Los 'coroautos' repartirán kits de test de saliva tras la PCR para repetir la prueba antes del alta

De esta forma, se realizará una segunda PCR -la técnica de laboratorio es similar, aunque se realice a partir de la saliva del paciente, en lugar de sobre la muestra extraída con un hisopo de la nariz- para confirmar el resultado negativo antes del alta. Cabe recordar que en estos momentos en la mayoría de los casos, especialmente los leves o asintomáticos, ya no se realizaba esa segunda prueba, sino que se consideraba superada la infección una vez cumplido el tiempo de aislamiento. Sin embargo, a partir de ahora la Dirección General de Salud Pública ha decidido volver a practicar un test de control de evolución. Ese será el cometido de la PCR de saliva prevista desde la semana que viene y que requiere de la colaboración de los propios usuarios. Porque la idea es la siguiente: una vez acudan con su coche a la cita de la PCR en el 'coroauto' que les corresponda, el personal sanitario que les extraiga la muestra nasofaríngea les entregará el kit con la escupidera y el recipiente para recoger la saliva, un sistema sencillo de autotoma, que después se deberá depositar en el punto que se les indique (el propio 'coroauto' o su centro de salud, esta es una de las cuestiones aún por definir) para su envío al laboratorio de Microbiología, donde se confirmará si hay o no rastro de virus.

Las instrucciones sobre la forma adecuada de recoger la saliva y los factores a tener en cuenta para que la muestra sea válida se comunicarán a través de un mensaje al teléfono móvil con el enlace a un vídeo explicativo. Entre las cuestiones a tener en cuenta, se indicará que «lo ideal es que se tome a primera hora de la mañana, puesto que es donde habría mayor carga viral», explica el analista de Microbiología Sergio García, que es quien ha coordinado la parte de laboratorio en Valdecilla de los diferentes pilotajes desarrollados con los test de saliva. Y deberá recogerse esa muestra «sin haber comido, fumado ni lavado los dientes antes». Además, otra de las cuestiones clave es que la saliva esté libre de moco, «es lo más importante», añade.

Una vez en el bote, deberá llegar ese mismo día al laboratorio, desde donde se notificará el resultado antes de 24 horas, igual que ocurre ahora con la PCR de frotis nasofaríngeo, «porque el procesamiento y la técnica es la misma», añade García. No es un test rápido, como el de antígenos.

La gran ventaja de este tipo de prueba en saliva, como apunta el enfermero José María Castillo, miembro de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica e Intervención, instalada en el Hospital de Liencres, es que es «mucho más cómoda para el usuario y totalmente inocua», ya que se evita la introducción del hisopo por la nariz, que puede resultar molesta, especialmente cuando se repite cada poco tiempo como medida de precaución. Y a la vez, al gestionarse de forma autónoma por los pacientes o casos sospechosos, no requiere de profesionales entrenados para esa recogida de muestra, lo que agiliza el proceso dentro del sistema sanitario, otro beneficio que resulta clave sobre todo en los momentos de mayor presión, cuando la pandemia alcanza picos de incidencia que multiplican la demanda de pruebas PCR.

Desde el servicio de Microbiología, que a diario realiza una media de 1.500 test PCR -cifra que ha descendido en proporción al ritmo de contagios en las últimas semanas y que ha llegado a estar por encima de los 2.500-, aclaran que tras los pilotajes ejecutados en enero y febrero, aplicando en paralelo la PCR en los dos tipos de muestras (de nariz y de saliva), «comprobamos que la prueba nasofaríngea es la de mayor sensibilidad, pero que la de saliva también es una alternativa muy buena, aunque esté un escalón por debajo», señala García. Es por eso que el servicio de Microbiología apuesta por que la prueba de referencia para diagnosticar el covid en personas sintomáticas y en situaciones de brotes siga siendo la PCR convencional, mientras que la de saliva es la opción recomendada para cribados poblacionales en asintomáticos, seguimiento de contactos o control de ciertos colectivos que se analizan de forma preventiva, donde encajaría el personal de las residencias de mayores, sometido a cribados frecuentes. De hecho, en un principio, la PCR de saliva se introdujo precisamente en residencias, donde se realizan cada 12-14 días los test de covid-19, aunque la puesta en marcha demostró que resulta más útil entre los trabajadores sociosanitarios que entre los propios residentes, en los que a veces es difícil obtener una muestra óptima, sobre todo si se trata de personas de edad muy avanzada.

En la actualidad, en Valdecilla se realizan a diario una media de entre 200 y 300 PRC de saliva, en función del cronograma de controles en residencias. Un volumen que aumentarácuando se empiece a aplicar esta prueba en el seguimiento de contactos estrechos. En principio, la planificación del SCS es arrancar con el reparto de los kits de saliva el próximo lunes, aunque todo dependerá de que esté operativo el sistema informático de registro, que se está adaptando para introducir este cambio.

Desde el inicio de la pandemia se han realizado en Cantabria 494.551 test (una tasa de 85.078 por cada 100.000 habitantes) y el balance acumulado es de 25.393 positivos confirmados por PCR.