Una sucesión de borrascas sacudirá Cantabria con vientos huracanados y grandes olas hasta el lunes

Las consecuencias del temporal se han sentido hoy en todos puntos de la región, principalmente como consecuencia de las fuertes rachas de viento, que fueron la causa principal de las 159 llamadas que registró la sala del 112, que tuvo que atender hasta 110 incidencias. Los Bomberos de Santander gestionaron hasta las ocho de la tarde, un total de 14 incidencias, una de ellas en Camargo junto a los efectivos de este municipio, donde han procedido a la revisión de un cartel Las trece restantes han tenido lugar en la capital cántabra, donde los bomberos han supervisado cornisas, carteles, árboles caídos, vallado de obra suelto, chapas sueltas y un balcón.

Hubo rachas que soplaron por encima de los 128 kilómetros por hora (Km/h) en San Roque de Riomiera, y superaron los 100 Km/h en Santander. Los que más lo sufrieron fueron los cerca de 200 vecinos de la Venta de Ontoria, en Cabezón de la Sal, que pasaron trece horas sin electricidad –desde que a las doce de la noche del pasado miércoles una fuerte racha de viento tumbara una torreta de alta tensión, hasta que a la una del mediodía del jueves los operarios de Viesgo lograran reparar la avería–. «Ha sido algo muy gordo pero por suerte lo han arreglado pronto», celebró el alcalde, Óscar López (PP). Lo mismo le sucedió a un barrio de Vega de Pas, Pandillo, que se quedó sin luz por la noche y no la recuperó hasta media mañana.

El 112 registró otras muchas incidencias relacionadas sobre todo con la caída de árboles. En la capital cántabra uno de esos ejemplares obstaculizó la calzada en Joaquín Bustamante, otro cayó en la bajada de la Encina (a la altura del número 5). Hubo un tercero en la avenida de Los Castros, tirado junto a una parada de autobús; y otro más cayó sobre la valla del Colegio Manuel Llano y dañó a dos turismos que estaban estacionados en la calle Miguel de Unamuno. En todos los casos se dio aviso al servicio de Parques y Jardines para su retirada.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, llamó a la prudencia y dio orden de cerrar los parques de Mataleñas, Los Pinares, Mesones, Parque del Agua, de la Vaca (Cazoña), Jado y Altamira y se desplegó el dispositivo habitual, con el cierre al tráfico y a los peatones del tramo final de la avenida de Manuel García Lago.

El llamamiento a la precaución llegó también del Gobierno de Cantabria de la mano de la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, que instó a los ciudadanos a estar prevenidos y a asegurarse a sí mismos. «Que todas las personas tengan cuidado y que los más mayores salgan de casa sólo para lo imprescindible», reclamó Urrutia ante una situación meteorológica que «está siendo bastante dura».

El viento tumbó también un gran chopo en San Vicente de la Barquera, que cayó sobre el aparcamiento del paseo marítimo sin afectar a ninguna persona ni coche. Y también sufrieron las consecuencias de estos fuertes vientos en el polígono industrial de La Esprilla de Santa Cruz de Bezana, donde acudieron los bomberos para desmontar el cartel de un gran almacén que corría peligro de desprendimiento.

Como era de esperar, estos vientos están afectando a las comunicaciones: Air Nostrum canceló la conexión de la mañana con Madrid y, ni llegó el vuelo que tenía que haber aterrizado a las 9.20 horas, ni despegó en dirección a Barajas el previsto para las 10.10 horas. Antes, un vuelo de Barcelona, otro de Marrakesh y uno más procedente de Roma consiguieron aterrizar en Parayas pese a las condiciones meteorológicas de la jornada, que retrasaron el vuelo procedente de Gran Canaria. Por tierra, el trayecto Reinosa-Torrelavega de tren se cubrirá en parte por carretera (de Reinosa a Bárcena de Pie de Concha) y el servicio entre Reinosa y Muriedas también quedó afectado entre Bárcena y Reinosa. A esto se suman los trenes de media distancia entre Santander y Bilbao que no están circulando este jueves debido a la afectación del temporal en Cantabria, ha informado Renfe. Además, la compañía ferroviaria ha indicado que tampoco es posible ofrecer transporte alternativo por carretera por las condiciones climatológicas adversas.

El Cantábrico dejó instantáneas espectaculares. Las espumas de las olas gigantescas llegaron a tapar la isla de Mouro, en Santander, y la boya Augusto González de Linares –ubicada a 22 millas mar adentro, al norte de Cabo Mayor– midió un máximo de 13,5 metros de altura. La media fue de más del doble que el día anterior.

El Centro de Atención a Emergencias 112 movilizó a bomberos del Gobierno de Cantabria y de la Policía Local de Laredo al recibir un aviso de dos kitesurfistas con problemas en el agua en la playa de El Puntal, en Laredo. Los bomberos se adentraron en el mar pero, finalmente, los kitesurfistas consiguieron salir por sus propios medios, tras dejar el material en el agua.

La lluvia y el descenso de las temperaturas acompañaron al día para hacerlo todavía más desapacible. Se acumularon hasta 64.2 litros por metro cuadrado en San Roque de Riomiera y 38 en Bárcena de Cicero. En Santander, se sumaron hasta 30 litros. Y todo ello estuvo arropado por la llegada de más frío. En Santander la mínima fue de 11 grados y en Alto Campoo de un solo grado. Fue allí, y en Liébana, donde cayeron los primeros copos de nieve. «Por Todos los Santos la nieve en los altos», recordó José Luis Arteche. «Yes que este tiempo es el que toca por esta época del año». Hasta la zona más baja de la estación de esquí de Alto Campoo llegaron los primeros copos y más arriba, en Tres Mares, el paisaje era mucho más blanco.

Asegura el delegado de Aemet en la región que el escenario para lo que queda de semana será muy parecido a lo que se vivió hoyy se seguirá viviendo este viernes. «La previsión es que esta borrasca pase y que llegue la siguiente, Domingos, que tendrá también impacto», afirma. «Lo que tienen borrascas como esta, que son de formación muy rápida, es que generan fuertes vientos y fenómenos muy energéticos que se traducen en lo que hemos visto», informa Arteche.

Aemet mantiene para este viernes la alerta roja por fenómenos costeros –desde las cuatro de la mañana hasta las cinco de la tarde– y vendrá acompañada del aviso naranja por fuertes vientos en Liébana, la Cantabria del Ebro y el litoral cantábrico hasta las siete de la tarde. El sábado las lluvias regresarán con intensidad y también lo harán los avisos. La alerta será naranja por fenómenos costeros y amarilla por vientos durante toda la jornada. El domingo, sin embargo, la atmósfera se tornará algo más estable y dará una tregua con las precipitaciones y también con las alertas, que quedarán desactivadas.