Un 'corredor educativo' para los posibles casos de covid en los centros escolares

Lo han llamado 'corredor educativo'. Sanidad y Educación han diseñado un protocolo de actuación para gestionar de forma rápida los casos de covid-19 que, desde mañana, se detecten o sospechen en los centros educativos para que todo el mundo tenga claros los pasos a dar si un alumno o un trabajador de un colegio o instituto presenta síntomas compatibles con el coronavirus durante la jornada escolar. La secuencia tendrá que ser esta: el 'coordinador COVID de centro' avisará al 'coordinador covid intermedio' -un profesional de la Consejería de Educación- y éste, inmediatamente, informará a la estructura de vigilancia epidemiológica educativa de la Sanidad para realizar una PCR y hacerse cargo del caso en toda la parte sanitaria.

En caso de que se confirme el positivo, el resultado se comunicará al coordinador intermedio, que trasladará al centro afectado todas las medidas que hay que adoptar y quiénes serán las personas que tendrá que observar un periodo de cuarentena.

Según ha informado hoy el Gobierno regional, este es el esquema básico de funcionamiento establecido por los profesionales de Salud Pública que han establecido una vía propia para el ámbito escolar. El objetivo no es otro que es establecer un método de detección precoz y una respuesta rápida ante posibles positivos para minimizar en la medida de lo posible la transmisión en las aulas.

El detalle de su funcionamiento se explicó el viernes en un encuentro telemático a los más de 300 coordinadores covid de los centros y el 'corredor educativo' empezará a funcionar mañana, lunes, cuando están llamados a las aulas los alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial de Cantabria. En total, más de 46.000 niños. Y si se suma el número de trabajadores y profesores, son alrededor de 120.000 las personas que pasan a diario por las instalaciones educativas de la región.

Para el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, la detección precoz en este ámbito es «clave para evitar una trasmisión del virus que provoque cierres de centros» pero también una vía para el control epidémico a través de la propia red de centros. Así, ha apuntado, en los colegios e institutos se conocerán muchos casos sospechosos que pueden haberse generado fuera del ámbito escolar.

Para Lombó, la estructura diseñada, junto con las medidas establecidas en el Protocolo de vuelta a las aulas y adaptadas por los centros en sus planes de contingencia, constituyen los dos «pilares» sobre los que se ha organizado la vuelta a las aulas. «El cumplimiento de las medidas de prevención minimizará los contagios, mientras que este 'corredor educativo' permitirá atajar la trasmisión de los casos detectados en las aulas», ha señalado antes de reiterar el llamamiento a las familias para que «ni el alumnado ni el personal de los centros acuda a aulas ante la más mínima sospecha» de enfermedad.

Los responsables de la Administración han recordado que las familias o trabajadores deberán comunicar al coordinador covid de centro la realización de pruebas y resultados realizadas por su cuenta. Es decir, si el inicio de síntomas se produce en jornadas no lectivas o fuera del horario escolar. El protocolo de coordinación fija también que el coordinador covid ha de conocer si la falta al centro del alumno se debe al inicio de síntomas.

La red de Atención Primaria seguirá ofreciendo la atención sanitaria habitual y la toma específica de PCR en un dispositivo exclusivo para menores de diez años. Una vez confirmado un positivo, realizará su seguimiento y será quien establezca el alta y el fin del aislamiento​. Además, en los casos en los que los inicios de síntomas se produzcan fuera del horario escolar, será Atención Primaria quien solicite la prueba PCR para el alumno o trabajador.