

Para nada se habla de nacionalizar sectores estratégicos de la economía. Ni de dejar de apoyar a la educación o la sanidad privada con conciertos, ni de hacer tabla rasa de la Constitución española abriendo un periodo constituyente, ni de modificar la legislación laboral.

Pero donde hay un cambio más espectacular es en dos cuestiones de gran calado. Pablo Iglesias rechazaba la política de la Unión Europea, e incluso la autoridad de sus órganos de gobierno, cuestionando el cumplimiento de la disciplina presupuestaria. Pues ahí está, en el punto cero del acuerdo, una rectificación en toda regla, garantizando el acatamiento de la responsabilidad de España en el cumplimiento de las normas de la UE.

Aunque el cambio más llamativo y de mayor relevancia es el referente a la cuestión catalana. Su posición hasta la firma del pacto se centraba en la defensa del derecho del pueblo catalán a un referéndum unilateral de independencia. En este tema sí que se hace una autoenmienda a la totalidad de su planteamiento al firmar el punto nueve del documento programático: «Siempre dentro de la Constitución».

Otro giro llamativo ha sido su posición ante la monarquía. Ha pasado de proponer un referéndum para abolirla a afirmar recientemente que la monarquía española «no está» en crisis.

Habrá entre mis lectores quienes duden de este cambio hacia el constitucionalismo que tanto combatió el líder de Podemos. Pero por experiencia os digo que una cosa es estar en la oposición y otra en el Gobierno. Una cosa es predicar y otra dar trigo.

El hecho de gobernar te sitúa ante una realidad tremenda. Tienes recursos limitados y necesidades infinitas. Estamos en una economía y con unos acuerdos de obligado cumplimiento como miembros que somos de la Unión Europea. No tenemos capacidad de endeudamiento más allá del que nos permita la Comisión Europea, ni autonomía judicial absoluta, porque todo es recurrible ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea con sede en Luxemburgo, que tiene la última palabra. Tenemos que cumplir un modelo económico de libre competencia.

«Hoy en Europa el margen para hacer política entre la izquierda y la derecha es más bien escaso»

LAS IDEOLOGÍAS

Al sentarse en el Consejo de Ministros, Pablo Iglesias comprobará que es imposible asegurar la enseñanza de todos los españoles sin el concurso de la enseñanza privada, a la que hay que apoyar con conciertos. Es preciso el maridaje público-privado, como en Europa.

Y para mantener una sanidad de calidad no es suficiente con el sistema público, sino que también es preciso concertar con el privado para atender a todos, como en Europa. Y constatará que cualquier vulneración de la legislación europea es objeto de aviso con plazos urgentes de rectificación, porque de lo contrario las sanciones están garantizadas.

También se dará cuenta de que el salario mínimo no se puede subir hasta los 1.200 euros, porque no hay dinero, y que por desgracia no todo el mundo podrá tener una vivienda.

Comprobará que el gasto militar se puede bajar poco, porque existen compromisos firmados con la OTAN.

Otro factor que atemperará su espíritu revolucionario será la toma de contacto con el poder. Aunque no quiera al principio, una vicepresidencia y un ministerio te cambian la vida, rodeado por gente que te aplaude, con coche oficial y guardaespaldas, viendo de vez en cuando el Falcon... En suma, la moqueta. No son cosas menores. Hasta su habitual atuendo informal se irá acomodando poco a poco a la nueva vida. Si a san Pablo se le apareció Jesús para cambiarlo, a Pablo Iglesias se le ha aparecido el Gobierno.

El presidente cántabro repasa desde temas políticos hasta asuntos de su vida cotidiana

LIBRO PUBLICADO

Su nuevo estatus también influye en su vida privada. A Pablo se le ve feliz con Irene y sus tres hijos. Ha pasado de un modesto piso a un buen chalet en una zona residencial de Madrid que hay que ir pagando, y eso te aburguesa un poco.

Por último, se dará cuenta de que hoy en Europa el margen para hacer política entre la izquierda y la derecha es más bien escaso. Se puede hacer una política fiscal más progresista, dedicar algún recurso más a los desfavorecidos, dentro del respeto a la libertad de mercado potenciar más la educación y la sanidad pública que la privada y, eso sí, poner más ahínco en combatir la corrupción y el fraude fiscal que lo que han hecho hasta ahora otros Gobiernos.

En resumidas cuentas, y aun a riesgo de equivocarme, creo que vamos a ver a un Pablo Iglesias de Estado y no veo razones para ese apocalipsis que aventura el «pájaro de mal agüero» de José María Aznar. Pablo Iglesias es un tipo inteligente que no ha llegado al cielo como pretendía, pero sí a la gloria.

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