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Juan Carlos, 'Choche' y Alicia salieron el martes a las 5 de la mañana de Castro Urdiales con un destino marcado en el mapa: Lublin, una ciudad polaca cercana a la frontera con Ucrania situada a 95 kilómetros del campo de refugiados de Dorohusk, zona ... por la que huye de la invasión rusa gran parte de la población ucraniana.
Son dos voluntarios de la DYA de Castro y una ucraniana afincada en el municipio castreño que recorren Europa de forma ininterrumpida en un vehículo «desbordado, hasta arriba» de material sanitario, mantas, sacos de dormir y comida en lata. Es el material «prioritario, lo que necesitan ahora», empaquetado en cajas etiquetadas en español, inglés y ucraniano para facilitar la tarea sobre terreno.
Llevan circulando por las carreteras europeas más de 30 horas sin parar cargados de «ayuda humanitaria, ilusión y sobre todo ganas de ayudar»: «Van dos conductores en cada vehículo para hacer relevos y no parar en ningún momento», cuenta Rafael Gómez, presidente de la organización en Cantabria.
Esta noche traspasaron la frontera entre Francia y Alemania y este martes, a las once de la mañana, ya entraron en territorio polaco. Si no hay ningún contratimepo, llegarán a su destino este miércoles a media tarde. Allí descargarán todo el material y aprovecharán su viaje de regreso para traer a 20 refugiados. «Tenemos bastantes peticiones de personas que tienen familiares, amigos o conocidos que les pueden acoger en España, la idea es ayudar lo máximo posible», explica Gómez.
En total son once voluntarios y cinco las furgonetas de la DYA que recorren los más de 2.600 kilómetros que separan el municipio cántabro de la ciudad polaca para trasladar hasta allí la solidaridad cántabra. Desde el municipio castreño partieron tres furgones (uno de la DYA del municipio, otro de la de Cáceres y otro de la de León) y en Bilbao se unieron otros dos de Bizkaia. Además del material, van equipados con casi 200 litros de garrafas de combustible donadas por una asociación del municipio por si hubiera algún contratiempo durante el trayecto.
El convoy #DYA cargado de ayuda humanitaria con destino a la frontera de #Ucrania acaba de entrar en #Alemania nuestro voluntariado continúa a buen ritmo, y con el ánimo alto; “hemos desayunado en España 🇪🇸 comido en Francia 🇫🇷 y cenado en Alemania 🇩🇪 seguimos viaje” 👏👏💪 pic.twitter.com/Uv480FAzm2
DYA Cantabria (@DYACantabria) March 8, 2022
La reacción fue rápida. No hubo mucho tiempo. El propio presidente de la DYA admite que se organizaron en «dos o tres días» con el resto de equipos provinciales. Los voluntarios se coordinaron asociación que trabajan en terreno en la frontera entre Polonia y Ucrania y también con 'Una Mas Uno', una de tantas organizaciones cántabras que ha puesto en marcha todo su engranaje para recoger material y enviarlo a la frontera. Todos los productos que transporta el convoy cántabro los ha aportado esta organización castreña.
José Luis. Más conocido como 'Choche', está jubilado pero lleva colaborando con la asociación desde hace 25 años. Es conductor profesional y mecánico de vehículos.
Juan Carlos. Comenzó a ser voluntario de la organización en 2020, a raíz de la pandemia y tiene experiencia en viajes por Europa
Alicia Mirochnoshenko. Ucraniana y vecina de Castro Urdailes, ella será la encargada de comunicarse con los refugiados, explicarles cómo será el viaje de regreso y aportar ese punto de cercanía en una situación tan complicada.
«Vamos a llegar allí, descargar el material y a partir de entonces veremos las necesidades que existen. Por desgracia, no habrá 20 personas para traer, sino miles, pero cuando lleguemos, justo en ese momento se decidirá y priorizará lo más urgente», cuenta desde Cantabria Rafael Gómez, quien admite que la «complicadísima situación» no deja espacio para grandes planificaciones: «Esto es una guera, todo cambia a cada segundo».
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