El coronavirus dispara la mortalidad en Cantabria un 46%

A la luz de las cifras, cada vez es más evidente que las muertes por coronavirus exceden los datos oficiales en algunas comunidades; aunque en Cantabria parece que en mayor o menor medida los números cuadran. La Fundación Carlos III ha hecho énfasis en ello al destacar que España registra un aumento del 47% en la mortalidad en las dos últimas semanas, periodo donde ha estado concentrado el pico de la pandemia. Para Cantabria, destaca el dato de que se produjeron 234 muertes totales entre el 24 de marzo y el 4 de abril. Hubo, según dice el texto, 74 personas más que fallecieron respecto a la media del mismo periodo de años anteriores (que sitúa la cifra en 160) algo que supone un crecimiento del 46%.

De todas ellas, 59 fueron diagnosticadas oficialmente con coronavirus, por lo que quedaría por saber si entre las 15 restantes alguna pudo haber sucumbido al virus sin haber hecho la prueba.

En las residencias de ancianos, donde la pandemia se ha cebado con especial fuerza, se contabilizaron desde el 8 de marzo y hasta la fecha 40 fallecimientos por el Covid-19. Además, 11 personas más fallecieron con sintomatología del virus pero no se pudo confirmar que estuvieran infectados.

«Nosotros estamos siendo completamente transparentes con las cifras», defiende el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez. «Puede que haya existido un caso concreto de desfase de números en Castilla-La Mancha, pero eso no implica que en toda España tengamos que estar igual. Aquí se dan a conocer a todos los muertos por coronavirus que han dado positivo en los test», remarca.

El informe de la Carlos III se detiene más en el detalle. Los decesos se dispararon especialmente entre los hombres, hasta un 69% respecto a la media; y tuvo aún mayor impacto sobre los mayores de 74 años, donde el incremento superó al 61%. En mujeres, el aumento fue del 46%, también reseñable; aunque no tanto en comparación con los varones.

Las sospechas sobre este baile de datos a la hora de contabilizar a los muertos por la infección salió a la palestra tras el informe hecho público por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha en el que los decesos marcados en el registro civil eran más del doble que los anunciados por Sanidad, que previamente había consultado a la Consejería de la comunidad autónoma. Un hecho que ha obligado a la Dirección General de Seguridad Jurídica a exigir mediante una instrucción del pasado día 4 la pronta comunicación del «número de defunciones y los lugares en las que éstas se producen» para «poner el foco en aquellos lugares donde los índices de mortalidad se han visto incrementados».

En Cantabria existe cierta discrepancia en las cifras si se habla con las empresas funerarias. Dos ejemplos claros de todo esto se encuentran en la estadística que manejan las dos principales firmas de la región: La Montañesa y Nereo. Entre ambas contabilizaron este pasado marzo un total de 338 muertes. Una cifra sensiblemente superior a la que sumaron en el mismo mes del pasado año (276). En total, son 62 fallecidos más este 2020. Cerca del 20% de incremento de un año a otro. Algo que con lógica tiene mucho que ver con la llegada del Covid-19.

La cifra es también superior a los 54 muertos oficiales por el virus que al finalizar este pasado marzo se contabilizaban en Cantabria según la Consejería y quizá sea achacable a esos casos en que no se realizó una prueba que certificara la infección por el virus.

«Hace tiempo que no preguntamos y que nos ceñimos al protocolo. No realizamos ninguna manipulación de los cadáveres, que van precintados en todo momento. No nos fiamos», confirman en Funeraria La Montañesa. «Porque no sólo están los que han fallecido oficialmente por la infección. Creemos que deberían contarse también los que en su informe médico tienen como causa de muerte la neumonía, o la insuficiencia respiratoria», aclara su gerente, Joaquín Cavero. «Incluso hay muchos, sobre todo suele pasar con los más mayores, donde ni siquiera -precisa- llegamos a conocer a ciencia exacta la causa del fallecimiento».

En toda esta comparativa hay que tener también en cuenta el confinamiento. «Si la gente no sale a la calle y no está en la carretera, si no coge resfriados, si, en definitiva, no hace vida más allá de su casa, las cifras de muertes por otras causas descienden considerablemente, con lo que cualquier incremento del balance es aún más achacable al coronavirus». «Quiere esto decir que sólo con que se mantuvieran las cifras de muertes en lo que han sido las medias de otros años ya sería destacable y atribuible a la enfermedad», afirman en Nereo.

Sea como fuere, las comunidades tendrán que actualizar las cifras tan pronto como puedan ante la exigencia del Ministerio. «Se hace preciso, para poder ser eficaces en la lucha contra esta pandemia, tener perfectamente definido el número de defunciones y los lugares en que estas se producen, datos que deben conocerse con el mayor grado de exactitud posible y con la inmediatez que exige la realidad», reza la instrucción publicada por la Dirección General de Seguridad Jurídica el pasado 4 de abril. Y añade: «Todos los Registros civiles remitirán a esta Dirección general, una vez finalizada la jornada laboral, una relación en la que conste el número de defunciones que han tenido acceso al Registro, número de licencias de enterramiento que se han concedido, y el lugar de la defunción, especificando la localidad y si la misma se ha producido en un hospital, residencia o vivienda habitual».

Es una iniciativa que se ha puesto en marcha sobre todo para aclarar los datos de comunidades como Castilla-La Mancha, donde el exceso de defunciones respecto a otros años alcanza hasta el 188%. Sucede parecido en Castilla y León (159%) y le sigue en tercer lugar Navarra, con 143%. En Madrid, que ha estado en el centro del debate de la contabilización de los decesos por esta causa, la Fundación Carlos III detecta un incremento de 111%. El problema está en la forma de contabilizarlos: «Será fallecido por causa del virus sólo aquel que haya dado positivo en la prueba de laboratorio, independientemente de los síntomas que presente», aclaró ayer el ministro de Sanidad Salvador Illa.